Es difícil poder representar con mayor orgullo, con más seña de identidad, con más ilusión y con más dignidad a la afición y a toda una ciudad que como lo hizo el Córdoba CF ante el Sevilla FC en la primera ronda de la Copa del Rey. Claro que también se juega por el resultado, que no acompañó como era de esperar -por otra parte-, pero incluso lo del electrónico no estuvo claro hasta la recta final, muy al final, de la eliminatoria. Un partido para recordar, unas sensaciones para atesorar y un equipo, el Córdoba CF, que si ya ha alcanzado hitos esta temporada para guardar en la memoria, debe añadir el del torneo copero ante un rival europeo, que se las vio y deseó para superar a los blanquiverdes.

La única pega que se le pudo poner al Córdoba CF en la primera parte fue no haber superado a Dmitrovic. El conjunto blanquiverde lo hizo todo bien. Línea de defensa adelantada, casi en el mediocampo, pareja de mediocentros como avanzadilla en campo contrario y los dos delanteros y los dos extremos presionando la salida de balón sevillista. Y todo como una maquinaria engrasada, encajada, como si este Sevilla FC no estuviera peleando el título de Liga, compitiendo en Champions… O como si el Córdoba CF fuera un equipo del fútbol profesional, de la elite. No había diferencias. Ni en la entrega de potencia ni en el manejo de balón. El primer cuarto de partido fue blanquiverde, con un Simo estelar. El catalán llegó en algún momento a desesperar a los de rojo y de sus botas nacieron las mejores ocasiones cordobesistas, como la del cabezazo de Carlos Puga que hizo volar a Dmitrovic.

No se conformaba con la buena imagen

Era un claro aviso de que el equipo de Germán Crespo no se conformaba con dar una buena imagen, ya que antes, en el minuto tres, ya pudo Simo adelantar a los locales. Salió a ganar la eliminatoria el Córdoba CF, conocedor de la teórica superioridad de un Sevilla al que le costó arrancar. Pero los blanquiverdes exigieron que los sevillistas demostraran en la práctica esa superioridad. Pasado el ecuador de ese primer acto comenzó a tener presencia el equipo de Lopetegui. Idrissi obligó a Felipe Ramos en el minuto 27, de disparo cruzado y desde fuera, pero la posesión se iba a decantar para los visitantes, que comenzarían a rondar cada vez más el área blanquiverde. Iván Romero (min. 36) y Munir (min. 42) tuvieron las más claras para el Sevilla, justo al final de la primera parte, aunque el Córdoba CF nunca le perdió la cara el choque. Al contrario. Una entrada más que brusca de Gudelj sobre Simo, cuando el cordobesista se marchaba a por Dmitrovic fue lo último de los locales antes que Gil Manzano decretara el final de la primera parte.

El segundo acto, diferente

La segunda comenzó de una manera muy diferente. Julen Lopetegui demostró que lo de "nada de confianzas" era de verdad y metió en el campo a Lucas Ocampos y a Diego Carlos. El Sevilla acaparó balón y el Córdoba CF pasó al plan que en Liga tantas veces le ha dado resultado cuando ha tenido el marcador a favor. Esperar en campo propio para salir a la contra. Una igualada ante el equipo de Nervión era un buen resultado y el plan estaba más que justificado, principalmente porque el ritmo de los blanquiverdes en el primer acto era insostenible durante todo el encuentro. Iván Romero tuvo dos opciones en los primeros diez minutos, aunque una de ellas tuvo más que ver con un exceso de confianza por parte Felipe Ramos.

El partido había cambiado, en todo caso, y el equipo nervionense dominaba el choque claramente. Lucas Ocampos dejaba un balón sin rematador en el área del Córdoba y Germán Crespo hizo sus primeros cambios para refrescar a un equipo que daba lógicos síntomas de cierto cansancio. Willy Ledesma y Luismi Redondo relevaban a Adrián Fuentes y a Carlos Puga. El dominio sevillista, pasada la hora de encuentro, no era ya tan claro como en el arranque de la segunda mitad y el conjunto blanquiverde buscaba cazar un balón para sorprender al rival. Pudo ser el del minuto 61, pero faltó claridad y decisión en los últimos metros.

Traspasado el tercer cuarto de encuentro, Gil Manzano le perdonaba la amonestación a Montiel tras una dura entrada sobre Simo y Lopetegui no quiso esperar más para meter a Rafa Mir por Iván Romero. Quedaban apenas 20 minutos y la eliminatoria no es que estuviera ajustada, es que estaba sin decidir.

De hecho, el Córdoba CF pudo adelantarse tras un error de Montiel en la salida de balón, que le quedó muerto a Willy Ledesma, que lanzó un misil desde la frontal del área que se marchó alto. Desde el banquillo, Germán Crespo intentó dar una vuelta de tuerca más, metiendo a Omar Perdomo por Antonio Casas, ganando más fuerza en el centro del campo y recuperando, al menos en parte, la presión unos metros más allá. Le resultó el plan. Comenzó a verse al equipo cordobesista en línea de tres cuartos, rondando el área de Dmitrovic, que no tuvo problemas en un centro de Ekaitz Jiménez que a punto estuvo de cabecear Willy Ledesma.

Arranz, en primer plano, con los sevillistas al fondo celebrando el gol de la victoria. A.J. González

A la prórroga

La cara que presentaba el Sevilla en el último cuarto de hora estaba compuesta por el Papu Gómez, Ocampos, Rafa Mir, Jordán… vamos, cualquier Sevilla que pudiera actuar en una jornada de Liga en Primera División y no dejaba de ser paradójico que los de Nervión tuvieran más ocasiones en el último cuarto de hora del primer tiempo que en todo el segundo acto. De ahí que el Córdoba CF lograra llevar al encuentro a la prórroga. Algo inaudito en dos equipos separados por tres divisiones de diferencia.

Lopetegui también metió en el campo a Koundé y el Sevilla inició el tiempo añadido con dos ocasiones de Rafa Mir y volcado sobre el área de Felipe Ramos, que sostuvo a su equipo en esa primera parte de la prórroga con varias intervenciones, algunas brillantes. Nada más iniciarse la segunda, Lucas Ocampos cazaba a la defensa blanquiverde y superaba a Felipe Ramos. Y, en realidad, ahí se acabó el encuentro. Los blanquiverdes no tenían resuello, lo habían dejado en los 110 minutos anteriores, mientras que el Sevilla estaba deseando que se acabara el dolor de cabeza provocado por un Córdoba CF que brindó una actuación que se recordará por mucho tiempo. ¿El resultado? El esperado. El partido, en cambio, no se lo esperaba ni el propio Sevilla FC.

Los jugadores del Córdoba CF aplauden a la afición al final del encuentro. A.J. González

Ficha técnica:

0-Córdoba CF: Felipe Ramos, José Ruiz, José Cruz, José Alonso, Ekaitz Jiménez, Toni Arranz, Javi Flores, Carlos Puga, Antonio Casas, Simo, Adrián Fuentes.

Entrenador: Germán Crespo.

Cambios: Willy Ledesma por Adrián Fuentes (62’), Luismi Redondo por Carlos Puga (62’), Omar Perdomo por Antonio Casas (69’), Christian Delgado por Toni Arranz (112’), Álex Marín por Simo (112’).

1-Sevilla FC: Dmitrovic, Montiel, Rekik, Gudelj, Augustinsson, Delaney, Óliver Torres, Óscar Rodríguez, Munir, Idrissi, Iván Romero.

Entrenador: Julen Lopetegui.

Cambios: Jordán por Delaney (37’), Diego Carlos por Gudelj (46’), Ocampos por Idrissi (46’), Rafa Mir por Iván Romero (67’), Papu Gómez por Óscar Rodríguez (74’), Koundé por Rekik (91’).

Gol: 0-1 (108’) Lucas Ocampos.

Árbitro: Gil Manzano (C. Extremeño).

Tarjetas: Javi Flores (31’), Jordán (59’), Toni Arranz (76’), Diego Carlos (82’), Papu Gómez (111’), Ocampos (115’) .

Campo: El Arcángel. Primera ronda de Copa del Rey, temporada 2021-22. Unos 16.000 espectadores.