Iván Ania y la derrota en Granada: "Es fútbol, hay que levantarse"

Luchó, remó, después nadó como nadie e incluso lo hizo en inferioridad numérica, aunque acabó muriendo en la orilla. En eso quedó resumida la visita del Córdoba CF al Granada en el Estadio Nuevo los Cármenes (1-0), donde los de Iván Ania acariciaron la segunda jornada puntuando lejos de casa de forma consecutiva, incluso con diez en la cancha desde el primer acto, aunque el destino les reservó un desenlace algo más cruel de lo trabajado: derrota en el último minuto, tras incluso contar con opciones para escapar con la victoria. «Nos vamos jodidos. Que te hagan un gol pasado el tiempo casi duele más que si te lo hubiesen metido antes. Es fútbol, hay que levantarse, pensar que el viernes tenemos otro partido importantísimo contra el Cartagena. Si fuera no somos capaces de ganar o puntuar, tenemos que ser muy fuertes en casa», analizó el propio técnico blanquiverde, lamentando la falta de fortuna en los últimos compases, si bien elogiando la entrega de sus pupilos en el pleito.

Un revés para aguar el plan

El primer acto comenzó cardíaco, con una temprana ocasión de Lucas Boyé a los siete minutos de juego que tan solo una estirada descomunal de Carlos Marín -sobresaliente- pudo separar de las mallas. Desde ahí creció el bloque cordobés, amasando posesión y asociaciones e incluso, por fases, embotellando a un Granada sorprendido en su casa. «Con once para once el partido estaba igualado. Había momentos de dominio nuestro, de dominio de ellos. En cuanto nos quedamos con uno menos hay que cambiar el plan. Aguantamos hasta el descanso, en él hablábamos de mantener el balón, intentar contraatacar, pero no fuimos capaces. Perdíamos el balón muy rápido», señaló. «Salvo en una ocasión de Obolskii, no inquietamos la portería rival», añadió seguidamente.

Hasta la recta final previa al descanso, sin embargo, duró el fuelle, coincidiendo con la expulsión por tarjeta roja directa de Théo Zidane, que estaba firmando una de sus actuaciones más aseadas como blanquiverde. «Condiciona el partido, estábamos aguantando. En los últimos minutos, que es cuando más sólido tienes que estar, nos hacen el gol y ya no tienes capacidad de poder reaccionar. Intentamos ajustarnos de la mejor manera posible. Tenía la sensación de que no teníamos el balón, pero no de que nos estuvieran generando muchas ocasiones», valoró.

En inferioridad numérica, el pleito en el Nuevo los Cármenes pronto se convirtió en un todo ejercicio de supervivencia, aguado en el último suspiro. «Cuando parecía que habíamos alcanzado la orilla, en un error defensivo que no podemos cometer, nos marcan y te vas de vacío», aseveró.

Rearmarse a domicilio

Como balance, la formación califal se mantiene una semana más como el peor visitante de toda la Segunda División, después de amarrar tan solo un punto de los 15 posibles disputados. Para el preparador, eso sí, la ambición sigue siendo la misma: sumar de tres en la próxima salida. «No vamos a bajar los brazos, ni mucho menos. Las sensaciones son mucho mejores que la puntuación, llevamos solo uno. Esto sabemos que lo cambia un resultado. Estoy seguro que en próximas salidas vamos a puntuar, conseguir esa victoria que nos permita ver todo de una manera distinta. Fuera de casa, si concedes, te penalizan. La portería a cero es fundamental para poder puntuar fuera, si no, es muy difícil. En los cinco partidos que llevamos no hemos sido capaces de dejarla», zanjó.

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