Las vísperas al debut del Córdoba CF en Primera RFEF se consumen con múltiples frentes abiertos, aunque con espacio para los balances, agradecimientos y peticiones para revivir los éxitos del pasado curso en este que ahora se cierne sobre El Arcángel. Uno de los pesos pesados de la plantilla, Miguel De las Cuevas, el futbolista que más temporadas encadena en el actual bloque, reconoció que su ilusión y objetivo para esta temporada es devolver al club al fútbol profesional. “Como reto personal lo que quiero es ascender, devolver al Córdoba CF a donde cuando llegué estaba, en Segunda División por lo menos. Es mi ilusión, mi sueño desde que tuvimos esos años no tan buenos y mi deseo es ese”, manifestó el alicantino tras realizar la tradicional ofrenda floral a San Rafael.
El veterano mediapunta, ambicioso cuanto menos, también subrayó la dificultad que implica el salto de categoría, en el que esperan rivales de enorme calibre y una temporada que se antoja extremadamente larga. Con todo, el objetivo es indudable. “El objetivo creo que está claro, que es estar lo más arriba posible. El objetivo del club con la plantilla que se ha hecho es intentar meternos en playoff y luego, a partir de ahí, con el apoyo de nuestra gente, la masa social que el Córdoba CF siempre mueve, pues seremos uno de los candidatos, porque El Arcángel es un fortín. Las eliminatorias a doble partido también nos pueden venir bien... Luego si quedamos primeros pues mucho mejor, aunque poco a poco, la Liga es muy larga. Debemos empezar sobre todo ganando el sábado y los dos primeros partidos que tenemos en casa, que eso nos va a dar mucha confianza”, apuntó.
A nivel personal, el capitán blanquiverde destacó su ilusión por seguir comandando al Córdoba CF durante esta nueva etapa, aunque reiterando que tiene cuerda para rato. “Mientras tenga ganas, hambre y el cuerpo aguante, estaré encantado de formar parte del Córdoba CF, de esta plantilla, que este año es muy ilusionante. Particularmente, cuando te haces mayor tienes que cuidarte más, incluso bajar un kilo o dos, porque si no los 'niños' te pasan por encima. Mientras tenga esa hambre, ganas e ilusión, que por el momento eso no se pierde, estaré ahí para aportar, para lo que el míster crea conveniente y sobre todo para jugar, hacer goles y repartir asistencias”, declaró acto seguido.
La exigencia, al nivel de la plantilla
La experiencia del alicantino también será un arma portentosa en el curso que comienza a partir de este sábado ante el Unionistas de Salamanca (21.30 horas, El Arcángel), para el que afirman encontrarse sobradamente preparados y con mimbres suficientes para firmar otro año repleto de alegrías para el cordobesismo. “Es una categoría exigente. Está más cerca de la Segunda División que de la Segunda B antigua y creo que hay buenos equipos, va a ser un camino bonito. Creo que hemos hecho una plantilla como la del año pasado, con dos jugadores prácticamente por puesto, con mucha competencia. Tenemos la idea del míster muy clara, todos sabemos lo que nos pide, lo que tenemos que hacer, y creo que esa competencia va a hacer que el equipo sea mucho más fuerte”, manifestó.
En lo referente a San Rafael, protagonista de la mañana, el mediocentro también elevó algunas peticiones de cara a la campaña 2022-2023. “A ver si nos custodia en los viajes, en las concentraciones, en los partidos... Que nos ayude a conseguir esos tres puntos y a ver si nos da la suerte que tuvimos el año pasado, de prácticamente ganar todos los partidos y de ser un equipo que era muy fuerte. Ojalá nos respeten las lesiones también y que nos respete la salud”, concluyó tras la ceremonia.
