La calma durante el mercado invernal fue la nota predominante en el Córdoba CF. El buen desempeño de los jugadores dirigidos por el técnico, Germán Crespo, propició que el cierre del periodo de fichajes resultara de los más tranquilos vividos hasta la fecha. Lo más reseñable, dentro de la noche, estuvo en la renovación del atacante Adri Fuentes hasta 2023. El madrileño, que tenía la opción de sumar un año más a su contrato si cumplía una serie de cláusulas, estará en el siguiente proyecto. Los blanquiverdes, líderes firmes en el grupo 4 de la Segunda RFEF, solo añadieron a sus filas al defensor Dragisa Gudelj mientras que al extremo Samu Delgado se le dio la baja federativa.

Sin urgencias para afrontar este tramo

La ampliación de Adri Fuentes se produce justo en el momento donde mejor se encuentra sobre el terreno de juego. Lleva actualmente 9 dianas en la Liga y es el segundo máximo artillero por detrás de Willy Ledesma (12). El portal Canal Blanquiverde avanzó que se activó la prolongación al superar los 10 goles y asistencias -conjuntas-. La otra cláusula, donde debía disputar 25 partidos, no fue todavía alcanzada. El propio jugador confirmó este hecho en PTV Córdoba aunque prefirió que fuera el Córdoba CF quien lo hiciera oficial. Es el único movimiento en un cierre muy extraño.

Lo cierto es que, por activa y por pasiva, diversos representantes de la entidad aseguraron que no habría ninguna sorpresa para el 31 de enero. El consejero delegado, Javier González Calvo, y el director deportivo, Juanito, reconocieron en diversas comparecencias que no era necesario firmar por firmar. «Siempre dijimos que acudíamos sin urgencias de ningún tipo y si hacíamos algo era porque mejoraría al equipo», apuntó el gaditano durante la presentación del único refuerzo. «Pensar en hacer una incorporación más lo veo muy complicado, no tenemos ninguna intención y están agotadas las fichas sénior», esgrimió para sustentar su explicación.

Pese a que hubo «ofrecimientos de muy buenos jugadores en ataque y mediocampo», la parcela que definitivamente agregó una pieza más al rompecabezas fue la zaga. Gudelj, cuya polivalencia encandiló al míster desde el primer instante, llegó desde el Cádiz CF B -para lo que resta de curso- tras ser un fijo en el esquema de Alberto Cifuentes. Su papel protagonista con el filial amarillo, traducido en titularidades y un registro de minutos notable, terminó de decantar la balanza para que el serbio vistiera la elástica cordobesa. De 24 años, espigado y de fuerte complexión, el centro de la defensa y el lateral zurdo -además del pivote- sumaron un valioso recurso. De hecho, ya dejó muestras de lo que puede aportar contra el Xerez DFC -supliendo al lesionado José Alonso- e iniciando frente a la escuadra cadista.

El Córdoba, para apuntalar la zona, tuvo que llevar a cabo una baja entre las fichas sénior y nuevamente todas las miradas se centraron en Samu Delgado. El manchego no gozó de fortuna alguna en el año y medio que acumula en el vestuario. Una lesión muscular sufrida en enero de 2021 ante el Getafe CF dio comienzo a su particular pesadilla. Ese día, los locales apearon de la Copa del Rey a los azulones, pero perdieron a un futbolista que estaba desplegando un juego vertical e imprimiendo velocidad por los costados. A raíz de aquella fecha, la voluntad y la entrega del natural de Belmonte no bastaron para regresar al verde. Por ello, tanto en el pasado mercado invernal de 2021 como en este de 2022 cedió su plaza a otro compañero, una dura decisión que evidenció su compromiso grupal antes de someterse a una operación que pueda revertir sus dolencias.

La gran duda que quedaba, a priori, pasaba por el lesionado Álex Meléndez. El lateral malagueño, que ocupa una ficha sub-23, no estará en plenitud física al menos hasta dentro de varios meses, lo que generó un debate sobre si también se procedería a tramitar su baja. Y mientras se solucionaban dichos entresijos, el capítulo de renovaciones cobró su esencia con las primeras anunciadas del atacante Simo Bouzaidi -hasta 2024- y el lateral José Ruiz -2023-. No se revela un ningún secreto si se comunica que se trabaja ya en el próximo proyecto como parte, salvo hecatombe, de la Primera RFEF, circunstancia argumentada por Juanito después de las reuniones mantenidas con Infinity, la propiedad blanquiverde.

Situación completamente diferente en años anteriores

La diferencia abismal entre este mes de enero y los de años anteriores es digna de estudio. En el de la 2020-21, cuando Miguel Valenzuela y el propio Juanito estaban al frente de las decisiones, el equipo acometió tres fichajes. Nahuel Arroyo, el más empleado en el interior -922 minutos y un gol al Linares Deportivo en los 12 partidos jugados-, Alberto Ródenas -259 minutos para actuar por la línea ofensiva- y Moussa Sidibé -309 minutos sin generar la expectación prometida pegado a banda- no ayudaron a que se obtuviera el ascenso a Segunda División ni tampoco una plaza en la Primera RFEF. Además de la reseñada situación de Samu Delgado, los otros jugadores que abandonaron el plantel fueron Alain Oyarzun (Real Unión de Irún), Darren Sidoel (cedido al Hércules CF) y Alberto Salido (su préstamo desde el Atlético de Madrid concluyó y recaló en el filial del Mallorca).

Uno de los aciertos, no obstante, estuvo en otorgar a Alberto del Moral un puesto en el primer equipo. El medio, que había brillado con el Córdoba B y tuvo bastante presencia con Juan Sabas, progresó también cuando Pablo Alfaro y posteriormente Crespo ocuparon el banquillo en sus diversas etapas. Luciendo el dorsal 6 y equilibrando la parcela de creación, el Villarreal CF terminó haciéndose con sus servicios en el mercado estival.

La historia es todavía más rocambolesca si se echa un vistazo a la aciaga 2019-20, obviamente marcada por la pandemia y en la que el Córdoba fracasó en su intento de recuperar su puesto en la categoría de plata. Los nuevos propietarios de la unidad productiva, que aterrizaron con su equipo de trabajo, optaron por no desprenderse del por aquel entonces director deportivo Alfonso Serrano. De su mano se cerraron los acuerdos de Luis Garrido -el hondureño pudo ser inscrito en invierno tras pasar varios meses únicamente entrenando-, Jordi Tur -ni debutó-, Federico Piovaccari, Willy Ledesma -todavía en la entidad-, Carlos Valverde, Thierry Moutinho e Iván Robles. 

La puerta de salida, ampliada para la ocasión, vio desfilar a José Manuel Fernández (AEK Larnaca de Chipre), Ángel Moreno (fin de su préstamo desde el Albacete), Víctor Ruiz (Atlético Levante), Fernando Román (Marbella FC), Sebas Moyano (CD Lugo), Sebas Castro (costarricense que no gozó de minutos y volvió a la AD Carmelita de su país), Zelu (que brilló en la UD Logroñés con ascenso a Segunda), Ortuño (hacia el CD Castellón), Owusu Kwabena (acabó jugando la Champions League en el Qarabag de Azerbaiyán) y Gabriel Novaes (Sao Paulo B).

No transcurrió mucho tiempo -básicamente dos años-, pero las sensaciones que existen actualmente con las de 2019 o 2020 son diametralmente opuestas. El Córdoba, aunque en una categoría inferior, tiene la certeza de haber encontrado el camino sin necesidad de tirar la casa por la ventana para alcanzar la meta.