Un movimiento de alcance. La figura del joven Hashim Luay Khalaifat se ha convertido en el primer puente real que tanto el Córdoba CF como Baréin tienden más allá de la parcela estrictamente administrativa, la principal hasta la fecha, con la incorporación del mediocampista de 18 años a las filas de la sección Juvenil A del cuadro blanquiverde, actualmente dirigida por Pedro López, que se encuentra liderando el Grupo 14 de la Liga Nacional Juvenil tras lograr el pleno de victorias en estas tres primeras jornadas.
La incorporación del bareiní, de esta forma, suma un nuevo paso en firme en la relación de la entidad califa con el país del Golfo Pérsico, actual propiedad, con el también primer paso ahora sobre el verde. “Estoy muy contento de estar en el Córdoba”, reconoció el propio Hasim en sus primeras palabras como blanquiverde, tras conocer de primera mano los entresijos de El Arcángel, haciendo también especial referencia al papel del cordobesismo.
La llegada del mediocampista, por otro lado, confirma un nexo ya vaticinado, como posible apertura de una conexión que podría abrir la puerta a más incorporaciones de la misma naturaleza en el futuro, situando al Córdoba CF como un espacio lícito para el fogueo de los mayores talentos incipientes del Reino de Baréin. Inmersos en pleno calendario competitivo de la Liga Nacional Juvenil, a su vez, la llegada de Khalaifat también aportará más mimbres al prometedor proyecto blanquiverde en la búsqueda del retorno a División de Honor, que ha iniciado de forma casi inmejorable durante estos primeros compases de la temporada.
Una cita para los de Germán Crespo
Los pupilos de Germán Crespo, al igual que durante el pasado curso, también tienen ya señalada en su agenda la visita de la plantilla a tierra bareiní -que empieza a ser tradicional-, con el stage fijado para el próximo parón invernal de Primera RFEF. Fue allí durante la anterior campaña, la 2021-2022, en la que el primer equipo vivió un período de concentración plagado de actividades, visitas a enclaves icónicos y también encuentros amistosos frente a equipos locales, con hasta dos choques disputados ante rivales de la máxima categoría nacional, con un saldo de un empate y una victoria en el casillero.
Más allá de lo deportivo, aquel viaje también se tradujo en la fortaleza de un grupo sumamente unido a lo largo de su andadura por Segunda RFEF, con bonitas estampas de concordia y gran ambiente en un vestuario que, meses después, tocó el cielo de Las Tendillas, así como alguna que otra anécdota como la estelar aparición de hasta dos futbolistas bareiníes ataviados con la zamarra blanquiverde, durante el último de sus duelos del stage, ante el Al Riffa en el partido de despedida del país asíatico.
