Las ganas por acabar y hacerlo bien se palpan en el ambiente. Las últimas fechas de la pretemporada del Córdoba CF llegan a su fin y la plantilla lo sabe, ahora es el momento de apretar -aún más, si es posible-, afinar todos los conceptos y terminar de rematar el trabajo estival para ganarse un hueco en los planes de Germán Crespo, donde hay múltiples opositores a cada puesto. La plantilla culminó así la jornada de este viernes, la penúltima antes del choque ante el Badajoz en el Nuevo Vivero (sábado, 20.30 horas, PTV), con el punto de mira en un nuevo rival de Primera RFEF, aunque con el rabillo del ojo situado directamente en el debut de la próxima semana ante el Unionistas, que se espera con las evidentes ansias de un estreno.
La sesión en vísperas del duelo ante los pacenses también vino cargada de algunas novedades, como la reincorporación de Antonio Casas al trabajo del grupo, con aparente normalidad tras un día fuera de la dinámica debido al doloroso golpe sufrido en el choque ante el Pozoblanco. Javi Flores, de igual forma, se mostró totalmente recuperado tras causar baja en el amistoso en el Municipal, mientras que Carlos Daniel y Adrián Turmo se unieron por primera vez al trabajo del equipo durante los primeros compases del entreno, para seguir ejercitándose al margen posteriormente. Los ex blanquiverdes Bernardo Cruz y Samuel Delgado, también hicieron acto de presencia en la Ciudad Deportiva.
En lo que respecta al trabajo, la matinal discurrió con relativa premura, diseñada para recuperar todavía la carga física del duelo en tierras vallesanas, aunque también elevando el ritmo de los que no participaron con vistas al siguiente compromiso. Así, el equipo se dividió en dos grupos durante varios lances del entreno, con matices más suaves para los protagonistas en Pozoblanco, y ensayos mucho más intensos para los que tomarán partida durante el inminente cruce en Badajoz. Se inició con el corrillo central protocolario, seguido de carrera continúa y un circuito de activación más dilatado de lo habitual, rematado con ejercicios de pase y finalización de cara a puerta, una de las claves que Germán Crespo busca potenciar antes de la puesta de largo en Liga. El partidillo final, a campo reducido, también volvió a mostrar el buen tono con el que llega el bloque a estos últimos lances de la puesta a punto, con algunos jugadores como José Ruiz, Adrián Fuentes o Calderón enchufados.
La definición en los últimos metros también fue objeto de trabajo en la sesión de este viernes, con el técnico granadino reiterando la necesidad de elegir mejor una vez llegados a los prolegómenos del área rival. “Eso es lo que nos faltó el otro día en Pozoblanco”, voceó en repetidas ocasiones, alentando a los suyos para pulir uno de los pocos conceptos que todavía quedan como asignatura pendiente en este período de preparación, pese a la considerable cuota de goles que se han establecido por partido. Sin duda, la de este viernes fue una sesión armada de matices, a la que seguirá la del sábado -en El Arcángel a puerta cerrada, a partir de las 8.45 horas- previa al encuentro vespertino ante el Badajoz, adversario del Grupo 1 de Primera RFEF y encargado de cerrar el calendario del próximo curso, aunque ahora también de hacerlo con el de pretemporada.
Antonio Casas, una figura inquebrantable
El rambleño ha dado muestras una vez más de la tremenda solidez que demuestra en todos los aspectos, también en la parcela de las lesiones, donde un doloroso golpe en la zona lumbar tan solo ha podido dejarlo fuera de juego una única sesión de trabajo, la del jueves, apenas unas horas después de producirse una dolencia. Tras menos de 48 horas desde el encontronazo, el atacante ya se encontraba dando carreras, definiendo y bromeando con sus compañeros sobre el césped de la Ciudad Deportiva, como si nada hubiera pasado y con la sonrisa distintiva que siempre lo caracteriza. Realizando algunos estiramientos más de los acostumbrados, eso sí, llevó a cabo su particular mañana de entreno Antonio Casas, sin presumirse como uno de los futbolistas que disputarán el duelo ante los pacenses, debido a su presencia durante el choque del otro día, aunque en aparente disponibilidad de ser necesario. Hace falta mucho más para pararlo.
