Cuando se oficializaron la fecha y hora del encuentro aplazado del Córdoba CF frente a la UD Tamaraceite, el cordobesismo entero se unió en un clamor al cielo. La decisión del Juez Único de Competición de la RFEF, inamovible ante la oleada de críticas y reproches, reflejó que el polémico horario designado era el único compatible con los vuelos que debía tomar el combinado insular, por lo que el escenario ahora se presentaba algo más adverso. El aficionado medio del Córdoba CF, ante un guion tan desfavorable como insólito, ya se olía la encerrona.

El club no tardó en mover ficha, no quería saldar un choque de tanta importancia ante un Arcángel desnudo, por lo que movilizó a toda la ciudadanía posible: colegios, universidades, institutos, colectivos sociales, parados e incluso jubilados fueron llamados a filas. El resto es historia. Nadie esperaba una respuesta así, pero la que hubo fue sin precedentes. El coliseo ribereño se vistió de gala para recibir una avalancha de jóvenes -sobre todo- y potenciales nuevos cordobesistas en una jornada que pasó de trágica a histórica. La entrada, cifrada sobre los 14.250 espectadores, fue con diferencia la mejor de toda la temporada en Liga, aun siendo un miércoles laborable y nada menos que a las 12.00 del mediodía. 

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Córdoba CF - Tamaraceite: Las imágenes de la afición en el Arcángel Alberto Ruiz

La mañana ya avisaba de que iba a haber ritmo. Los aledaños de El Arcángel eran una fiesta incluso una hora antes de comenzar el partido. Un reguero de filas indias y autocares escolares procesionaban hasta las puertas del estadio, mientras que en todo El Arenal se escuchaba un incesante murmullo festivo en clave blanquiverde. La entrada al recinto fue otro festejo. Los tornos echaban fuego y las sonrisas se sucedían una tras otra al escanear las respectivas entradas. Todo parecía sorprender a los más pequeños. 

Una vez ya dentro, se observó una disposición algo peculiar. Las zonas de tribuna, preferencia y fondo norte -principalmente- estaban atestadas por alumnos y profesorado de los más de 70 centros educativos concurrentes, mientras que el resto del graderío se repartía entre los habituales y otros muchos grupos sociales convocados para la cita. El itinerario musical de la megafonía también había cambiado un poco, con un nuevo repertorio en el que se dejaron escuchar sobre todo melodías infantiles. La salida de Koki fue un rugido, el salto del equipo a calentar un estruendo, aunque nada se comparó con el ambientazo que se vivió una vez rompió a sonar el tan ensayado himno. El Arcángel vibraba antes de arrancar.

Comienza el partido

Todo cambió con el pitido inicial. La grada empezó su show y los asiduos a la Segunda RFEF presenciaron un escenario totalmente ensordecedor. Desde luego que la jornada no iba a ser la más convencional para un partido de la cuarta división. La primera arrancada de Simo y su posterior disparo desataron la locura. El marroquí, uno de los más aclamados, despertó la pasión de la jovencísima masa de aficionados cada vez que se internó por la banda. De las Cuevas, otro de los reconocidos, también era muy vitoreado en cada ocasión en la que se hacía con la pelota. Estaba claro que el novato respetable tenía muchas ganas de animar y comenzó achuchando en prácticamente cada lance. 

Con el paso de los minutos el partido se embarró y el fútbol se volvió más directo y más bronco, aunque la grada seguía a lo suyo. Mientras la alta intensidad y las interrupciones protagonizaban lo del verde, hasta cinco o seis olas se sucedían de tribuna a preferencia. Los cánticos de "Córdoba, Córdoba" eran otro continuo, mientras que Koki seguía dando vueltas triunfales para fotografiarse con los muchos interesados. Todo el mundo quería una instantánea con la famosa mascota del equipo.

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Córdoba CF - Tamaraceite: Las imágenes de la fiesta escolar en el Arcángel Alberto Ruiz

La segunda mitad destapó un ambiente calcado. El paradón de Felipe Ramos arrancó la primera ovación del acto. La providencial parada fue seguida por numerosos aplausos dedicados al guardameta en su regreso al once. Aunque fue con el tanto de Miguel de las Cuevas cuando llegó el verdadero estallido. La grada se vació con todo el repertorio y la euforia comenzó a inundar cada palmo del exultante Arcángel. El segundo tanto, esta vez de otro muy aclamado Antonio Casas, volvió a romper el sonómetro. El tercero, también del rambleño, volcó a toda la zona de tribuna más próxima hacia su celebración, mientras que con el cuarto y definitivo por parte de Adrián Fuentes se terminó por derrumbar el estadio

El histórico partido finalizó entre cantos, ovaciones y una hinchada totalmente extasiada. Los jugadores, todavía sobrecogidos por el espectacular ambiente de la mañana, culminaron acercándose a los todavía presentes para agradecer su entrega. Dragi Gudelj, De las Cuevas, Simo y Álex Bernal regalaron su camiseta en un improvisado "día de reyes" primaveral para algunos de los más pequeños, mientras que en el resto del recinto siguió resonando y cantándose el himno blanquiverde hasta un buen rato después de haberse dado carpetazo al encuentro.

Una iniciación atípica

La semana ya se presumía festiva. Incontables vídeos de colegios, institutos y centros educativos se dejaron ver por redes sociales ensayando el himno. Algunos incluso tuvieron la suerte de realizar una excursión al estadio. Otros vestían las paredes de sus aulas con dibujos e ilustraciones coloreadas, mientras que terceros se limitaban a posar ondeando las bufandas del equipo. Todo parecía estar servido para una jornada perfecta con la que crear cordobesismo, aunque el horario, la fecha y el clima seguían siendo lo más controvertido conforme pasaban los días.

Ciertamente, el panorama no era el mejor para sumar adeptos: entre semana, lloviendo a mares, en cuarta división y contra un equipo de barrio, esa fue la primera toma de contacto con el Córdoba CF de muchos y muchas de los que hoy han estado presentes en El Arcángel. Sin duda no era el escenario más atractivo, aunque el resultado final no decepcionó. La comunión fue total, como si así hubiese sido toda la vida, y tanto jugadores como antiguos y nuevos aficionados vivieron una jornada que quedará para la memoria como la del bautismo de los nuevos cordobesistas.