«Aprieta, aprieta», exigía un compañero a Calderón durante el penúltimo ejercicio con balón ordenado por Germán Crespo en el entrenamiento previo al encuentro del Córdoba CF contra el Rayo Majadahonda. La sesión del viernes podría calificarse casi de divertida. Álex Prieto dispuso en primer lugar un juego por parejas o tríos. Los jugadores debían alcanzar a otros y ahí Simo, agarrado a Diarra, corría como un poseso para agarrar a otros compañeros. El buen ambiente rozaba el cachondeo y era solo el primero de los ejercicios señalados por el preparador físico blanquiverde.
Luego, en el centro del campo grande de la Ciudad Deportiva, Prieto dispuso a los futbolistas en dos filas, unos frente a otros, y con los conos delante de ellos, de varios colores, por lo que él debía marcar un color y cada futbolista coger uno de ellos. De nuevo, y tras señalar algunos colores, las risas estuvieron aseguradas. De esa manera, el cuerpo técnico blanquiverde lograba no pocas cosas en una o dos solas. Pero la principal era que el buen ambiente se mantenía en el Córdoba CF pese a lo ocurrido en los últimos días. Había que hacer olvidar todo y centrarse en el fútbol, de ahí que después de varios de los juegos, Germán Crespo dispuso a los jugadores en dos grupos de diez cada uno para el típico ejercicio de presión. Y la verdad es que el nivel de tensión competitiva se mostró a lo largo de todo el ejercicio. No solo apretaba Calderón, lo hacían todos. Pero también había momentos para la distensión, como cuando Kike Márquez, al ver que se le iba un balón a Manolillo, le comentara al joven lateral: «Manolillo, la pelota estaba viva, ¿eh?». El ejercicio continuaba con Ramón Bueno como comodín durante parte del mismo y con Simo siempre muy activo, tan activo como en cualquier otro entrenamiento.
Era un día más. Finalmente, y como viene siendo habitual, se realizaron disparos a puerta y remates tras centros laterales, algunos de ellos a balón parado, en los que también fue protagonista Simo Bouzaidi. Luego, en sala de prensa, Germán Crespo tuvo que torear como pudo -mejor, probablemente, de lo que él creía- con las preguntas sobre lo acontecido durante la semana.No se atrevió a asegurar cómo recibiría El Arcángel el asunto cuando se le preguntó por la reacción de la propia hinchada cordobesista. «Yo lo que quiero es que la afición esté como el día del Fuenlabrada, que nos llevó en volandas», respondió.
También hubo tiempo para hablar del rival. «Cualquier equipo da por bueno lograr un punto», pero la situación del Rayo Majadahonda plantea un escenario diferente. «Con los números que tienen, si vienen a buscar un punto» significaría que en cuatro jornadas han sumado un punto o dos. Tendrán que venir aquí a buscar el partido y nosotros, con nuestra propuesta y conceptos, hacerles un partido largo. No es lo mismo que vengan en la zona templada de la clasificación que con la exigencia que pueden venir» a El Arcángel, sentenció.
Es lo que pretende Germán Crespo, que todo vuelva a una zona templada en el Córdoba CF.
