Diario Córdoba

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EL FUTURO DEL CÓRDOBA CF

La cantera del Córdoba CF, un pilar movedizo

El club blanquiverde prepara un plan de futuro para revitalizar sus secciones formativas dando un paso hacia la profesionalización y con el desafío de poder nutrir al primer equipo

Entrenamiento del filial del Córdoba CF en la Ciudad Deportiva. CCF

Que el Córdoba CF necesita de su cantera es un asunto que no admite discusión. Y ahora más que nunca. Con la entidad en proceso de resurrección, situada en una Primera RFEF que supone el último filtro antes del mapa de las divisiones profesionales, el plan se ha establecido a medio-largo plazo. Los golpes de hoy -el doble descenso en juveniles, el principal- se consideran episodios reconducibles y en los despachos se manejan operaciones tendentes a conseguir lo que siempre se deseó y casi nunca se tuvo. Convertir al Córdoba CF en el destino natural de los talentos futbolísticos de la capital y la provincia vuelve a subrayarse como objetivo. Con el equipo en una división como la actual, el poder de seducción para realizar incorporaciones en los equipos de base resulta complicado. Sin embargo, en El Arcángel pretenden atraer a las promesas a través de otros aspectos, desde la proyección deportiva a las oportunidades de formación personal y un esfuerzo por la profesionalización en los cuadros técnicos.

Los juveniles y el filial: doble descenso y frustración

El equipo de Tercera RFEF y los dos juveniles, el de División de Honor y el de Liga Nacional, suponen el escalón más cercano a la primera plantilla. El balance del curso no resultó en conjunto positivo. El filial volvió a quedarse a las puertas del play off de ascenso a la Segunda RFEF. La opción de dar el paso y seguir al primer equipo le hubiera supuesto una situación dominante en la provincia, además de una plataforma de formación más exigente. Diego Caro, que renovó contrato, seguirá llevando las riendas de un plantel que será reestructurado a fondo. Lo peor llegó con el juvenil de División de Honor, que arrancó mal y no enderezó el rumbo pese al cambio de entrenador -Pedro López suplió a Alberto Fernández-. Su caída en División de Honor arrastró al B de Nacional a la Andaluza. Con la nueva generación de jugadores, el club espera variar la situación de manera inmediata. La apuesta de este año, desde la confección de plantilla, resultó fallida. La avería en los juveniles precisa de reparación urgente.

Confianza en los jefes: siguen Ortega y Herrerías

David Ortega y Rafa Herrerías seguirán un año más al frente de la cantera blanquiverde. Apenas horas después de la debacle de los juveniles, el presidente Javier González Calvo les confirmó públicamente durante el acto de la presentación de la campaña de abonos. «A David (Ortega) y Rafa (Herrerías) por el trabajo que llevan a cabo continuamente. Les digo que siempre que hay tormenta, escampa. Estoy totalmente seguro y convencido de que lo que están haciendo se verá en unos años con sus frutos», expresó el mandatario. Ortega y Herrerías han llevado el timón de la base, tutelados por el director deportivo, Juanito, en una temporada compleja tras el descenso del primer equipo y las salidas del staff de Miguel Valenzuela, que dimitió, y Rafa Sánchez, que recaló en el Albacete Balompié. Habrá algún refuerzo externo en el grupo de cantera, especialmente en la parcela del scouting.

Más músculo en la base

«Los resultados en cantera se ven con el tiempo», insiste Juanito, quien ya ha planteado un timeline de «todo lo que habría que hacer en los próximos cuatro o cinco años». El proyecto ha diseñado cómo debería ir el club en estructura, personal, sistemas de scouting, control de apartados físicos, médicos y psicológicos... Pero, claro, todo estará en función del rumbo del primer equipo. Su éxito aceleraría el proyecto; si no progresa, se ralentizaría todo. «Si tú empiezas a gastar en cantera y el equipo sigue generando déficit, pues no es sostenible; tienen que ir en paralelo», apunta Juanito.

El ‘factor Germán’

Que Germán Crespo sea un entrenador con reconocida sensibilidad hacia la cantera es una ventaja a la hora de . A diferencia de otros técnicos, condicionados por las urgencias, el granadino ha sido capaz de proyectar a gente del filial en el primer equipo. Ese proceso, sin embargo, se dificulta en el nuevo escenario: hay ya dos categorías ente el Córdoba CF y su filial, con toda la carga de exigencia que eso comporta. La sintonía entre los técnicos, Crespo y Caro, ha sido notable durante todo el curso pasado. 

Convenios... y el Séneca

El Córdoba CF ha ido anunciando en las últimas semanas la firma de convenios de colaboracion con clubs como el Villa del Río, el Higuerón o el Don Bosco. La idea de «hacerlo con todos», según destacó González Calvo. «Antes no eran posibles porque poco menos que no se fiaban de los que habían ido antes, hasta que han visto cómo trabajamos», apostilla Juanito. Los contactos con otras entidades están abiertos. Quedan, sin embargo, algunos cabos históricos por atar. Y vienen de largo.

Contar con un acuerdo especial con el Séneca CF, la mayor plataforma de lanzamiento de futbolistas desde hace décadas, vuelve a estar sobre la mesa. El tema es recurrente y las posturas están bastante alejadas en fondo y formas. La entidad que preside Manolín Cuesta, una leyenda del Córdoba CF, mantiene una política de actuación invariable: forja jugadores para que sean profesionales. El Córdoba quiere, por lo menos, acercarse a la factoría del Puga.

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