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ENTREVISTA Germán Crespo Entrenador del Córdoba CF

"Vine para intentar llegar al fútbol profesional de la mano del Córdoba CF"

Con Guardiola y Del Bosque como referentes, Germán Crespo proviene de una familia ligada al fútbol que ha sido y continúa siendo parte fundamental en su día a día

German Crespo, entrenador del Córdoba CF, analiza la actualidad del equipo blanquiverde

German Crespo, entrenador del Córdoba CF, analiza la actualidad del equipo blanquiverde Manuel Murillo

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German Crespo, entrenador del Córdoba CF, analiza la actualidad del equipo blanquiverde Ignacio Luque

Si tu abuelo llega a fundar clubs y construir campos sobre los que se asienta el actual Los Cármenes, si tu padre recibe en el servicio militar una oferta del Alavés en Segunda División, si tus tíos llegan a arbitrar encuentros de Tercera y hasta tu madre es una de las pioneras del fútbol femenino de tu localidad, está claro a lo que te vas a dedicar en tu vida. De una manera u otra. Contra viento y marea, a pesar de que una mala praxis médica le rompiera el alma y algo más por separarle de los terrenos de juego, Germán Crespo (Granada, 18-11-1975) asimiló con solo 24 años que la pelota quedaba atrás tras haber compartido vestuario con Raúl González, Guti, Casquero o Víctor Sánchez del Amo, entre otros. Pero se abría otro mundo para él en los banquillos. Un mundo en el que el destino, que tanto parece haber influido en su vida, le puso delante al Córdoba CF, club que definitivamente le ha cambiado la vida.

Ha sido la suya una renovación atípica en el mundo del fútbol, tres años nada menos. No se recuerda nada igual, no solo en el Córdoba CF.

Pues sí, está claro. Creo que es una demostración del club de la confianza que pueda tener en el trabajo que estamos realizando. Pero el club no se va a hipotecar conmigo. Si no acompañan los resultados seguro que llegaremos a un acuerdo para no hipotecar al club porque tenga tres años. Y luego, pues lo mismo, a pesar de tener tres años, si yo algún año no me encuentro a gusto o puede salir algo, a mí el club me va a facilitar la posibilidad de salirnos, porque lo hemos hablado. Pero es verdad que en principio la idea era renovar, lo que pasa es que salió la idea de Javier (González Calvo) de que fuese un contrato largo y la verdad es que estoy contento, porque depositan en la parte deportiva una confianza que es complicado que se vea en el fútbol español. Quizá se vea en equipos de Inglaterra, pero en España y en un club como el Córdoba CF, que tradicionalmente ha tenido fama de que pasan muchos entrenadores por su banquillo en una misma temporada... Estoy muy contento y orgulloso de que se haya depositado esa confianza en mí.

Sobre todo para alguien que aún es joven para un banquillo y, como usted dice, viniendo de los campos de tierra.

Sí, sí. Siempre he estado peleando por una oportunidad de estas y al final creo que eso es lo que ha valorado el club, que me ha visto trabajar en el filial y luego me ha visto capaz de hacer lo que hacía en el filial en el primer equipo. Juanito e incluso Javier están en el trabajo diario y creo que ellos, sobre todo a nivel deportivo, Juan y Raúl (Cámara), por haber sido jugadores saben que mi trato con el grupo es bueno también y ellos han valorado todo eso. Creo que cuando vienes de abajo le das muchísima más importancia. Siempre he llegado a los equipos por eso, porque un presidente ha venido, me ha visto y ha visto mi forma de jugar, no por hablar unos de otros, y me ha costado mucho llegar. Ahora, cuando vienes de abajo se le da aún más importancia, porque creo que se me ha presentado una oportunidad para poder llegar, porque como jugador por el tema de la lesión, no pude. La voy a aprovechar al máximo, porque mi familia sabe lo que es llegar a las once de la noche, tener que ir tú con el presidente con el rastrillo a pasar por el campo y ahora, que con un club como este te llegue la oportunidad que me ha llegado, encantado. Valoro, como te dije antes, la confianza que me transmite el club.

Hacía usted referencia a la lesión y a la familia. Leí una vez que los entrenadores que tuvieron que cortar su carrera de forma imprevista, por lesión muchas veces, tenían un plus de ambición, por lo de intentar triunfar en el banquillo lo que no pudieron hacer en el césped.

A ver, yo la verdad es que tuve que… Cuando tienes una lesión es como el torero, estás expuesto a recibir una cornada o en el caso de un jugador, una lesión. Pero lo mío no fue una lesión deportiva, sino una infiltración que me hizo una infección. Tuve que dejarlo. En el tobillo. Eso fue lo que más me dolió, porque si estás expuesto a la lesión, pues te lesionas. Como le está pasando a mucha gente. Pero creo que cuando me pasa eso quería dejar el fútbol, porque al final estaba en un club que no se quería hacer responsable y te ves de la noche al día sin ingresos y sabiendo que no vas a poder jugar más al fútbol. Porque cuando entramos a la operación le dicen a mi familia que ojalá salga con la pierna, porque la idea era amputar. Piensas que se ha ido todo al traste y ahí ya estaba sacándome los títulos de entrenador y lo dejé. Lo dejé todo porque quería centrarme en la familia, recuperarme bien y hacer una vida normal. Tuve muchos gastos de fisios, de tratamientos para poder estar, gracias a Dios, como estoy. Cuando se me pasa todo esto, me llega la oportunidad de un entrenador que quiere que trabaje con él como segundo. Le digo que no, pero luego estoy con él, me incorporo, pero no me veía con fuerza para continuar. Una vez que me recupero bien hablo con la familia, sigo sacándome los títulos y como era una cosa que desde los cuatro años… Mi madre vivía al lado del estadio de Los Cármenes. Yo me iba al campo ya con cinco años y tenía que ir ella a buscarme. Así me ha gustado el fútbol. Mi padre era futbolista y lo he vivido mucho. Luego, se me presentó la oportunidad. No sabía que podía llegar hasta donde estoy y tenía ese gusanillo que me había faltado como jugador. La verdad es que le he dado mucha importancia por eso: tuve la oportunidad de triunfar, pero la eché por alto por venirme de Madrid, porque quería estar en Granada, jugar en Granada y perdí esa primera oportunidad como jugador, cuando estaba en un club como el Real Madrid, en su juvenil, con una quinta muy buena. Allí, un día se me cruza un cable y me bajo para Granada, porque quería estar en Granada y quería firmar en el Granada. Todo eso me ha servido para darle importancia y para intentar no desaprovechar la oportunidad cuando se me presentase.

"Cuando dejo el Real Madrid y vuelvo a Granada mi padre se tira sin hablarme dos o tres años"

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Viene de familia futbolera, su dedicación al fútbol, de una manera u otra, era predestinada y nada casual.

Mi padre le pasa igual. Mi padre podía haber llegado a Primera División. Le quiso firmar el Alavés cuando hacía la mili allí en Vitoria. Creo que el club estaba en Segunda División, pero mi madre ya estaba embarazada de mí. Le hicieron una oferta muy buena, pero mi padre no quería estar lejos con su mujer ni su niño e igual, termina. Y cuando yo le digo que me quiero venir del Real Madrid me dijo eso: «No tenía un padre que me aconsejara, pero tú si lo tienes». De hecho, cuando yo me vuelvo del Real Madrid a Granada, me tiro dos o tres años en los que mi padre dejó de hablarme. Porque si tenía la oportunidad de mi vida y «no quieres ser futbolista», pues «te pones a estudiar y a trabajar». También tuve un tío que era presidente, era portero, tenía un club en Granada, yo me iba a ver los entrenamientos y luego tenía otros dos tíos que eran árbitros, a los que veía porque me llevaba mi abuelo, pitando partidos en esos pueblos que los ponían (sonríe)… Desde los cuatro años he vivido el fútbol y ahora, gracias a Dios, puedo decir que muchos años después puedo estar en este mundo que tanto me gusta.

Lo suyo en el fútbol no es casualidad.

Sí, con cuatro años, desde prebenjamín. Luego he tenido la suerte, que por mi forma de jugar siempre he jugado en categorías superiores a las que me correspondía por edad. Llegué a debutar en el Granada siendo juvenil, en Tercera División debuté siendo cadete de segundo año. Son muchos años, me ha gustado mucho, soy un enfermo de esto, le dedico muchas horas y eso mejor que nadie lo saben mi mujer y mis hijas, que todos los días me ven delante del ordenador.

Esa quinta del juvenil del Real Madrid era llamativa y en ella estaba Raúl, como se vio en el reciente partido contra el Castilla, al que pudo saludar muchos años después.

Sí. Teníamos un equipazo. Teníamos, además de a Raúl, a Casquero, a Álvaro Benito, estaba Víctor Sánchez del Amo, llegó a estar Guti algunos partidos, porque subía y bajaba. Y luego había jugadores de menos nombre ahora, menos conocidos, pero que han llegado a Segunda. Había un chaval que se llamaba Rodri, un compañero que metía el doble de goles de Raúl, lo que pasa también era un chaval gitanillo y tenía novia también y a las dos semanas de irme yo, cuando fui a verlos a Madrid, me dijo Del Bosque: «Te has ido tú y se ha ido tu colega». Ahí teníamos un equipo… Ganábamos todos los partidos 4-0, también fuera, y Raúl empieza ese año en el juvenil C, en pretemporada lo suben al juvenil A, que era el mío y esa temporada termina en Primera División.

En esas categorías no había necesidad de fomentar la igualdad en cuanto a razas como ahora. Entonces encajaba el 'diferente' sin problemas.

Completamente. Todo el mundo.

¿Quién les entrenaba?

Ese año tuve a García Hernández, también a Ángel Puebla y otro que ahora mismo no recuerdo el nombre, que estuvo dos años y no tuvo más continuidad.

Germán Crespo, en su despacho, durante la entrevista a CÓRDOBA. MANUEL MURILLO

Vuelve a Granada y le coge Lucas Alcaraz.

Sí, me voy al Granada por lo mismo. Estoy allí y lo primero que hacía era comprar el Ideal. Y en el Ideal leo que el Granada no tenía cerrados los sub-23. Cuando leo eso ya no aguantaba. Es verdad que el Madrid no era lo que es ahora. Los jugadores de la cantera estábamos en una pensión con gente mayor, comíamos en el mismo salón que ellos, algunos con 90 años y sus dificultades físicas y tal. Es verdad que estaba ese tema un poco abandonado, siendo el Madrid. Sé, por ejemplo, que tanto Iniesta como Iván de la Peña van allí y, cuando ven eso, salen corriendo. De ese cúmulo de cosas, aparte de que yo soy muy familiar, siempre estoy deseando descansar aquí para ver a mis padres, a mi familia, y es un defecto que siempre he tenido.

Bueno, más que un defecto, una característica.

Bueno, sí, pero cuando has tenido la oportunidad del Madrid y luego también tuve la oportunidad de firmar en el San Pedro y con el contrato cerrado también me volví, luego con el tiempo…

Jesús Navas también es así.

Sí, muchos jugadores, es verdad. Del Bosque y Ramón Martínez me meten en la oficina y me dicen que allí le pasó a otros jugadores ese mismo problema cuando les dije que me iba. Pero bueno, me voy al Granada, empiezo en Preferente, con el Recreativo Granada, con Lucas Alcaraz, y a mitad de temporada suben a Lucas al primer equipo y él me sube, pero no llego a debutar. Y en la siguiente temporada sí es cuando estoy como jugador de la primera plantilla y juego 36 partidos, veintitantos como titular.

"El tema de la residencia estaba un poco abandonado, siendo el Real Madrid. Sé, por ejemplo, que tanto Iniesta como Iván de la Peña van allí y, cuando ven eso, salen corriendo"

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Como entrenador llega a Jaén, el primer éxito, muy parecido a lo hecho la pasada temporada con el Córdoba CF. Rota mucho en las alineaciones y hace récord de puntos (101) y de goles (99).

El Jaén viene en busca mía a mitad de la temporada anterior. Viene el presidente de entonces, se presenta un día, me llama para reunirse conmigo y yo, lo primero que hago, es comunicarle al presidente del Huétor Tájar que me iba a reunir con el presidente del Jaén. Me dice que quiere que sea el entrenador del Jaén, que iban a destituir a Salva Ballesta, que era el entrenador en ese momento. Hablo con mi presidente, le digo que me ha hecho el Jaén una oferta muy buena, pero que mi intención no es irme. Con el Huétor Tájar hago el primer año play off y ese segundo año íbamos segundos en Tercera. Él me dice que es la oportunidad de mi vida y que por él no tendría problema, que me fuese. Pero valoro, veo y a mí no me gusta empezar un proyecto y dejarlo. Allí estaba haciendo años muy buenos, aquel play off era el primero en la historia del Huétor Tájar y pensé que si esa oferta la tenía en ese momento podía tenerla también al final de temporada. Aparte yo no podía entrenar al Jaén, porque si dejaba el equipo solo podía entrenar en una categoría superior, pero el presidente, como estaba un poco loco, decía que le daba igual, que buscaba a alguien para poner el carnet. Pero yo pensaba que esa no era la mejor forma de entrar a un club como el Jaén y, además, de dejar un club como el Huétor Tájar con el temporadón que estábamos haciendo. Pasa eso, el presidente del Jaén insiste, habla con el presidente del Huétor Tájar, dispuesto a pagar por la baja a pesar de que le había dicho que no, y mi presidente le dice que no hace falta dinero, que me puedo ir. Y entonces le digo que no. Cuando terminamos la temporada, justo antes de finalizarla, viene de nuevo el presidente del Jaén, que me quiere la siguiente temporada suba o no suba el equipo, porque al final disputó el play off. Al final no sube, me reúno con ellos y lo cerramos. Cuando voy allí me encuentro aquello hecho un solar. Tenía una persona, su hermano, que el pobre está enfermo, la secretaría… Cuando firmas por un club como el Jaén, un histórico a pesar de la categoría, te esperas otra cosa: sin campos donde entrenar, me llevó a un campo para que lo viera y cuando lo vi cogí una depresión. La Victoria hasta este año en el que lo han arreglado era un patatal y, claro, llego con muchas dudas. Cuando doy el paso para llegar a un club como el Jaén y creer que puedo seguir creciendo, me encuentro aquello. El equipo lo hice yo, porque quería hacerlo porque conocía la categoría. Creo que hacemos una grandísima plantilla y, como dices, batimos todos los récords: de victorias, de puntos, de victorias consecutivas, de triunfos fuera, en casa, de goles… Es verdad que había algunos jugadores que no rotaban tanto, dos o tres. Le sacamos al segundo, el Linares, 16 o 18 puntos y tenemos la mala suerte de caer ante el Racing de Ferrol -con un gran presupuesto y con uno menos allí, en A Malata, la última media hora- en la eliminatoria de campeones y, luego, ante el Algeciras, en un partido que perdemos en el Nuevo Mirador, pero que si nos vamos 0-5 al descanso no hubiera sido raro. Y en el minuto 89 nos pitan un penalti que no era. Y luego, en el partido de vuelta, todo fue muy raro, muy tenso, porque tras el partido de ida, con aquella superioridad, el presidente (del Jaén) vendió las entradas incluyendo la eliminatoria siguiente, lo que motivó al Algeciras. Hubo un exceso de confianza que nos hizo daño y hubo otro problema del presidente con un jugador. En fin… ese día veía que el partido no iba a ser bueno.

¿Tuvo algún referente cuando era jugador?

Sí. Fernando Hierro. Porque creo que era un jugador de características parecidas a las mías. He jugado mucho de central, por ejemplo en el Real Madrid, pero también he jugado en el mediocampo. Cuando me firma el Madrid, yo en la selección andaluza, que fuimos subcampeones de España, juego de central. Era un jugador que, por ejemplo, a Lucas Alcaraz le gustaba mucho que jugara en ese puesto porque tenía mucha llegada. Era un jugador con mucha zancada que, a pesar del cuerpo que tenía, era muy ofensivo. Y creo que a Hierro le pasaba igual en el Madrid. Había partidos en los que jugaba de central y era el referente que yo tenía. Evidentemente, a mí el que más me gustaba era Diego Armando Maradona (sonríe), pero por mis características de jugador era Hierro al que admiraba.

No me diga que usted, que era mediocentro defensivo, y que admiraba a un mediocentro defensivo, no juega con mediocentro defensivo.

(Sonríe) Así es, así es. No, lo que pasa es que yo, cuando jugaba de mediocentro, jugaba más por delante del mediocentro. De hecho, yo el año que estoy con Lucas Alcaraz en Adra, en Tercera División, tenía problemas de pubis y estaba por encima de mi peso ocho kilos. No podía entrenar y solo jugaba. Ese año estaban en Tercera el Málaga, el Poli Ejido, el Poli Almería… Equipos muy fuertes, con jugadores como Aranda, Basti… Y llevaba yo 12 goles ya en Navidad. El Adra deja de pagarnos y se va todo un poco al garete y a mí me viene un equipo de Almería, el San Isidro de Níjar, porque necesitaban un delantero. Me dicen: «Necesitamos un delantero como tú». Cuando me dicen eso... (ríe) Ahí tenía 22 años. Luego, regreso al Granada y me pasa lo del tobillo, con 24 años.

¿Un referente como entrenador?

A ver, yo he intentado coger lo mejor de cada uno. Es verdad que la filosofía de juego de Pep Guardiola y lo que suele transmitir en los entrenamientos pues me gusta mucho, pero intento al final quedarme con la gestión de grupo de Vicente del Bosque, porque personalmente lo conocí y era un entrenador que hablaba mucho conmigo en la ciudad deportiva, conmigo y con todo el mundo. Creo que la gestión de vestuario tanto en el Madrid como en la selección española creo que fue la clave del éxito, también para el Mundial que ganó España en Sudáfrica. Creo que por estilo de juego me gusta Guardiola y por gestión de vestuario, Del Bosque.

Germán Crespo, entrenador del Córdoba CF, en una de las dependencias de El Arcángel. MANUEL MURILLO

La importancia que le da usted a la familia es fundamental.

Sí, me pasaba con mi madre y mi mujer ha tenido que sufrir el que yo me viniese de Madrid. Todo el mundo decía que yo me había vuelto por su culpa. Compañeros de entonces que ahora veo me dicen: «Seguirá siendo tu mujer la novia de entonces, ¿no?» y yo les respondo que sí (sonríe). Claro, es que yo la conozco desde que yo tenía 15 años. Y ella tenía 13. Son muchos años, una vida. Sufrió mucho cuando me vine de Madrid, que todos los palos eran un poco para ella, aunque yo decía que también era mi madre, las comidas y todo eso, pero como se suele decir, «dos tetas tiran más que dos carretas», y la pobre lo pasó mal. Luego, cuando me pasa lo de la pierna, lo mismo. Ella, cuando preguntan mi madre y ella al médico que me iba a operar si iba a poder seguir jugando al fútbol, el médico les contesta: «Ojalá pueda salir con las dos piernas» del quirófano. Porque era muy probable que me la amputaran, porque la pierna estaba engangrenada, pero operaron y… Ellas no querían que lo supiera, pero yo se lo notaba a ellas en los ojos, porque lloraban cada vez que salían de la habitación. Fue una etapa donde nosotros teníamos ya casa, íbamos a amueblarla y teníamos que vender la casa porque no había ingresos. Gracias a Dios, con la ayuda de la familia pues pudimos tirar para delante y al final mantuvimos la casa. Es verdad que ellas lo han pasado mal y ahora, si yo me he alegrado de la renovación, aquí, mi mujer y mis hijas, ni te cuento. Y mi madre igual. Mi madre, si yo estoy de viaje me llama para preguntarme por dónde voy, porque mi familia lo que quiere es tenerme cerca. Ahora no pueden estar conmigo y si me alegro de la renovación, ellas saben que van a estar dos o tres años, ojalá que muchos más, cerca de mí. Una alegría inmensa. El año en el que no se sabía si iba a seguir aquí, cuando me sale lo de Huelva, ellas sabían que allí no íbamos a vernos prácticamente, porque no es lo mismo dos horas menos cuarto que cuatro horas. Han sufrido, es verdad, pero ahora lo están disfrutando.

"Cuando preguntan mi madre y mi mujer al médico que me iba a operar si iba a poder seguir jugando al fútbol, él les contesta: Ojalá pueda salir con las dos piernas"

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En Jaén no vivía allí, viajaba cada día.

Sí. El cuerpo técnico me lo llevé de Granada. Iban Óscar (Ibáñez), el preparador físico… más ocho o nueve jugadores que me llevé. No íbamos solos en los viajes y al final un invierno es muy largo y siempre íbamos hablando de todo lo malo que teníamos allí (sonríe). Todas las semanas había un problema, el presidente quería echar a cuatro jugadores o cosas así, y eso sirve para tomar distancias. Pero estabas todo el día en la carretera y eso es complicado.

¿Su mujer pudo ser la persona que más disfrutó del ascenso del Córdoba CF la temporada pasada, conocedora de lo que significaba para su carrera?

Sí, seguro. Mi madre también, porque también jugaba al fútbol, en los primeros años.

Fue pionera.

Sí, sí. Ella también y entiende de fútbol. Yo a mi mujer se lo digo. Mi mujer a mí me hace el resumen de un partido y… Hay veces que digo «es lo que he pensado después del partido». Hace poco se lo dije: «En el momento que cuadremos, se lo digo a Juanito y te vienes aquí» (ríe). No, fuera de bromas, la verdad es que ella lo vive, porque ve muchos partidos, ella viene todas las semanas y fuera también. Este año menos, pero la temporada pasada fue a Antequera, a Vélez, a muchos partidos. Y los años anteriores, domingo tras domingo, tanto ella como un presidente que tuve, el primero que tuve en categoría sénior, y que es muy buen amigo mío, pues los dos se fueron a Ferrol en coche. Y a Algeciras. Me han seguido a todos lados. Entonces saben lo que sufro. Mis niñas, cuando perdemos un partido dicen «hoy ni comemos, ni salimos, ni nada». Y sin embargo, ahora llevan dos o tres años que dicen «joé, papá, qué alegría, porque te cambia la cara». Lo sufren. Estuvieron en Las Tendillas en la celebración del ascenso y lo viven como yo, porque ellas me notan la alegría, la que tengo ahora. El año que termino en Jaén, allí tuvimos que salir… A mí se me cae el mundo encima cuando veo a mis hijas y a mi mujer llorar porque les querían pegar los aficionados. Sufrimos después de hacer un año como hicimos y tras el último partido, que no has conseguido el ascenso, allí se lio y cuando salgo las veo llorando. Mi hija temblando, abrazada a mí, pues la verdad… Ellas más que nadie se merecen todo lo bueno que me está pasando aquí en Córdoba.

Germán Crespo, entrenador del Córdoba CF, en El Arcángel. Manuel Murillo

Córdoba ya es un salto definitivo en su carrera, significa un antes y después de los «campos de barro» a los que se refirió usted tantas veces.

Sí, está claro. Porque yo, gracias a Dios, no he tenido un año donde me hayan cesado, todos los resultados han sido buenos. Si he ido a un equipo con el objetivo de estar en mitad de la tabla, he ascendido. Huétor Vega y Atarfe los asciendo… Siempre me ha ido bien. Pero conseguir un ascenso con el Córdoba… Tengo gente que me dice «tú no estás viendo lo que estás haciendo, ¿no?», por la ilusión que hay. En Granada me contaban «el otro día estuve con un cordobés y te tienen allí arriba, arriba». Entonces, estás en el día a día y no te das cuenta. Pero sí, gracias a Dios están saliendo las cosas bien y esto, al final, lo habla todo el mundo. Se habla en Granada, en Málaga y por todos sitios. La repercusión que tiene Córdoba y al ser los números que estamos haciendo, batiendo récords y, si Dios quiere, tenemos la suerte este año de subir, sé que esto me va a abrir muchas puertas en el futuro.

Porque el objetivo, en realidad, es ascender, por mucho que se hable de 'play off'.

Hombre, viendo las sensaciones que ha dado el equipo en las diez primeras jornadas y sobre todo por la gente que compone el club, al final todos somos ganadores. La propiedad es ganadora, pero sobre todo los que estamos aquí en el día a día, Javier es ganador, la dirección deportiva es ganadora, el cuerpo técnico es ganador y por lo que hemos visto, la ilusión que tenemos y, sobre todo, la ilusión que tuvimos el año pasado… Veía yo partidos de Primera Federación y pensaba que con el equipo del año pasado perfectamente podíamos competir. Luego, podíamos estar arriba o abajo. Ahora se ha demostrado, porque el otro día había ocho o nueve jugadores del año pasado en el once titular. Todo el mundo está enchufado, da alegría ver al equipo entrenar, viendo a rivales importantes que van a estar en la pelea por arriba, como Dépor, Alcorcón y demás, creo que podemos estar perfectamente ahí arriba. Va a depender mucho de que nos respeten las lesiones, pero por lo que comentamos tanto de las rotaciones, creo que vamos a llegar mejor a esa segunda vuelta. En el Racing de Ferrol, por ejemplo, ya han tenido lesiones, importantes, y está claro que tenemos ir poco a poco. Pero no vamos a renunciar al ascenso, porque creo que podemos pelear primero por meternos en el play off y una vez ahí, pelear por ascender directos.

"Viendo las sensaciones que ha dado el equipo en las diez primeras jornadas y sobre todo por la gente que compone el club, al final todos somos ganadores"

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¿Es partidario del mercado de invierno? Porque hay quien prefiere que no se toque el grupo.

Por presupuesto va a ser difícil ir a por un jugador que pueda mejorar lo que tenemos. Al final, si vas a por un jugador para reforzar el equipo es un jugador que no está jugando y a lo mejor no va a tener esos minutos que tiene que tener, o esa competitividad que tienen los que tengamos aquí. Está el ejemplo de Dragi (Gudelj), el año pasado. Un jugador que era titular y por unas cosas u otras el Cádiz quiere que salga. Si hay un jugador de esos, sí puede ser que reforcemos la plantilla, pero no vamos a ir a por un jugador que haya jugado 2 o 3 partidos, a no ser que sea de superior categoría. Pero creo que estamos muy contentos y al final, cuando traes a un jugador de la misma categoría, que no está teniendo minutos y que no… Mientras asimila conceptos, automatismos y demás y coge ritmo competitivo, pues va a ser complicado. Pero si sale una oportunidad como la del Gudelj el año pasado, pues nos lo plantearemos. O si hay un jugador que sea baja en una categoría superior. Pero para que te venga un jugador de superior categoría que esté jugando va a ser complicado, porque económicamente no creo que podamos pelear, porque otros tendrían ventaja sobre nosotros.

Se ve usted en el fútbol profesional.

Bueno… Estoy peleando por ello y lo he puesto como ejemplo aquí. Vine para intentar llegar al fútbol profesional con el Córdoba CF. Había dos categorías de distancia y ahora me veo un peldaño más cerca. Como te comento, igual no valoro yo tanto lo que se está haciendo, pero desde fuera todo el mundo, ayer en Granada me lo decían: «Madre mía, ¿cuándo te vienes para acá?». Creo que estamos trabajando para que si tenemos la suerte de que llega esa oportunidad aprovecharla, porque son muchos años peleando por esto y, si se presenta, que es muy bonito estar en categorías amateur, pues imagina llegar al fútbol profesional.

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