El destino -y el covid- ha querido que Germán Crespo (Granada, 1975) alcance los 300 días en la dirección del banquillo del Córdoba CF de una extraña manera: tendrá jornada de obligado descanso porque el Tamaraceite, rival de turno, no comparecerá al partido de la jornada 22 de la Liga en el grupo 4 de la Segunda RFEF debido a un brote de casos positivos de coronavirus en su plantilla. El Arcángel se quedará en silencio en una jornada que auguraba sensaciones fuertes: el equipo anfitrión, líder destacadísimo y enrachado, lanzó una campaña de entradas baratas para poner las gradas a tope en la matinal del domingo. Se masca la euforia en el cordobesismo, feliz ante un dominio de la situación pocas veces -nunca, para ser exactos- se había visto. Poco que ver con el día en que Crespo debutó en el banquillo del Córdoba CF, un 25 de abril de 2021 con un partido en el que adversario era... el Tamaraceite.
Con Crespo, el Córdoba CF ha experimentado una mutación radical. La labor de demolición de la estructura anterior, con el director deportivo Juan Gutiérrez Juanito como principal actor, fue el primer paso en una carrera en la que los blanquiverdes van a una velocidad distinta al resto. Hubo por medio una «hecatombe» -el descenso a la cuarta categoría- antes de que todo diera un giro. Crespo sintió en sus carnes el dolor de la caída -pese a que su cuota de responsabilidad fue mínima, ya que le entregaron a una formación destruida- y ahora paladea los instantes más dulces de su trayectoria: su Córdoba es el primero, va embalado hacia el ascenso a la Primera RFEF y colecciona récords lustrosos. Este sábado se cumplen 300 días desde su primer partido en el banquillo. ¿Qué ha dado Germán Crespo al Córdoba CF?
Un estilo: velocidad, pegada y rotaciones de nivel
Ni un solo miembro de la plantilla ha sido titular en todos los partidos. Las rotaciones en el grupo, por las circunstancias del momento -lesiones, sanciones, covid...- y por vocación del técnico, han sido permanentes. La plantilla, la mejor y más completa de la categoría, está haciendo honor a su etiqueta. La mayor parte de los jugadores atraviesan una fase inspirada en sus carreras, cada cual con su motivación: desde el orgullo personal hasta el relanzamiento de una trayectoria o un contrato mejor. Crespo ha sabido conjugar los intereses particulares para el bien común. Un ascenso les revaloriza a todos. Velocidad, experiencia, pegada... El equipo no ha encontrado quien le siga el ritmo.
Un título... de momento: ganó la Copa RFEF
La foto de Javi Flores levantando en el palco de El Arcángel la Copa RFEF recogida de la mano de Rubiales forma ya parte de la historia. El Córdoba logró su primer título en una final a partido único tras superar a Linense, Torremolinos, Xerez, Ebro y Guijuelo. En esa novedosa competición se ganó el billete para ir a la Copa y quedó emparejado con el Sevilla. Los de Lopetegui sufrieron para vencer con un gol de Ocampos en la prórroga en un partido memorable de los blanquiverdes.
Récords sin parangón: más victorias, más goles y más puntos
«Este equipo tiene que ser exigente en todo. Lo primero es lograr el ascenso lo antes posible. Aquí lo que queremos es ser el más goleador, el menos goleado... Lo tenemos encarrilado y estamos ilusionados por terminar con esos récords», admitió ayer Germán Crespo después del entrenamiento con un Córdoba que ahora mismo es el primero en puntos sumados, más goles marcados y menos encajados.
En el horizonte le aguardaba el Tamaraceite, al que Crespo recordará siempre por ser el primero al que se midió como entrenador del Córdoba. Aquel primer día terminó con un 1-1 en una mañana de frustración. Era el penúltimo partido en casa en Segunda B. En esta campaña, en el Juan Guedes, se repitió el marcador. El Támara es el único equipo al que Crespo se ha enfrentado más de una vez y no ha ganado. Un estímulo más para despertar el hambre.
