A Germán Crespo no se le agotan las ganas de apuntarse récords en el Córdoba CF. Tampoco a los jugadores. Se han contagiado del ritmo vertiginoso de una temporada en la que todo ha ido a cámara rápida. En El Arcángel se hizo otra celebración más del ascenso... y las que quedan. Los festejos son ya permanentes entre el cordobesismo, que ve a los suyos en un momento espléndido. El entrenador granadino compareció en la sala de prensa tras la victoria ante Las Palmas Atlético (5-1) y escuchar cómo la grada coreaba su nombre. Y ahora, ¿qué? "Nos queda seguir ganando. Quedan tres partidos y ya he dicho que el equipo va a seguir compitiendo todos los que resten", expresó.

La voracidad cordobesista tiene, para Crespo, sólidas razones. "Primero por nosotros y segundo por respeto al resto de los equipos que se están jugando algo", explicó, al tiempo que subrayó que estaba "contento" por "la victoria, por el resultado que nos permite tener más cuatro, y por haber disfrutado de la fiesta con nuestra afición". "El partido era complicado por la calor y también porque durante la semana tuvimos que acudir a muchos actos y la concentración podía afectar", admitió el técnico, quien sin embargo contempló con satisfacción que el papel sobre el verde fue más que notable. "El equipo ha demostrado una vez más que no se relaja", zanjó.

¿Dónde está el límite de este Córdoba? Crespo quiere apuntar a lo más alto. "Creo que tenemos unos números importantes en todo y ya nos pusimos hace unas semanas esas pequeñas metas. Ya nos quedan tres partidos y queremos ganar el de casa para hacer el pleno", indicó, confesando que "los jugadores acaban entrando en la misma línea del cuerpo técnico" por una cuestión clave: "Si alguna característica ha tenido el equipo este año ha sido la ambición. Lo demostró en la Copa del Rey, en la Copa RFEF, y también en la Liga a pesar de tener ya el objetivo cumplido".