Camarero indignado por una escatológica propina

No en todos los países es obligatorio dar propina, aunque sí es costumbre. Sin embargo, hay cosas inadmisibles

Camarero indignado por una escatológica propina

Camarero indignado por una escatológica propina

No en todos los países es obligado dar propina, aunque sí es costumbre. Sin embargo, hay cosas inadmisibles, como la que se ha hecho viral recientemente.

El tuitero @soycamarero publicó una fotografía con lo que unos clientes se dejaron olvidado en el restaurante de la franquicia La Mafia se sienta a la mesa de Madrid. En realidad, la publicación y la frase sarcástica de agradecimiento que la acompañan dan a entender que no se ha tratado de un descuido, porque, ¿a quién le podría suceder?

Tras terminar sus consumiciones, unos clientes abandonaron su mesa dejando con estupor al camarero responsable de su comanda. Junto a los restos de alimentos normales y un yogur para bebé, en un plato había un pañal usado.

La publicación causó la indignación no solo de otros profesionales de la hostería sino del público en general, quienes han sobreentendido que el asunto no se ha tratado de un descuido. Aparte de que la mesa no es lugar para cambiar un bebé y no hablemos del problema de higiene (y olores) que puede suponer dejar restos fecales en un plato, se ha recalcado el hecho de que muchos restaurantes ya cuenta con servicios adaptados en los urinarios o con salas contiguas destinadas a este fin.

En cualquier caso, incluso si no se dispusiera de esos espacios acondicionados para el cambio de pañal de un bebé, existen alternativas menos incívicas, como depositar el pañal usado en una papelera o en el depósito para las compresas y tampones usuarios de los servicios femeninos.

Cualquier opción es preferible a lo sucedido, que combina la falta del respeto más mínimo por los profesionales de la hostelería y por los demás clientes con un problema de higiene y seguridad alimentaria.

La pregunta que muchos se han hecho ha sido si se ha perdido el civismo. En vista de la imagen compartida, creemos que hay que meditar la respuesta y preferimos aferrarnos a la idea de un descuido o de falta de información por parte de los clientes.