Las otras protagonistas del vídeo viral de alumnos del Colegio Mayor Elías Ahúja de Madrid, que el jueves indignó a las redes sociales y representantes públicos por igual, han tomado la palabra y no ha sido para mostrar su condena a lo sucedido, sino para defender a sus compañeros y vecinos.

Ante el cántico machista: "Putas, salid de vuestras madrigueras, sois todas unas ninfómanas. Os prometo que vais a follar todas", las colegiales del Colegio Santa Mónica dicen no sentirse ofendidas y defienden que este tipo de prácticas se enmarcan en una tradición entre ambas residencias de estudiantes.

“Los estudiantes del Elías Ahúja son nuestros amigos. Me parece que se le está dando mucho bombo y que se está sacando de contexto”, comenta una de las estudiantes en declaraciones a periodistas difundidas también en redes sociales. “Es un pique que siempre ha habido entre chicos y chicas”, defiende otra.

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Otra estudiante ha indicado que "hay que informarse de cómo empieza todo" y que no se debe "crucificar a nadie". "Hay un perdón por parte de ellos y no hace falta llevarlo más allá", ha subrayado.

Una actitud que preocupa

La postura de las jóvenes no ha pasado inadvertida a la opinión pública, que muestra su preocupación por la normalización de este tipo de comportamientos en la juventud.

“Parte de la clave del éxito del patriarcado, como sistema de dominación social, es la capacidad para convencer a sus principales víctimas -las mujeres- de que la supremacía de los hombres es el orden natural de las cosas”, apunta un usuario en Twitter.

Investigación de la Fiscalía

La Fiscalía va a estudiar los gritos machistas del colegio mayor madrileño Elías Ahuja por si fueran constitutivos de un delito de odio.

Después de que hayan trascendido las frases machistas pronunciadas a gritos desde las ventanas de este colegio mayor, que han causado un gran rechazo público, la Fiscalía de Madrid va a incoar diligencias de investigación para determinar si son constitutivos de un delito de odio.

Las indagaciones parte de una denuncia presentada por Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia y secretario general del Consejo de Víctimas de Delitos de Odio, según han confirmado a este medio fuentes fiscales. Estas mismas apuntan además que el hecho de que el denunciante no sea uno de los afectados directamente por los posibles hechos constitutivos de delito hace que las diligencias tengan pocos visos de prosperar.