ENTREVISTA | Carlos Albarrán Defensa y capitán del Córdoba CF
Carlos Albarrán, jugador del Córdoba CF: "No nos vamos a quedar sólo con el objetivo de la salvación"
El capitán blanquiverde desea que «ojalá el del año pasado no sea el único ascenso que consiga con el Córdoba CF»

Carlos Albarrán, capitán del Córdoba CF, antes de la entrevista, ayer. / VÍCTOR CASTRO

Nació en Badalona (1994) y llegó a El Arcángel de casualidad. Iván Ania sonó para el Gimnástic y estudió al que, en teoría, iba a ser su equipo. Pero finalmente, el asturiano no firmó por el club grana, pero sí se fijó en su lateral derecho. Cuando el técnico firmó por el Algeciras llamó al de Badalona y le hizo salir del fútbol catalán por primera vez en su vida, con 28 años. Titularidad, ascenso, un hijo... todo lo que le ha traído Córdoba a su vida hasta ahora es bueno. Y aspira a que siga la racha.
El vestuario y el cambio de objetivo
-Lleva cuatro goles ya, su récord en una temporada. Igual debió meter alguna cláusula en la renovación con el tema de los goles.
-Sí, sí, es verdad que es mi tope ha sido cuatro goles, el máximo. Tanto en la temporada pasada como en la actual he llegado a esa cifra. Parece que he tenido que venir aquí a Córdoba para sacar mi faceta goleadora, pero ya te digo que eso en verdad es para mi posición, para mí como jugador, es como un segundo plano al final. Yo soy defensa, para mí lo primero es ayudar al equipo en defensa, y luego sé que es verdad que a mí me encanta incorporarme al ataque, ayudar al equipo en esa faceta, y, si puedo, ayudar también con goles, con asistencias, pues yo encantado. Así que ojalá que en estos partidos pueda caer alguno más, pero ya te digo que estoy contento y todo lo que sea jugar también es positivo.

Carlos Albarrán, este miércoles, en Las Tendillas, ante la estatua del Gran Capitán. / VÍCTOR CASTRO
-¿Cree que el equipo se puede meter en ‘play off’?
-Hombre, creo que sí. El equipo tiene posibilidades, creo que ha demostrado en muchos partidos que hemos plantado cara al Elche, aquí en casa, hemos plantado cara al Racing cuando vino, al Huesca… A todos los equipos de arriba que han venido, creo que hemos sido, por momentos de partidos, superiores a ellos. Pero sí que es verdad que luego en tema de pegada, en tema de diferencial, digamos que llegas al área y metes el gol, pues en eso nos han superado, y por eso están arriba. Nosotros no estamos ahí, sino en esa posición de mitad de tabla, pero nosotros tenemos claro que nuestro objetivo a principio de temporada era conseguir lo que se habla, los típicos 50 puntos para conseguir la salvación, y a partir de ahí pues aspirar a lo que sea. Pero ya digo que el equipo está convencido en lo que hace, cree en la idea del míster, y sabemos que si hacemos lo que tenemos que hacer en cada partido podemos ganar a cualquiera. A partir de ahí, pues ojalá podamos quedar lo más arriba posible. Nosotros somos ambiciosos, y está claro que tú preguntas a cualquier jugador y cualquier jugador está deseando meterse y jugar el ‘play off’ y poder ascender a Primera. Pero también hay que tener los peces en el suelo, somos un equipo recién ascendido, hay equipos con mucho presupuesto y con mucho nivel por encima nuestro, y nosotros ahora tenemos que pensar en lo que tenemos cada semana. Por ejemplo, ahora esta semana tenemos Levante, pues pensar en Levante y conseguir los tres puntos. Y luego, ya la semana siguiente, pensar en Oviedo, y lo otro ya a final de temporada se verá hasta donde hemos llegado. Ya te digo que creo que el equipo está capacitado para eso y para cualquier cosa.
-Imagino que en el vestuario se habla de eso, del ‘play off’ y se hacen cuentas.
-Sí, claro- Entre nosotros hablamos muchas cosas, pasamos aquí mucho tiempo juntos, todos los días, todas las mañanas, y se hablan muchas cosas. Ya te digo que somos un equipo ambicioso, un equipo con mucha ilusión de conseguir cosas, y nosotros por nuestra parte vamos a poner todo lo que podamos. Y ya te digo, en estos ocho partidos que quedan, pues intentar conseguir la victoria en todos, y seguir disfrutando como hasta ahora. Ahora ya tenemos un poco más de tranquilidad después de la victoria el otro día en Málaga, pues ahora todo lo que nos queda es intentar disfrutarlo, y sobre todo en casa, con nuestra afición, nos quedan cinco partidos aquí de los ocho, pues intentar disfrutarlo al máximo y a ver hasta dónde podemos llegar.
-El míster dio licencia para soñar el otro día y el Córdoba CF no tendrá la presión que tienen otros por ascender.
-Sí, por eso digo que nosotros somos ambiciosos. El primer ambicioso es el míster, ya lo conocemos también, y no nos vamos a quedar ahí, sólo con el objetivo de la salvación. Al final, una vez conseguimos ese objetivo, que ahora lo tenemos muy cerca, pues ya los demás partidos no vamos a salir a que no nos juguemos nada. Al final, nosotros somos ambiciosos, sabemos que tenemos posibilidades de quedar más arriba, de poder meternos en ‘playoff’. Tenemos partidos en casa contra equipos de arriba, y debemos mejorar el tema de ahora, en la segunda vuelta, en casa. Creo que ha cambiado: en la primera vuelta era al revés, en casa ganábamos y fuera no, y ahora está siendo al revés, pero bueno, creo que estamos compitiendo bien, se nos están yendo los partidos por detalles, sobre todo en los últimos minutos. Son cosas que tenemos que corregir, pero sí que hay equipos que tienen presión de estar arriba, y eso pues ahora cuando se acercan los últimos partidos, al final de temporada se puede notar en algún partido que los equipos tengan esa presión. Nosotros debemos intentar disfrutar lo máximo posible, salir a disfrutar, a intentar hacer lo que hacemos siempre, tener balón, hacer nuestro juego, y a partir de ahí ya todo vendrá.
-Del vestuario, probablemente sea el que mejor conozca al entrenador.
-Sí, es mi tercera temporada con él, y ya lo conozco bastante. Al final, también el año en el Algeciras fue complicado, porque nos salvamos en la última jornada, fue un año complicado, un año duro. Al final, como míster, no te puedo decir nada malo, yo creo que, de los entrenadores que he tenido, es el mejor, por cómo prepara los partidos durante la semana, cómo analiza al rival, cómo gestiona el grupo, cómo está con todos los compañeros, nos trata siempre a todos muy bien, está siempre pendiente de nosotros, y sí que es verdad que luego, en los partidos, se transforman un poco porque es muy pasional, es muy intenso. Pero luego, una vez termina el partido, se le olvida lo que te dice mientras estás jugando (ríe). Luego ni se acuerda. Pero nos transmite mucha confianza, nos transmite sobre todo lo que él quiere y nos llega a los jugadores, y al final eso se ve luego en el campo. Creo que esta temporada estamos demostrando que confiamos en él, que su idea la intentamos plasmar en el campo, y creo que es un muy buen entrenador. Nosotros estamos encantados de tenerlo.
-Ha caído usted de pie en Córdoba y le encaja todo: el club, el entrenador, la ciudad, la afición. Nada más llegar nace su hijo…
-Sí, es verdad, parece que estaba escrito, parece que era el momento de venir aquí y que todo iba a salir bien. Desde que he venido ha sido todo positivo, todo han sido cosas buenas, tanto en lo personal como en lo deportivo.
-Salí del Gimnástic, en donde estuve tres temporadas y me quedaba otra temporada más, porque tenía otro año de contrato, pero esa tercera temporada, la última que estuve allí no fue buena. Tuve muchas lesiones, luego me costó entrar en el equipo, el equipo iba ganando, no podía entrar, me costó, fue un año complicado también a nivel mental. Sí que es verdad que acabamos jugando ‘play off’ y perdimos la final.
Adiós a un ascenso ante Del Moral
-Contra el Villarreal B de Alberto del Moral.
-Sí, contra Alberto, ya lo he hablado con él cuando vino (ríe). Eso ya terminó de rematar el año que había pasado y luego, ya el mes siguiente, en julio, fuimos a empezar la pretemporada y me comentaron que no contaban conmigo, que me querían rescindir. Me llamó Iván Ania, que me había estado siguiendo porque él había sonado para ir al Nástic y nos había estado siguiendo al equipo y tal, y dice que le gustaba, que me quería para allí, para Algeciras. Tenía alguna oferta más de otros equipos, pero la llamada del míster… Al final, cuando te llama un entrenador es porque confía en ti y porque le gustas y porque en teoría vas a jugar. Y yo no dudé, yo era mi primera vez que salía de Cataluña, como dices, y creo que fue la mejor decisión que pude tomar. Me fui a Algeciras con él y ese año me vino muy bien, porque jugué todo, me dio mucha confianza, volví a recuperar la confianza, el ritmo de juego y el volver a jugar un año entero. Después me salió la posibilidad de venir aquí a Córdoba, tenía algún equipo más, pero yo una vez sabía que el Córdoba me quería, yo quería venir aquí. Cuando tenía todo cerrado para firmar, me llamó el míster y me dijo que él también iba a venir aquí y entonces ya pues, pues ya te digo, fue todo como un puzle que me encajaba. Firmamos los dos, llegué aquí, mi mujer estaba embarazada de ocho meses y poco y a los cuatro días de estar aquí nació Hugo. A partir de ahí, pues ya la temporada pasada todos sabemos lo que pasó, fue todo rodado, disfrutamos un montón, acabó con el ascenso, la fiesta de Las Tendillas, todo muy bien. Nos hemos adaptado muy bien mi mujer y yo aquí a Córdoba y esta temporada igual. Era mi debut en el fútbol profesional, yo sabía que con la edad que tenía era complicado que jugando en Primera RFEF algún equipo se fijara en mí o intentar apostar por mí para Segunda División A. Hablando con mi agente y mi familia comentaba que si yo quería jugar en el fútbol profesional era ascendiendo con algún equipo y quedarme ahí en ese equipo. Yo sabía que en el Córdoba tenía facilidad para conseguirlo, así que por eso también aposté por venir aquí y pasó. Así que estoy contento de haberlo conseguido, de haber debutado este año en Segunda, en el fútbol profesional, y de haber renovado, que yo ya te digo, estoy muy feliz aquí. Ojalá pueda seguir aquí muchos años y ojalá pues no sea el único ascenso el del año pasado y podamos conseguir algún ascenso más.

Carlos Albarrán posa antes de la entrevista, ayer, en Las Tendillas. / VÍCTOR CASTRO
-¿Es consciente de que Hugo, su hijo, tendrá acento cordobés?
-Sí, sí, lo sabemos mi mujer y yo. Ya está empezando a decir alguna palabra, pero ya cuando se empiece a soltar y empiece a hablar y lo escuchemos ahí, a soltar alguna palabra en andaluz, nos reiremos los dos.
-Uno de los entrenadores más importantes en su carrera es Manolo González, que ascendió con el Espanyol y va camino de salvarlo en Primera.
-Sí, lo tuve un año, pero yo lo conocía de antes porque él, antes de entrenar en el Badalona, era técnico del juvenil del Espanyol y fue entrenador de mi hermano. Cuando iba yo a ver a mi hermano pues siempre lo veía por allí y me saludaba, porque yo era un chavalín. Mi hermano tenía 19 años y yo tendría 14 o así y a raíz de ahí pues ya lo conocía. Él siempre había estado en Badalona trabajando, y cuando yo quería salir de Llagostera, a pesar de tener contrato, él se enteró, me llamó y me dijo que me fuera para allí con él. Me fue muy bien con él en el Badalona, porque él al conocerme, al saber de mis cualidades, de mis cosas pues apostó por mí también, me dio la capitanía, me dejaba lanzar penaltis, me dejaba lanzar faltas y por eso conseguí tantos goles también en esas dos temporadas. Guardo un buen recuerdo y tengo también confianza con él, aún nos hablamos en algún mensaje, cuando él consigue por ejemplo el ascenso a Primera también, este verano, lo felicité. Vamos hablando alguna vez y también me alegro por él de que haya llegado donde ha llegado, porque se lo ha trabajado, se lo merece y, ya te digo, es muy buen entrenador también.
«Preguntas a cualquier jugador del vestuario y está deseando ascender a Primera, pero hay que tener los pies en el suelo»
-Se remarca mucho su faceta de conductor de autobús, pero el fútbol en esas categorías es así, que a veces se le olvida a muchos.
-Sí, él ha sido un currante toda la vida, se lo ha trabajado, por eso digo que él se lo merece, se lo ha trabajado. Él trabajaba con el autobús por las mañanas, luego entrenaba por las tardes con su equipo y luego se fue a Zaragoza, creo que estuvo en el Ebro, luego estuvo en el Penya Deportiva, en Ibiza… Ha dado vueltas, ha seguido trabajando y al final le ha llegado la oportunidad en el Espanyol y yo me alegro. Yo jugué también el Prat, en Tercera, y entrenaba por las tardes y por las noches, porque el sueldo que nos daban no era para vivir del fútbol, como ahora, en esta categoría. Había gente que trabajaba durante el día y luego iba a entrenar por la noche conmigo y, al final, esa temporada yo tenía 19-20 años. Aún estaba estudiando. Estudiaba por la mañana y luego iba a entrenar, pero en mi equipo había gente que trabajaba y luego tenía que ir a entrenar.
-Tras jugar en el Sant Andreu y en el Prat (con Pedro Dólera, técnico del Olot, rival de Copa del Córdoba CF, esta temporada), así como en el Badalona, con Manolo González, llega al Gimnástic de Tarragona, el primer club con aspiraciones de ascenso.
- Sí, era mi mayor reto, por así decirlo, hasta el momento. Yo iba con muchas ganas allí, porque firmé cuando ellos bajaban de Segunda y teníamos el reto de volver al fútbol profesional ese año, intentar conseguir el ascenso otra vez, esa temporada, y todo el equipo era nuevo. Creo que hubo 18 o 20 fichajes, todos éramos nuevos Y fue complicado, porque el entrenador también era nuevo, y coger su idea nos costó. Empezamos la temporada mal Y creo que en la primera vuelta estábamos en descenso, casi en descenso. Y en enero firmaron bajas, hicieron fichajes, cambiaron al míster, al míster lo echaron en noviembre o así, vino Seligrat y sí que ahí mejoramos un poco en cuanto a resultados, a sacar puntos. Fue la temporada de la pandemia, que en marzo se paró la temporada. Y el año siguiente, en Primera RFEF, fue cuando es mi última temporada allí. Tuve lesiones y perdimos la final del ‘play off’ con el Villarreal B.
-Volvamos al Córdoba CF. ¿Cómo le dijo el míster lo de que tenía que jugar por la izquierda?
-Bueno, él no es que haya venido a hablar conmigo a decirme ‘te voy a poner aquí’. Él me ha puesto ahí porque él también me conoce, él sabe que me puede poner, porque yo intento siempre rendir al máximo en la posición que sea. Con él he jugado de lateral derecho, lateral izquierdo, como ahora, he jugado en el Algeciras de central un par de partidos o tres… Él piensa que puedo rendir en esas posiciones, así que por mi parte tiene mi total disponibilidad, porque yo estoy encantado. Me interesa todo lo que sea jugar y poder ayudar al equipo, estoy encantado, así que me da igual si es la izquierda o la derecha. Obviamente, me encuentro mejor a la derecha que a la izquierda por mi manera de jugar y me gusta incorporarme al ataque y ayudar al equipo ofensivamente, pero bueno, yo intento adaptarme y creo que cada vez estoy más cómodo, se me ve también. Conmigo no tiene ningún problema en ese aspecto.
-¿Cómo ha sido su debut en el fútbol profesional? ¿Cuáles son sus sensaciones? ¿Qué diferencias ve?
-Bueno, más allá de estadios y público y esas cosas, obviamente, en cuanto a juego, el ritmo que se da en cada partido y la calidad que hay en las áreas. Cuando te llega un equipo y te hace ocasiones, las suelen aprovechar y en otras categorías como Primera RFEF o Segunda B, que yo he estado también, pues necesitan quizás más ocasiones para hacerte goles. Aquí, como tengas errores, te penalizan mucho y lo hemos visto sobre todo en la primera vuelta, fuera de casa. Nos ha costado horrores conseguir puntos porque salíamos a los partidos y no salíamos confiados, no salíamos pensando que podíamos ganar el partido y quizás los primeros 15 minutos en todos los partidos nos creaban muchas ocasiones, muchas llegadas. Eso te crea inseguridad. Pero creo que, luego, el equipo se ha adaptado bien, empezó a conseguir puntos, le dio confianza y ahora ya pues sí que salimos a los partidos y se nos ve más con confianza, sabiendo que podemos ganar a cualquiera y creyendo en nosotros y en lo que podemos dar todos.
«¿A qué excompañero me traería al Córdoba? A Brugui, del Levante. Es mi amigo, estuve en su boda y él en la mía.»
-Dígame un compañero que haya tenido en su carrera que se lo traería a este Córdoba CF.
-(Piensa) Pues mira, es muy amigo mío y este viernes jugamos contra él: a Brugui, del Levante. Es muy amigo mío, de hecho este verano se casó y estuve en su boda y él estuvo en la mía cuando yo me casé. Creo que es un jugador muy bueno, tiene mucha calidad, tiene gol, que también es importante y aparte es mi amigo, así que me lo traería aquí.
-¿Qué le ha gustado más a su familia y a usted de Córdoba?
-Bueno, no te puedo tampoco destacar… Creo que lo que más nos ha gustado de la ciudad es que es grande, pero a la vez te puedes mover por toda la ciudad, está todo un poco cerca, relativamente. Entonces, creo que es muy cómoda para vivir. Luego, la zona del centro, de Las Tendillas, de la Mezquita, también nos gusta mucho, el Puento Romano a mi mujer le encanta irr ahí, haciendo fotos con Hugo. Y luego también que se come muy bien, coma lo que comas. La verdad es que es un sitio en el que se come muy bien, el clima, el mes de mayo, creo que el mes de mayo aquí es brutal. Y por ponerle una pega, al calor que hace en verano, para hacer la pre-temporada se pasa mal, pero bueno, algo malo tiene que tener, no puede ser todo tan bueno. Pero estamos encantados y nos hemos adaptado muy bien y ojalá podamos estar mucho más tiempo aquí.
-Y lo mejor es que parece que la afición, además de cariño, parece tenerle un respeto especial por lo que ve en el campo. Respeto y reconocimiento.
-Es verdad que me siento muy querido, muy respetado como dices y muy apoyado, pero desde la temporada pasada ya. Creo que también mentalmente me he encontrado muy bien aquí, me he encontrado feliz y al final eso también hace que el rendimiento sea bueno, eso también ayuda. Y ya digo que mi rendimiento aquí también está siendo bueno en cuanto a números, en cuanto a goles, he metido algún gol importante también, como el año pasado en Málaga con la Ponferradina en ‘play off’, este año en Castellón, la victoria aquella también fue una locura. Creo que la gente sí que me apoya mucho, me quiere y eso también lo noto. Se lo agradezco muchísimo y confío en que sigan como hasta ahora, apoyándonos, creyendo en nosotros y que cada semana, aquí en casa, seguro que va a haber un ambientazo, nos van a ayudar mucho en los momentos difíciles de cada partido, que seguro que va a haber, porque es muy difícil estar bien todos los 90 minutos y eso nosotros lo valoramos mucho y, sobre todo, lo notamos cuando estamos en el campo. Así que sigan igual, igual que el otro día en La Rosaleda, que cuando mirábamos arriba era una locura, solo se veían camisetas blancas y verdes, banderas blancas y verdes, alguna lila, una locura… Cuando salimos a calentar también, animándonos y al final del partido pudimos ir allí y celebrar la victoria con ellos, así que nosotros agradecidos con ellos y solo les pido eso, que hagan lo de siempre y que vengan a apoyarnos.
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