Están preparados. La rueda de la Primera RFEF no cesa un segundo y, tras un choque titánico durante el pasado fin de semana ante el Racing de Ferrol en A Malata (1-1), lo que ahora llega es una nueva prueba de fortaleza para el Córdoba CF, que este domingo recibirá una cita trampa en toda regla ante el Talavera en El Arcángel (domingo, 16.00 horas, InSports TV). Un duelo de segundo clasificado ante colista que aún con todo presume la lógica complejidad que caracteriza la categoría, aunque con diversos frentes abiertos que invitan al optimismo. Las sensaciones, al alza, han sido una de las principales premisas sobre las que han trabajo los de Germán Crespo en esta penúltima sesión de la semana previa al choque, la de este viernes, en la que el grupo lució una vez más intensidad, buen ambiente y su gran estado de forma antes del inminente encuentro.
La sesión contó con una hoja de ruta algo distinta a lo acostumbrado, comenzando desde primera hora con un extenso circuito de calentamiento con balón. Poco después, una vez adquirida temperatura, los futbolistas siguieron dando continuidad a los ejercicios con pelota a través de rondos y dinámicas de presión, en las que pudo verse especialmente enchufados a algunos futbolistas como Simo -de vuelta tras su juicio del pasado jueves- o los estandartes del filial Manolillo y Cristian Delgado. En lo demás, Germán Crespo reincidió en la necesidad de convertir de forma efectiva de cara a puerta, dando rienda suelta a toda una retahíla de ejercicios con ese fin. Hubo de todo.
Con el centro, los pases y, sobre todo, la definición a portería, el grupo se dividió en dos equipos para ensayar puntería, con entrenamientos específicos en los que Miguel de las Cuevas, Antonio Casas o Carlos Puga, entre otros, iniciaron una tanda de golazos que tan solo pudieron desbaratar un inspirado Felipe Ramos y Pablo Picón, de vuelta y con grandes sensaciones una vez dejadas atrás sus molestias. Con el fin de esa dinámica, a plenas revoluciones y con grandes notas extraídas, los jugadores pasaron a una práctica final más distendida al puro estilo “fútbol-tenis”, en la que las carcajadas, los golpeos de cabezo, las sonrisas concordes e incluso chilenas -Gudelj firmó un par de bella factura- echaron el resto para una mañana en la que la unidad del bloque califa volvió a quedar patente.
Javi Flores y Ramón Bueno, cara y cruz
En lo referente al parte médico, la situación de Javi Flores con el grupo arrojó notas positivas tras el amago de lesión durante la pasada semana y el inicio, algo renqueante, en la presente, aunque durante este jueves el de Fátima se ejercitó con total normalidad junto al resto de compañeros en la Ciudad Deportiva. No fue así para Ramón Bueno, que prosiguió con su trabajo al margen en El Arcángel, descontando fechas para abandonar una enfermería en la que también prosigue la baja de Ekaitz Jiménez, al que también cada vez la queda menos para volver a la rutina del equipo.
