La actualidad del Córdoba CF, de manera ineludible, se encuentra con dos frentes abiertos. El primero de ellos queda focalizado en el propio desarrollo de los entrenamientos del primer equipo, sobre todo atendiendo a que el conjunto de Germán Crespo retoma la competición, en la Segunda RFEF, este domingo frente al Xerez Deportivo FC (17:00 horas). No obstante, el stage desarrollado en Baréin trajo consigo un acontecimiento totalmente inesperado: los positivos por covid-19 del defensor José Ruiz y del atacante Luismi Redondo. Ambos jugadores, que se encuentran asintomáticos y ya dieron negativo en los últimos test, permanecen en una habitación del Hilton Garden Inn Bahrain Bay aguardando el instante preciso para retornar a la ciudad cordobesa, que será presumiblemente durante el próximo sábado.

Una experiencia inolvidable entre rascacielos

La noticia fue comunicada por el conjunto blanquiverde nada más aterrizar la expedición en Madrid, un hecho que corrió como la pólvora a través de las redes sociales debido a su innegable trasfondo. El entrenador, Germán Crespo, que había citado para la ocasión a 20 hombres -incluyendo al zaguero Tala y al medio Christian Delgado del filial-, retornó con menos efectivos y un listado preocupante de tocados. Tanto el valenciano como el placentino, sin embargo, no tardaron en mostrar imágenes desde su estancia -compartieron la misma habitación durante la larga semana- y las majestuosas vistas de los rascacielos que tenían ante sí, una acción con la que pretendieron templar la creciente preocupación. Además, en el caso de Luismi, los sentidos mensajes de su pareja -quien se encuentra de viaje en Cancún- daban un toque diferente al obligado aislamiento.

Cabe recordar que ninguno de ellos estuvo presente en el encuentro disputado ante el Al-Riffa, un amistoso que concluyó en tablas (1-1) y que limitó las piezas de Crespo a únicamente 14 miembros del plantel -incluyendo a los dos porteros-. Esta circunstancia propició una imagen que quedará para el recuerdo. El Córdoba solicitó ayuda al equipo del Al-Khalidiya para contar así con dos inquilinos más para la convocatoria. Los nombres de Hani Taha y Ahmed Merza quedarán vinculados a la escuadra blanquiverde tras una experiencia compleja y repleta de incertidumbre.

El abrupto cierre de la "mini-pretemporada" invernal también afectó a la cúpula de la entidad. El consejero delegado, Javier González Calvo, decidió quedarse en Manama al igual que el director deportivo, Juan Gutiérrez Juanito, y su grupo de trabajo. Mientras arropan a los citados futbolistas, el mandatario no perdió la oportunidad para mantener diversos encuentros con la propiedad -Infinity- o algunas visitas institucionales -como la realizada a la Cámara de Comercio de Baréin-. Y es que la visita, más allá de servir para preparar entrenos y competir en el Estadio Nacional bareiní, también abrió de par en par las puertas a posibles vínculos económicos de cara al futuro.

Dos bajas importantes para Crespo

El lateral Ruiz, natural de Valencia, es un conocedor absoluto de las división de bronce del fútbol español a sus 31 años. De hecho, su paso por el Peña Deportiva, CF Gandía, Getafe CF B, Huracán Valencia, Real Murcia CF, Atlético Baleares o Lleida Esportiu atestigua el peso que poco a poco tomó con la elástica blanquiverde. En total jugó 1.440 minutos en Liga repartidos en 16 envites y gobernó la parcela diestra de la retaguardia con mano de hierro.

Luismi, pese a su juventud, pasó por canteras tan relevantes como las del Valencia CF o el Deportivo de la Coruña. En Córdoba está viviendo su mejor etapa deportiva después de destacar, a las órdenes de Crespo, el pasado curso en el filial. Esta campaña, ya siendo parte de pleno derecho de la primera plantilla, es uno de los máximos goleadores al convertir 5 dianas -por detrás de Willy Ledesma, Antonio Casas y Miguel de las Cuevas-. Su velocidad y versatilidad en la zona de ataque ofrecen argumentos más que suficientes para considerarlo una baja severa dentro del esquema del técnico nazarí.

A más de 7.000 kilómetros de casa ansían regresar junto a sus familiares y, como no podía ser de otra manera, entrar en la dinámica de entrenos que el resto de sus compañeros ya aborda en las instalaciones del Camino de Carbonell.