Una auténtica sensación. Esa es la mejor forma de definir el desembarco de Kike Márquez en el vestuario del Córdoba CF, con el que ha podido vivir su primera jornada de entrenamientos bajo la atenta mirada de Germán Crespo, su nuevo técnico. El futbolista sanluqueño, cuarta operación dentro del mercado de fichajes, se ha mostrado especialmente activo a lo largo de toda la sesión de trabajo, en la que las sonrisas, el ritmo y los primeros toques en la Ciudad Deportiva han acompañado a su flamante estreno como nuevo jugador califa.
La matinal ha iniciado con la pertinente puesta a punto y los calentamientos protocolarios para el mediapunta, una de las piezas que menos ha aquejado la vuelta a la rutina tras haber cerrado su curso competitivo hace apenas un mes, después del ascenso a Segunda División sellado con el Albacete ante el Deportivo de la Coruña en playoff. Poco ha tardado en exhibir su buen tono físico, una vez también completados los pertinentes calentamientos protocolarios y dado el inicio de las dinámicas con balón, en las que ha sido protagonista. Pases cruzados, toques de tacón y varios regates han sido los recursos del repertorio, notas de calidad en una primera sesión más que notable para el futbolista.
Ciertamente, como el cincel es al escultor, el de Sanlúcar lo es a la pelota, una socia inseparable de la que no ha querido despegarse en toda la mañana. Ha sido con el arranque de los célebres rondos cuando esta asociación ha cobrado significado, con otra retahíla de recursos que el gaditano ha sacado de la chistera. Unos rondos en los que los nuevos fichajes han tenido buena cuota de protagonismo, y en los que el futbolista se ha mostrado especialmente participativo. Jugando o robando, pasando o apretando, se ha visto a un Kike Márquez que aterriza en El Arcángel listo para dar un salto de calidad a la plantilla y que, después de una primera toma de contacto, ya disfruta como blanquiverde.
La dupla Márquez-Ledesma, de vuelta
Entre sonrisas fugaces, gestos de complicidad y muchas conversaciones a lo largo de la mañana también se ha producido el reencuentro con Willy Ledesma, su pareja de baile por excelencia durante la extensa etapa de ambos en el Extremadura. Fue la dupla conformada por los dos atacantes una de las más beneficiosas en los últimos años del cuadro pacense en el antiguo formato de Segunda B e incluso en la Segunda División, donde ambos también brillaron antes de hacer las maletas -en distintas etapas- hacia tierras cordobesas, previo paso por el Albacete para el sanluqueño.
Ahora, con la cabeza puesta en lo que viene, la beneficiosa pareja Márquez-Ledesma vivirá una reedición en Primera RFEF, en el que también se presenta como su cuarto curso como compañeros de vestuario. Willy se convierte así en el enlace perfecto para acoplar a uno de los nuevos jugones al servicio del "método Germán Crespo", que ya ha encontrado su hueco dentro del ambicioso esquema ideado para el próximo curso.