El Córdoba CF dio oficialidad este lunes al final del culebrón Isi Gómez. La entidad blanquiverde publicó un comunicado en sus redes sociales en el que informaba del acuerdo al que había llegado "con el CD Badajoz para resolver el precontrato que unía al jugador Isi Gómez con nuestra entidad". Asimismo, el Córdoba CF deseaba "suerte en su carrera profesional" al futbolista, del que se anunció casi simultáneamente su acuerdo con el club coruñés para la próxima temporada, por lo que visitará El Arcángel con la camiseta blanquiazul.
El problema para Isi Gómez y su agente se centraba en que había firmado un precontrato con el Córdoba CF hace ya meses con una cláusula de rescisión que se iba al millón de euros, según informaron fuentes de la negociación. En todo caso, la intención del Córdoba CF en este culebrón no era la de hacer negocio con el precontrato y en la entidad blanquiverde se tenía claro que no se aspiraba a tener a disgusto a ningún futbolista. Pero también se dejaba meridianamente cristalino que había que velar por los intereses del club. De ahí la obligada negociación para que tanto el jugador como los clubs quedaran satisfechos. Así, tal y como estaba previsto, durante el fin de semana se quedó cerrado el pacto y se pudo anunciar a Isi Gómez como nuevo jugador del Deportivo de La Coruña este mismo lunes.
Se pone final así al culebrón que inició el mercado de verano de fichajes en El Arcángel y que, finalmente, ha terminado sin ninguno de los dos futbolistas pretendidos por el Córdoba CF procedentes del Badajoz. Ambos, Gorka Santamaría e Isi Gómez, jugarán en Riazor la próxima temporada, reforzando así al máximo aspirante al ascenso a Segunda División A: el Deportivo de La Coruña. Precisamente, en el pasado mercado de fichajes el Deportivo de La Coruña compitió con idéntico resultado con el Albacete Balompié, que finalmente logró el ascenso al fútbol profesional en el campo coruñés y ante el equipo de Borja Jiménez, que continuará en el banquillo deportivista una temporada más, pese a la decepción de perder el tren del ascenso en el último encuentro.