Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Actualidad blanquiverde

El Córdoba CF y su dualidad con el gol: insistencia pero no eficacia

Los blanquiverdes, los segundos que más disparan, necesitan más de ocho intentos para anotar

Jacobo González conduce el esférico durante el choque ante el Eldense.

Jacobo González conduce el esférico durante el choque ante el Eldense. / LOF

Miguel Heredia

Miguel Heredia

Córdoba

Lo intenta. Lanza, golpea e insiste. Pero es una obviedad, el Córdoba CF, casi a pesar de su empeño, sigue atrapado en una paradoja en los últimos metros: dispara como pocos en el fútbol de plata -al menos numéricamente-, pero la puntería, o la manida «eficacia», no siempre acompaña en los ensayos. Y es que cuando apenas restan cinco cruces para despachar la agenda regular de Liga en Segunda, los de Iván Ania andan midiendo su pegada antes de recibir este viernes al Cádiz en El Arcángel (20.30 horas), en una cita que se antoja la última frontera para soñar con algo más que la mera permanencia.

Cuestión de eficacia

La pasada jornada en en el Nuevo Pepico Amat ante el Eldense (1-1) fue el último espejo de esas contradicciones. Apenas dos tiros a puerta en todo el encuentro sumaron los califas, sin ir más lejos. El segundo de ellos, en el último suspiro y obra de Obolskii, salvó un empate que supo más a alivio que a conquista. Un oasis de efectividad puntual en un desierto estadístico, ciertamente.

Porque si se mira el mapa general, el Córdoba CF es el segundo equipo que más dispara de toda la categoría: 403 veces ha probado fortuna, solo superado por el Almería, que acumula 439. Sin embargo, en tiros a puerta cae a la quinta posición, con 174. O lo que es lo mismo, un 43,17% de sus remates encuentran los tres palos, una cifra aceptable… pero algo deslucida cuando se necesitan casi tres disparos y medio de media para celebrar un gol, mientras que en cuanto a intentos globales son 8,06. 

Los futbolistas del Córdoba CF celebran el gol de Obolskii en Elda.

Los futbolistas del Córdoba CF celebran el gol de Obolskii en Elda. / LOF

La cifra no sería preocupante si los encargados del gol estuvieran más afilados. Pero entre tantos intentos, gran parte de la producción ofensiva blanquiverde proviene de jugadores con una tasa de acierto poco determinante. Y ahí radica parte del problema.

Especialistas a medio gas

Jacobo González es la pieza que más busca el arco rival en todo el esquema. Suma 66 disparos en total, de los que apenas 24 fueron a puerta (un 36,6%). El pichichi Antonio Casas, con nueve dianas, por su parte, ha disparado 51 veces, 19 entre los palos (37,25%), y necesita de media 5,67 remates para marcar. No son números desastrosos, pero sí síntomas de que falta algo de filo en los metros finales, sobre todo en lo que va de 2025, en el que solo ha producido una diana.

El contraste lo ofrecen Álex Sala y Carracedo, que curiosamente lideran la efectividad por encima de la media del equipo. El mediocentro convierte el 45,83% de sus tiros en amenazas reales, mientras que el hospitalense alcanza un 45,45%. Otros nombres asoman en la estadística, si bien con menor peso. Théo Zidane (23 disparos), Carlos Albarrán (21), Ander Yoldi (19), Adilson (19) e Isma Ruiz (19) también han probado suerte, con distintos grados de acierto.

Ander Yoldi remate un balón aéreo durante el choque ante el Eldense.

Ander Yoldi remate un balón aéreo durante el choque ante el Eldense. / LOF

Y luego está Obolskii. El ariete ruso, que con apenas 646 minutos en la cancha, cifra sustancialmente menor que la del resto de la delantera generalmente, suma 21 disparos, siete de ellos a puerta. En su caso, necesita cerca de 12 tiros para convertir, un ratio elevado para alguien llamado a marcar diferencias. Eso sí, al igual que Casas, mantiene un promedio de 1,83 disparos a portería por cada 90 minutos.

Los números en punta

Y es que entre Casas y Obolskii se juega buena parte de la suerte ofensiva del Córdoba CF en este tramo final. El de La Rambla, incansable en su brega de recuperar el olfato goleador, mantiene cifras algo más regulares -maquilladas por la primera vuelta- y fue el sinónimo del gol en el tramo inicial del calendario. De irregularidad total está siendo su segunda vuelta, no obstante, altamente parecida, aunque con más minutos en pista, que la del ariete ruso -806 más, concretamente-. Porque el de Tula aún no ha afinado, pese a sensaciones en el juego y su papel heróico en territorio eldense, donde logró apuntarse su segunda diana de la temporada como blanquiverde.

Y esa dualidad, en clave negativa, está lastrando las aspiraciones de un bloque que por voluntad no deja nada al azar, pero en lo que a acierto se refiere, al menos, sigue sin dar del todo con la tecla.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents