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Armando Shashoua, prueba de vida

El inglés firmó el domingo los mejores minutos de entre los hombres llegados en enero | Dio la asistencia del gol del empate blanquiverde, obra de Diarra

Armando Shashoua conduce el balón en el encuentro de su debut con el Córdoba CF, en El Arcángel, ante el Celta de Vigo B.

Armando Shashoua conduce el balón en el encuentro de su debut con el Córdoba CF, en El Arcángel, ante el Celta de Vigo B. / FRANCISCO GONZÁLEZ

Ignacio Luque

Ignacio Luque

Aún no conoce la victoria como jugador del Córdoba CF. Tampoco es que haya tenido excesivas oportunidades (suma 97 minutos) de mostrar su fútbol desde que fuera presentado como jugador blanquiverde, el pasado 26 de enero, por Juan Gutiérrez Juanito y en cuyo acto, el jugador inglés aseguró que llegaba a El Arcángel «no para jugar el play off, sino para ganar la Liga». Eran otros tiempos, claramente, no solo para el Córdoba CF, sino también para un Armando Shashoua que llegaba con vitola de jugador en ciernes, pero habiendo demostrado ya su calidad, de ahí que lo fichara el Ibiza por delante de otros clubs, entre ellos un Córdoba CF que le tanteó el pasado verano, como reconoció el propio director deportivo blanquiverde.

Tampoco se le pasaba a nadie que Shashoua llegaba como alternativa natural a Javi Flores. El capitán había tenido serios problemas físicos en forma de lesión y existían -aún existen- serias dudas sobre su capacidad para llegar hasta final de temporada al sobresaliente nivel que demostró en los dos primeros meses de competición. Tras la marcha de Álex Bernal, en El Arcángel se afanaron en encontrar esa alternativa al de Fátima y la encontraron en un Shashoua que además de actuar como centrocampista puro ya ha demostrado en el pasado que también lo puede hacer adelantado unos metros, en la zona que en el Córdoba CF pertenece a Kike Márquez o, en su defecto, a Miguel de las Cuevas.

Pero a Germán Crespo le costó verlo. No por el futbolista, probablemente, sino por los propios problemas del conjunto blanquiverde, que llevaron al granadino a confiar en los hombres que arrancaron la temporada para posteriormente ir introduciendo las novedades llegadas en enero. El caso es que el técnico blanquiverde eligió un mal partido para hacer debutar a Armando Shashoua: el 0-2 en El Arcángel ante un Celta B que se mostró muy superior al Córdoba CF. Ahí sumó el inglés 35 minutos sustituyendo a Javi Flores y formando pareja con Youssouf Diarra.

Armando Shashoua, en El Arcángel, el día de su presentación oficial como jugador del Córdoba CF.

Armando Shashoua, en El Arcángel, el día de su presentación oficial como jugador del Córdoba CF. / A.J. GONZÁLEZ

En la siguiente jornada, en el Reina Sofía charro, Shashoua apenas jugó 13 minutos y siete días después le tocó otro «torito» atravesado: el Real Madrid Castilla. Ante el filial blanco, el centrocampista cedido por el Ibiza jugó 18 minutos cuando saltó al campo con Kike Márquez, relevando ambos a Puga y a Caballero. No hubo nada que hacer. Aquel 11 de febrero fue el último día que jugó Shashoua con el Córdoba CF y ante el inglés se abrió un túnel de más de un mes en el ostracismo.

Un mes "olvidado"

Tras dos derrotas y dos empates vestido de blanco y verde Shashoua solo pudo sentirse futbolista de lunes a viernes, en los entrenamientos en la Ciudad Deportiva y El Arcángel, convertido este ahora en campo de prácticas y no de partido. Ni jugó en Fuenlabrada, ni estuvo en el triunfo del Córdoba CF en El Arcángel ante la Cultural Leonesa, ni pudo ayudar en el punto arrancado en Talavera, ni tampoco en el empate en casa ante el Ceuta.

Hasta que llegó el partido en el Nuevo Mirador del pasado domingo. Restaba aún más de media hora de partido y Germán Crespo le eligió para sustituir a Javi Flores e intentar reactivar un partido gris, uno más, del conjunto blanquiverde. Y Armando Shashoua lo logró. Sí, quizá con una elección táctica no muy canónica por parte de Germán Crespo, pero válida al fin y al cabo. El granadino decidió situarlo en la zona de mediocentro posicional, por delante de la defensa, y adelantar unos metros a Diarra. Defensivamente -el que mejor lo sabía era Crespo-, la idea no ofrecía excesivas garantías, pero el preparador cordobesista estaba cansado de ver a su equipo regresar una y otra vez a Córdoba con el cero en su marcador. «Llevábamos mucho tiempo sin ponernos por delante fuera de casa», recordó un Germán Crespo que atribuyó el gol encajado no a ese desequilibrio defensa-ataque de su propio equipo, sino «a un mal despeje» de los suyos.

En cualquier caso, esa mejoría con balón que experimentó el Córdoba CF en la última media hora en Algeciras tenía un nombre: Armando Shashoua. A pesar de su situación en el campo, el inglés se las apañó para mejorar la circulación, mejorar visión de juego, aumentar la circulación y, sobre todo, ayudar en la llegada al área rival. De hecho, suya fue la asistencia a Diarra para el gol del africano en el Nuevo Mirador.

Y si se habla pura y estrictamente de fútbol, los mejores minutos de todos los hombres llegados en enero los firmó Armando Shashoua en el campo del Algeciras, una prueba de vida no sólo para él, sino también para el equipo. Alguien dijo que las revoluciones comienzan con una chispa. Quién sabe si Armando Shashoua es esa chispa para el Córdoba CF.

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