Este se el 'truco' del puente de Córdoba para no derrumbarse como el de Talavera de la Reina

Las recientes lluvias han dejado imágenes muy impactantes de la crecida del río Guadalquivir

Aspecto que presentaba la semana pasada el puente Romano con la crecida del río.

Aspecto que presentaba la semana pasada el puente Romano con la crecida del río. / A. J. GONZÁLEZ

El reciente colapso del Puente Viejo de Talavera de la Reina ha reavivado el debate sobre la resistencia de las construcciones históricas frente a las inclemencias meteorológicas. Las intensas lluvias provocadas por la borrasca Martinho aumentaron el caudal del río Tajo hasta el punto de hacer ceder la estructura medieval, dejando conmocionados a los habitantes de la ciudad. Este derrumbe ha llevado a muchos a preguntarse si otros puentes históricos, como el emblemático Puente Romano de Córdoba, corren el mismo riesgo.

A la preocupación no le falta fundamento: al igual que el puente talaverano, el de Córdoba ha sido testigo de siglos de historia y ha soportado incontables crecidas del río Guadalquivir. Sin embargo según los expertos, la situación en Córdoba es muy diferente. En un artículo publicado por ABC, el catedrático de Arqueología de la Universidad de Córdoba, Desiderio Vaquerizo Gil, ha explicado por qué esta icónica estructura sigue en pie a pesar del paso del tiempo y los embates del agua.

Según Vaquerizo la clave de la longevidad del Puente Romano de Córdoba radica en su diseño y ubicación. La construcción se levantó sobre un vado natural del río, lo que significa que el agua fluye con menos fuerza en esa zona, reduciendo el impacto contra la estructura. Además explica que los tajamares, (unos soportes en forma de cuña situados entre los arcos del puente) desempeñan un papel fundamental: dividen la corriente y distribuyen la presión del agua de manera uniforme, evitando daños graves en la base del puente.

El arqueólogo subraya que aunque el puente ha sido reconstruido en varias ocasiones y cuenta con intervenciones de distintas épocas, su diseño original sigue siendo eficaz y que gracias a los arcos, la calidad de los materiales o la capacidad de adaptación la estructura básica sigue siendo clave.

Mientras que el Puente Viejo de Talavera de la Reina ha sido víctima de múltiples derrumbes y reconstrucciones debido a su exposición a las crecidas del Tajo, el de Córdoba ha demostrado ser un modelo de resiliencia. La ingeniería romana, con su meticuloso estudio de los materiales y la distribución del peso, sigue dando lecciones de durabilidad en pleno siglo XXI.

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