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El Córdoba de las mil y una fórmulas: las armas de Germán Crespo

El técnico blanquiverde ha utilizado a un total de 29 jugadores en la presente campaña | Ale Marín y Castillo, las últimas incorporaciones a una lista sin intocables

Germán Crespo dirigiendo un partido del Córdoba CF en El Arcángel. MANUEL MURILLO

La fuerza de la plantilla en el Córdoba CF ha sido uno de los principales motivos por los que ha logrado todo. Nadie puede esconder que la segunda o hasta tercera unidad blanquiverde podría haber liderado prácticamente cualquier equipo de la categoría, algo con lo que Germán Crespo ha sabido jugar a la perfección. El Córdoba se ha ensanchado desde la base, sin grandes nombres y sin once fijo, pero con una alineación que independientemente de quién esté rinde al máximo. Durante la pasada jornada ante el Panadería Pulido (3-3) -pese al empate- pudo verse y es una constante que ha dado a los blanquiverdes infinidad de posibilidades durante toda la temporada.

Germán Crespo ya ha reiterado que él siempre busca sacar “el mejor once”, sin intocables. La reciente titularidad de Felipe Ramos lo confirmó, la vuelta de Puga tras tres semanas de lesión también, y es que el técnico ha conseguido el equilibrio perfecto entre un plantel portentoso y una dirección bien encauzada. El granadino no tiene dudas a la hora de mover las diferentes líneas y ya ha recurrido a 29 futbolistas diferentes durante el presente curso. 

El reparto de minutos

El jugador con más minutos entre todas las competiciones ha sido José Ruiz (2.606’), seguido por Simo (2.479’), José Cruz (2.386’) y Willy Ledesma (2.357’). Bajo palos ha habido mayor reparto, ya que durante el primer tramo partió como titular Felipe Ramos (1.380’) y en esta segunda vuelta -a excepción del último partido- lo ha estado haciendo Carlos Marín (1.980’).

La distribución de minutos en el resto de la defensa ha sido algo más dispar. Ekaitz Jiménez (2.345’) parte como el jugador más utilizado por detrás de José Cruz, mientras que José Alonso (1.564’) fue un fijo hasta su lesión. Bernardo Cruz ha sido el revulsivo en esta parcela (1.150’) y Dragiša Gudelj (1.132’), en el eje o como lateral izquierdo, se ha colgado el cartel de titular desde su llegada. 

En la medular ha habido un dueño claro: Javi Flores (2.275’), el timón del equipo durante toda la temporada. Le sigue Álex Bernal (1.806’) clave en el esquema hasta el momento. Justo después asoma Miguel De las Cuevas (1.606’), que incluso ha tenido tiempo para postularse como uno de los máximos goleadores del grupo entre molestias y lesiones. El último en aparecer es Toni Arranz (1.334’), con un papel más secundario en esta segunda vuelta. 

En la delantera se produce otro choque. Adrián Fuentes (1.983’) es el tercer jugador más utilizado por detrás de Simo y Willy Ledesma. Antonio Casas (1.704’) le sigue de cerca, mientras que por detrás aparece Luismi Redondo (1.567’). Por otro lado, Carlos Puga (1.826’) también ha gozado de muchas oportunidades, aunque ha ido alternando el lateral con el extremo. 

El resto de jugadores se han repartido los minutos de forma menos equitativa: Visus (877’), Omar Perdomo (829’), Viedma (531’) y Julio Iglesias (431’), cierran la lista. 

La aportación del filial

El técnico tampoco ha dudado en dar oportunidades a los jugadores del filial, donde ya hay hasta seis jugadores que han debutado con el primer equipo. Manolillo, Tala, Abreu y Christian Delgado, habían sido los agraciados hasta el momento, aunque en la última jornada también tuvieron su oportunidad Rafael Castillo y Ale Marín, este último además con un flamante doblete

Debido a la oleada de bajas y a la buena actuación de cada uno de los estrenados, podría preverse nuevos debuts o mayor participación de futbolistas del segundo equipo para estos dos últimos compromisos. “Para mí no hay cosa más bonita que hacer debutar a un jugador del filial”, declaró Germán Crespo en la previa del anterior encuentro ante el Panaderías Pulido, por lo que no sería descabellado seguir viendo nuevas caras en este arreón final de temporada. Este es el Córdoba de las mil y una fórmulas, y todas, en mayor o menor medida, parecen funcionarle.

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