El director de orquesta. Si al Córdoba CF le van tan bien las cosas es en gran parte gracias a un nombre propio: Germán Crespo. El granadino es la piedra angular de un proyecto que ha iniciado de forma brillante un curso tan histórico como decisivo en el devenir de la entidad blanquiverde, que tras un año de reencuentro espiritual consigo misma y su afición en el sótano del fútbol español, vuelve a la antesala del deporte profesional con el objetivo de llevar su nombre una vez más a la cúspide. Una empresa de enorme dificultad que ha sido delegada en las expertas manos de un técnico que más allá del ascenso, ha conseguido dejar su impronta mediante toda una revolución, la de este nuevo Córdoba CF, que presenta una cara y una propuesta temibles. Pura vocación ofensiva.
Es un aspecto en el que la figura de Germán Crespo cobra vital importancia, imponiendo éste su particular filosofía. El granadino es al gol lo que el escultor al cincel, por lo que no es de extrañar que la producción en ataque blanquiverde siga siendo casi desorbitada tras apenas dos jornadas en la nueva Primera RFEF. La pegada de la que presume el cuadro califa es directamente el resultado de la también intachable confección de la plantilla, que regida bajo las atentas miradas de Juanito y Raúl Cámara, ha conseguido dotar a su técnico de todo un arsenal de armas de extremo calibre. Nunca es fácil elegir, aunque con tantas alternativas, parece seguro que de una forma u otra se acertará.
Potenciar las bandas, que son dinamita
En la temporada 2021-2022 ya se evidenció que los extremos son una pieza primordial dentro del esquema del preparador, algo que ha quedado suscrito con este arranque en la categoría de bronce, donde los goles y las asistencias mayormente se originan gracias al desborde por banda. El actual pichichi del equipo, precisamente, es Simo Bouzaidi, que desde el costado izquierdo ha conseguido apuntarse dos dianas -una por partido- para rematar sendas goleadas blanquiverdes ante el Fuenlabrada y el Unionistas. Sin ir más lejos, es el mismo escenario que ocupa Carracedo, con un tanto, que fue el autor y ejecutor del primer gol del Córdoba CF en esta nueva etapa, además de abrir la lata ante un rocoso combinado salmantino para firmar el estreno en El Arcángel (4-1).
En aquel partido, ante el propio Unionistas, el gol de la sentencia corrió a cargo de Willy Ledesma durante los minutos finales, aunque también vino precedido por una galopada descomunal desde banda derecha por parte de Adrián Fuentes, que culminó habilitando a Kike Márquez y éste asistiendo al de Torremejía. Fue el colofón a una noche de altos vuelos en la que las bandas blanquiverdes fueron un caladero de ocasiones, preludio calcado de lo que ocurrió posteriormente contra el Fuenlabrada, donde se repitió la escena con unos Christian Carracedo y Simo Bouzaidi incombustibles, secundados a la perfección una vez entró en el terreno de juego Cedric Teguia, que también pudo haber estrenado su casillero.
Ciertamente, incluso el papel de los laterales ha adquirido una importancia mayúscula en el esquema altamente ofensivo planteado por Germán Crespo, donde tanto José Ruiz, Carlos Puga como Calderón, las tres alternativas hasta ahora empleadas en los carriles, han conseguido aportar frescura y mordiente cada vez que se unían al ataque, aunque siempre complementado sus subidas con una cara solvente en labores defensivas.
Incidencia en el balón parado
Una novedad en este nuevo año está siendo el balón parado, causante del primer y único gol encajado por el equipo, durante el partido del debut ante el Unionistas, pero también firma del último tanto anotado, obra de Diarra con un testarazo inapelable. Durante el pasado curso -en el que tampoco hizo falta- la pizarra blanquiverde apenas cobró importancia, contabilizando únicamente dos goles en un campeonato larguísimo. Los artífices de aquellas dos dianas fueron Gudelj, frente al Don Benito, y Bernardo Cruz, que consiguió ver puerta frente al Mensajero, aunque la envergadura de la retaguardia califa nunca terminó de traducirse en peligro en la estrategia. Ha sido un aspecto que el propio Germán Crespo ha tratado de revertir desde primera hora, incidiendo en cada entrenamiento y dándole mucha más importancia -o acierto- que anteriormente a dicha parcela.
Con estos cambios, la permuta de premisas y la llegada de nuevas caras para encumbrar la apuesta ofensiva a balón parado, el equipo ahora está ofreciendo una versión mucho más prolífica en lo que a su pizarra se refiere. Si bien el único gol anotado de forma directa fue el último ante el Fuenlabrada, servido por Miguel De las Cuevas con guante de seda, por cierto, el antes mencionado tanto de Carracedo ante el Unionistas también se gestó a balón parado, desde la esquina, con un córner que acertó al bajar Jorge Moreno y que terminó cayendo en pies del catalán, que sacó el fusil y no perdonó. Esa fue la primera de las múltiples jugadas y variantes que hasta ahora ha presentado el equipo, dejando en claro que si la exigencia de la categoría sube en ese aspecto, el Córdoba CF hace lo propio.
Los revulsivos matan el partido
Al igual que durante el pasado curso, en esta temporada 2022-2023 el granadino no ha variado un ápice con respecto a su filosofía en los cambios. Las entradas desde el banquillo, bajo su concepción, nunca han sido para amarrar el resultado, sino más bien para matar el partido. Así, claro reflejo ha podido verse en estas dos primeras citas del calendario, donde la defensa, a excepción de la entrada de José Ruiz por Carlos Puga debido a algunas molestias del lateral albuñolense ante el Unionistas, no se ha modificado sobre la marcha en absoluto. En aquel encuentro acompañaron en la segunda unidad Cedric Teguia, Kike Márquez, Willy Ledesma y Adrián Fuentes, cuatro atacantes, una verdadera declaración de intenciones, que además surtió efecto redondeando la noche.
La misma escena, por otro lado, pudo vivirse ante el Fuenlabrada, frente al que sí hubo una permuta en el mediocampo para dar algo de oxígeno, con la sustitución de Javi Flores por Ramón Bueno, aunque en el resto todo permaneció conforme a la regla. Los revulsivos fueron Cedric Teguia, Miguel De las Cuevas, Sergio Benito y Adrián Fuentes, otros cuatro atacantes, que pusieron su aval para echar el cerrojo a los tres puntos sin sufrir demasiados apuros ante un presumido rival directo por el ascenso. Fue la puntilla para una receta que también parece funcionar a las mil maravillas ahora en Primera RFEF, donde el equipo ya luce a la vanguardia de la categoría y despertando el temor en sus rivales. La tercera cita será la de confirmación, la primera fuera de casa. Próxima parada: el Celta B en el Municipal de Barreiro (domingo, 17.00 horas, InSports TV).
