El estadio en el que jugará el Córdoba CF este miércoles es el Silvestre Carrillo, con seguridad uno de los campos más singulares, con más sabor e historia del fútbol español. Si su situación es más que peculiar, el recorrido que ha vivido desde su construcción, en 1977, alberga multitud de relatos desde su propio nacimiento. La cuenta de Twitter @eibar-sestaox contó algunos de ellos hace años y luego fueron recogidos por el programa de Movistar+ El día después. Desde el papel fundamental que desempeñaron Pepe el camionero y su esposa para el nacimiento del Silvestre Carrillo y su presencia en cada encuentro desde la cueva, hasta la rivalidad con el Tenisca y aquel ‘Partido más violento del fútbol español’ que rememoró el programa, también tomando como referencia la misma cuenta de la red social. Por cierto, que la UD San Fernando, rival del conjunto blanquiverde hace varias jornadas en El Arcángel, evitó el ascenso del Tenisca a la Segunda RFEF y que coincidiera por primera vez en la cuarta categoría del fútbol español con su eterno rival, el CD Mensajero, titular del Silvestre Carrillo y próximo rival del equipo cordobesista.

El Córdoba CF tiene también sus propias historias en el Silvestre Carrillo, algunas de ellas vitales para entender el devenir de la entidad blanquiverde en las últimas décadas. El primer dato significativo señala que el equipo blanquiverde no sabe lo que es ganar en este estadio tras cuatro visitas realizadas. Este miércoles se disputará el quinto encuentro del Córdoba CF en el peculiar estadio palmero.

El ascenso a Segunda del Córdoba CF que voló en el Silvestre Carrillo. FRANCISCO GONZÁLEZ

Volaron piedras

En la primera ocasión en la que el Córdoba CF visitó el campo palmero, el partido terminó en «guerra». Fue un 4 de octubre de 1992. El conjunto blanquiverde no pasó del empate, a pesar de que los locales terminaron con dos hombres menos sobre el terreno de juego por sendas expulsiones y con un penalti a favor anotado por el cordobesista Bravo. El Silvestre Carrillo, básicamente, era un campo terrizo, de arena volcánica, y al Córdoba CF le costó un mundo adaptarse. El Mensajero declaró el encuentro como «día del club», al igual que el del domingo, y el campo palmero se llenó con 3.000 espectadores, que la tomaron con el catalán Ramírez Cabrera, árbitro del partido. Las piedras que llovieron no provenían de ningún volcán y tanto el colegiado como la prensa desplazada a la isla tuvieron que salir en furgones policiales.

Tolo Plaza, entrenador cordobesista, declaraba tras el encuentro que «venir a campos así, en una categoría nacional, es tercermundista. Muchas veces hay que mentalizar a los hombres para que sean santos y no caer en esas provocaciones y cantidad de barbaridades que han pasado aquí». Denunciaba que «los suplentes no han podido calentar porque les han tirado de todo». El avión de regreso del Córdoba CF despegaba media hora después de la finalización del partido, por lo que el traslado de la expedición blanquiverde fue meteórico.

En la temporada siguiente, la 1993-94, el Córdoba CF pasó como un fantasma por el Silvestre Carrillo. El conjunto blanquiverde cayó claramente por un 3-0. El equipo palmero solo perdió aquella temporada dos partidos en casa, ante el Mármol Macael y el Real Jaén, sumando 14 victorias en el campo palmero, en el que cayeron equipos como Las Palmas, Recreativo de Huelva, Granada o Extremadura; es decir, los favoritos que luego jugaron las eliminatorias de ascenso no rascaron ni un punto en el Silvestre Carrillo.

La última visita de los blanquiverdes hasta este domingo data de noviembre de 1996, con un empate conseguido por el equipo entrenado entonces por Chato González con un gol de penalti en la última jugada del encuentro, transformado por David Gallego, hoy entrenador del Sporting de Gijón.

Ayuda terrenal y divina

Pero quizá el partido más recordado por el Córdoba CF sea aquel de la liguilla de ascenso a Segunda, disputado el 21 de junio de 1995. Los blanquiverdes llegaban obligados a ganar en el Silvestre Carrillo en la quinta y penúltima jornada si pretendían seguir con esperanzas de alcanzar la Segunda División. Rafael Gómez había destituido a Crispi tras la tercera jornada de la liguilla de ascenso -fue campeón en Liga regular- y en la cuarta tomó el banquillo Verdugo, que no pudo evitar la enésima decepción con Sandokán como máximo dirigente blanquiverde. La leyenda cuenta que hubo algún maletín viajero que regresó a Córdoba tal y como llegó a La Palma. Un gol de penalti transformado por el local Rafa finiquitó las mínimas aspiraciones del Córdoba CF y a Rafael Gómez se le pudo escuchar en la puerta de vestuarios del Silvestre Carrillo: «San Álvaro, ¿qué te he hecho? ¿Por qué me has abandonado?» Cuatro años después, ya sin Rafael Gómez en el club, el Córdoba CF regresó al fútbol profesional en Cartagena.