Una de las noticias que han sacudido las predicciones meteorológicas esta semana es que la temperatura del Mar Mediterráneo se ha puesto por encima de los 30ºC. Este fenómeno, que se da tras las sucesivas olas de calor de mayo, junio y junio, está disparando todas las alarmas de los meteorólogos. 

El motivo de por qué preocupa tanto a los estudiosos del clima este aumento de la temperatura del Mar Mediterráneo ha sido explicado en profundidad por Mario Picazo (el antiguo jefe de la sección climática en Telecinco y actual responsable de meteorología en elTiempo.es).  

Según explica Picazo, con estas temperaturas de más de 30º, el Mediterráneo se está transformando en una “fábrica de vapor de agua”. 

Las consecuencias de esta máquina de vapor climática son inmediatas: el “calor y bochorno” que a nadie le ha pasado inadvertido durante estas últimas semanas. 

Pero lo peor, según Picazo, está por llegar. Lo que ahora se traduce en un aumento de la humedad y las temperaturas, tiene un pronóstico mucho peor cuando bajen las temperaturas. 

El reputado meteorólogo predice que entre el final de agosto y el principio de septiembre vendrán las peores consecuencias de las altas temperaturas registradas en el Mar Mediterráneo. 

Las inundaciones extremas y la pérdida de biodiversidad marina son los dos pronósticos que preocupan a los meteorólogos. Es más que probable que, en cuanto desciendan las temperaturas en otoño, empecemos a sufrir intensos episodios de gota fría o DANA debido a la formación de nubes “muy enérgicas”, según ha explicado el profesional.