Sobre las 7.30 horas del lunes llegó la primera rotación del contingente de Libre Hidalgo XXXVII a la Base Aérea de Morón (Sevilla). Un total de 74 componentes del contingente, en su mayoría pertenecientes a la Brigada Guzmán el Bueno X, finalizaron con éxito su misión en Líbano.

Aunque muchos familiares y amigos se desplazaron hasta la Base Aérea para recibir a los primeros militares en volver de Líbano, otros han preferido esperarles en la Estación de AVE de Córdoba a donde se dirigió un autobús desde Morón, teniendo lugar el esperado encuentro.

Un soldado de la Brigada Guzmán El Bueno con sus familiares, a su llegada a España. CÓRDOBA

Otras dos rotaciones a lo largo del mes de noviembre completarán el relevo del contingente de la misión Libre Hidalgo XXXVII, que desde el mes de mayo lleva desplegado en oriente próximo.

El contingente ha permanecido al mando del general Ignacio Olazábal Elorz, jefe de la Brigada Guzmán el Bueno X y que a su vez ha ejercido el mando del sector Este en el área asignada a la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (Finul) durante estos últimos meses. Misión que continúan realizando los militares de LH XXXVII, hasta que se produzca la transferencia de autoridad con el siguiente contingente. 

Cascos azules de la misión Libre Hidalgo en el Líbano. CÓRDOBA

Militares cordobeses en el Líbano

Los militares de la Brigada la Guzmán el Bueno forman parte de la fuerza de la ONU en tierras libanesas, para dar cumplimiento a la resolución 1701 de Naciones Unidas, cuyo mandato principal es vigilar el cese de las hostilidades entre Hezbollah e Israel, contribuir a restablecer la paz y la autoridad efectiva del gobierno de Líbano en el sur del país y colaborar con las Fuerzas Armadas Libanesas (LAF) en el mantenimiento del desarme en la zona y el respeto de la Blue Line que establece la línea de alto el fuego. Entre sus principales misiones, el contingente cordobés realiza patrullas a pie y en vehículo y realiza actividades conjuntas con las LAF.