ACTUALIDAD BLANQUIVERDE

Dos estilos para un objetivo en el Córdoba CF

El club blanquiverde debe decidir entre José Juan Romero y Alberto González, dos entrenadores con significativas diferencias

Uno es un enamorado de la posesión y del 1-4-3-3, mientras que el otro maneja un 1-4-1-4-1, variando al doble pivote y apela a la competitividad

Alberto González y José Juan Romero, en la banda de El Arcángel.

Alberto González y José Juan Romero, en la banda de El Arcángel. / FRANCISCO GONZÁLEZ

Ignacio Luque

Ignacio Luque

El Córdoba CF se debate entre dos nombres, dos entrenadores con estilos diferentes para que uno de ellos comande el proyecto blanquiverde de la próxima temporada, una 2023-24 en la que el objetivo, de manera ineludible, ha de ser llegar a Segunda División después del fiasco de la pasada campaña.

Movimientos en El Arcángel

Está claro que los tiempos en este Córdoba CF no son los del fútbol. Tanto Alberto González como José Juan Romero esperan movimientos en El Arcángel, en donde las decisiones están sometidas, más que nunca, al deseo de Infinity, que desde Baréin escanea el más mínimo movimiento en el Córdoba CF tras decretar el final de etapa de Javier González Calvo y la llegada de Antonio Fernández Monterrubio. El nuevo consejero delegado blanquiverde mantiene el contacto estrecho con Baréin para cualquier mínimo movimiento en la entidad, incluido el de la decisión de un nuevo entrenador.

Antonio Fernández Monterrubio, consejero delegado del Córdoba CF.

Antonio Fernández Monterrubio, consejero delegado del Córdoba CF. / FRANCISCO GONZÁLEZ

Pero los técnicos marcados por Juanito no son idénticos, precisamente. De hecho, no son ni parecidos, en lo que a su estilo se refiere. Por lo tanto, llama la atención que el Córdoba CF señale al de Tolox y al de Gerena como los últimos preferidos para cumplir con el objetivo del ascenso, la próxima campaña. Desde El Arcángel se señalan dos estilos, dos caminos, que son los que pueden esperar los aficionados cordobesistas. Unas diferencias claras, tanto en el juego como en el estilo en general del Córdoba CF de la 2023-24 y que afectará, lógicamente, a la composición de la plantilla. Evidentemente, en lo que ambos sí coinciden es que en caso de llegar al Córdoba CF supondrá para ellos el mayor proyecto que han llevado entre manos, ya que nunca han iniciado una campaña con la aspiración de llegar a Segunda División. Tampoco han firmado hasta ahora en un club con 10.000 o más abonados ni tampoco en una ciudad con más de 300.000 personas respaldando a su equipo de fútbol. Así querrán José Juan Romero y Alberto González que juegue al fútbol el Córdoba CF.

José Juan Romero

Nacido en Gerena (Sevilla) el primer día de 1974, José Juan Romero es un entregado no sólo al esquema 1-4-3-3, sino al juego de toque y posesión iniciado en España en aquel Barcelona de Rinus Michels que lideraba la Primera División cuando él nació, con Cruyff como estrella y que posteriormente, el ’14’ desarrollaría en los 90 en el club azulgrana. De hecho, justamente con el Ceuta, lo demostró no sólo en Liga la pasada temporada, sino también en la eliminatoria copera, precisamente, ante el Barcelona. El gerenense no renunció a su seña de identidad y mantuvo dibujo y estilo ante el que posteriormente se proclamaría campeón de Liga en Primera División.

Empezando desde atrás, para José Juan Romero, el portero tiene que saber jugar al fútbol con los pies para iniciar el juego. No necesita que el arquero sea un dechado de cualidades técnicas con los pies, pero sí que no rife la pelota para entregársela así al compañero mejor posicionado para empezar a armar el juego y evitar la presión del rival.

Los centrales tienen que jugar con dos o tres toques y tener claras las líneas de pase de las que van a disponer, pases relativamente fáciles que han de generales los propios compañeros, ya que habitualmente serán los jugadores de menos nivel técnico del equipo. En una rueda de prensa, el propio José Juan Romero declaró que no le gustan los pelotazos ni en los entrenamientos. Junto a sus centrales se situarán unos laterales que son peones básicos para José Juan Romero, ya que es una de sus claves a la hora de generar el juego de ataque y las ocasiones ante la portería rival. El gerenense da prioridad en ellos al juego de ataque con respecto a sus capacidades defensivas, mientras que por delante de la defensa coloca un pivote que es otra de las llaves de su equipo: debe ser un futbolista de alto nivel técnico, muy concentrado siempre para ocupar los espacios de forma inteligente para poder recuperar balones y también tener una gran capacidad táctica. Junto al pivote, dos interiores que ayuden mucho a éste en la construcción de juego y recuperación de balón y que conecten con fluidez con los dos extremos y el delantero centro. El otro punto de nivel de calidad, junto al pivote, se centra en los extremos, que deben ser futbolistas con una gran capacidad de desborde y, al menos uno de ellos, puede ser un extremo clásico de llegada hasta el fondo y centro al área o pase atrás. El delantero centro ideal de José Juan Romero debe tener una buena capacidad de remate, pero sobre todo gran movilidad.

Alberto González

El de Tolox trabajó como ojeador para el Alcorcón y también fue técnico de formación en la cantera del Betis durante dos temporadas (2012-13 y 2013-14), además de formar parte en los años anteriores del fútbol formativo del Málaga. Autor del libro Fútbol: dinámica del juego desde la perspectiva de las transiciones, Alberto González suele partir de un dibujo 1-4-1-4-1, aunque a diferencia de José Juan Romero no se cierra ni a un solo esquema ni a una sola idea. Parece que el malagueño, tal y como argumenta en su libro, da mucha más importancia a la practicidad del triunfo que a la vía de cómo se consigue. Romero carga la suerte sobre el resultado, obviamente, pero también en la forma de conseguirlo. González incide más en la competitividad del grupo, en la pelea de los balones divididos o en la intensidad que aplican sus jugadores en la reducción de espacios y, además, no requiere tanto de amasar el balón.

Al menos en su etapa en el Linares Deportivo, Alberto González no necesita en exceso mantener la posesión de balón. De hecho, sus centrales han destacado más por sus virtudes defensivas que por su manejo de balón. Lo mismo ocurre con sus laterales, que si bien son importantes en su esquema no lo son tanto por sus incursiones en ataque -a pesar de que lleguen en ocasiones hasta el fondo del campo- como por su energía en las disputas de balón.

Fiel a sus principios teóricos, la transición defensiva es un apartado importante en los equipos de Alberto González y el compromiso en el trabajo sin balón es irrenunciable. Asimismo, el de Tolox ha repetido en multitud de ocasiones dos variantes de su Linares Deportivo con respecto al planteamiento inicial. Cambiar a doble pivote en determinados encuentros en los que ha necesitado más trabajo en la medular y también desplazar a un teórico mediapunta, que inicia el partido en el costado, a su posición natural para dar entrada a un extremo nato. Eso sí, mientras que José Juan Romero es capaz de cambiar el esquema en los últimos minutos de un partido a un 1-4-2-4 en pos de la victoria, Alberto González es más remiso a alinear dos delanteros y suele dar más importancia a la posibilidad de generar peligro en los últimos metros, a través de sus mediapuntas, que al hecho de acumular efectivos en los últimos metros.

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