El Córdoba CF completó este miércoles la segunda sesión de trabajo semanal con la vista puesta en su próximo rival liguero, la UD Montijo de Juan Marrero. El entrenador, Germán Crespo, tuvo las ausencias de hasta cinco jugadores del primer equipo, una tónica que se viene repitiendo desde hace tiempo. El central Ricardo Visus no formó en esta ocasión, como tampoco lo hicieron el lateral Álex Meléndez, los centrocampistas Álex Bernal y Alejandro Viedma y el extremo Samu Delgado. Así pues, la presencia de futbolistas del filial volvió a ser fundamental para llevar a cabo el entreno. 

Christian Delgado, un espejo

Precisamente el papel del B que dirige Diego Caro está siendo vital tras la auténtica plaga de lesiones que asoló al conjunto de la Segunda RFEF. Los defensores Rafa Castillo, Valtteri y Tala y los medios Rober Abreu y Christian Delgado reforzaron al plantel, aunque no fueron los únicos desde que empezó la temporada. Los porteros Jaylan Hankins y Lluís Tarrés, el interior Ale Marín o el delantero José Manuel Naranjo se convirtieron en otros claros ejemplos de lo que puede aportar el segundo equipo a la causa.

Entre todos los nombres citados destaca, por encima del resto, el de Christian Delgado. El joven de 18 años, llegado en el mercado veraniego desde la cantera del Málaga CF, se ganó rápidamente el puesto con Caro en el conjunto de la Tercera RFEF. Y no solo se quedó ahí su progresión, ya que evolucionó de tal manera que debutó bajo las órdenes de Crespo. En el campeonato liguero ya estuvo presente en tres citas -UD San Fernando, Antequera CF y CD San Roque de Lepe-. También apareció en la Copa RFEF contra el Juventud de Torremolinos CF y el Xerez CD desde la titularidad, un paso adelante que está aprovechando a base de casta en la zona de creación.

La puerta está completamente abierta para todos los que aprietan desde atrás, un aliciente repleto de ilusión que muchos querrán estirar al máximo. El buen momento del Córdoba B, dentro del play off de ascenso en el complejo grupo 10 de la Tercera RFEF, reafirma la interesante apuesta por los escalafones inferiores. Por ello, no sería de extrañar que en las futuras convocatorias, más allá de Ale Marín, Tala o Valtteri -con recorrido copero-, pudieran ingresar otras piezas desde un filial que está echando un cable cuando más se le necesita. Bien lo sabe Crespo, ya que el curso pasado estuvo en un B que nutrió de efectivos al combinado de la categoría de bronce.