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Los fichajes de invierno tres meses después: entre aciertos y sombras en el Córdoba CF

El club valora el rendimiento de Alves y Ortiz, espera recuperar a Del Moral y Corbo y Magunazelaia son incógnitas

Pedro Ortiz golpea el esférico durante un lance del Eldense-Córdoba CF.

Pedro Ortiz golpea el esférico durante un lance del Eldense-Córdoba CF. / LOF

Miguel Heredia

Miguel Heredia

Córdoba

El invierno dejó seis caras nuevas en el Bahrain Victorious Nuevo Arcángel. Promesas de aire fresco para un Córdoba CF que buscaba impulso en la recta decisiva del campeonato en LaLiga Hypermotion. Tres meses después, con la cita casera frente al Cádiz (viernes, 20.30 horas) en el horizonte, un importante paréntesis eléctrico de por medio y tras encadenar tres empates consecutivos, es momento de ajustar cuentas: quiénes han respondido al reto y quiénes, de momento, se están quedando en el camino.

Dos sombras

No todos los fichajes son sinónimo de acierto, y este mercado no ha sido una excepción. Jon Magunazelaia y Gabriele Corbo encabezan, de momento, la lista de decepciones. El vasco, cedido por la Real Sociedad, prometía desequilibrio y peso creativo. Lo que ha dejado hasta ahora, sin embargo, es una estadística vacía: ni goles, ni asistencias, ni continuidad. Apenas un par de titularidades, pocos destellos y una expulsión exprés en Elda que puso la guinda a su escasa incidencia. Un refuerzo pensado para marcar diferencias que ha quedado en simple comparsa con apenas otras cinco citas en la agenda para demostrar otro talante -no en cuanto actitud, que la derrocha desde sus primeros días en la ciudad-, o al menos mejorarlo.

En el caso de Corbo, la situación es distinta pero igualmente tibia. El italiano llegó con credenciales técnicas pero sin la chispa física necesaria para competir de tú a tú. No se vistió de corto desde octubre de 2024 con el Montreal, en la MLS, y su primera experiencia de nuevo en el ruedo competitivo fue hace tan solo unas semanas, frente al Levante en El Arcángel. Volvió a saltar como alternativa durante el segundo acto en Elda, también firmando su primera cita lejos de casa como blanquiverde. Y su técnico, Iván Ania, no ha dejado de subrayar algunas de sus cualidades -salida de balón, contundencia, versatilidad, etc-, pero lo cierto es que aún no ha logrado afianzarse. Eso sí, si en esta recta final alcanza el ritmo que le falta, su continuidad en Córdoba no sería descartable: cualidades tiene, el tiempo es su gran enemigo y la competencia es elevada.

Magunazelaia, junto a Xavi Sintes en la acción de su expulsión ante el Eldense.

Magunazelaia, junto a Xavi Sintes en la acción de su expulsión ante el Eldense. / LOF

Del Moral, entre algodones

En un limbo similar se mueve Alberto del Moral. El toledano, que volvió a casa como apuesta segura, cedido procedente del Real Oviedo, apenas ha podido asomar la cabeza. Cinco partidos, 178 minutos y ninguna participación completa marcan su regreso. La losa de las lesiones, que ya le hizo perderse el duelo en Elda, sigue condicionando su presencia ante el Cádiz. En su caso, el suspenso es más físico que futbolístico: cuando ha jugado, ha demostrado tener por lo que se le trajo.

Del Moral, en el momento de su lesión ante el Málaga, última cita que disputó.

Del Moral, en el momento de su lesión ante el Málaga, última cita que disputó. / Francisco Fernández

Dos luces claras: Alves y Pedro Ortiz

En medio de las dudas, dos nombres brillan con fuerza: Rubén Alves y Pedro Ortiz. El primero no tardó en adueñarse de la defensa cordobesista, mostrando jerarquía, oficio y hasta olfato goleador, con dos tantos en su cuenta. Propiedad del Tenerife -donde su futuro dependerá en parte del desenlace del curso, pendiente de un más que posible descenso-, el central hispano-brasileño ha recuperado sensaciones que le sitúan como uno de los mejores fichajes del mercado, aquellas que recuerdan a su paso estelar por el Racing de Santander temporadas atrás. Su baja reciente por molestias y sanción se deja sentir en el engranaje defensivo de Ania, eso sí, que lleva dos semanas sin poder contar con él por molestias y en esta tercera tampoco podrá por acumulación de amonestaciones.

Por su parte, Pedro Ortiz ha sido una de las sorpresas más agradables. Fichado en propiedad desde el Sevilla, el balear se ha convertido en el socio perfecto de Álex Sala e Isma Ruiz. Su aportación va más allá de lo esperado: presencia, equilibrio y, para sorpresa de muchos, gol. Ya suma tres dianas, todas de bella factura, y demostrando que su impacto va mucho más allá de su perfil teóricamente defensivo en una medular que se ha convertido en la mejor baza de los cordobeses por el momento.

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