La administración concursal del Córdoba CF SAD continúa con su serie particular de demandas de acciones rescisorias sobre lo que entiende acreedores ficticios de la entidad blanquiverde, contratos sospechosos o de pagos indebidos, a su juicio. Los afectados son tanto personas físicas como entidades y aparecen en la relación de acreedores, cuya junta se celebró el pasado 22 de septiembre, dejando el resultado en el aire a la espera de la decisión sobre el crédito de Grupo Tremon. Tras dar validez el juez Fernando Caballero a algunas de estas acciones rescisorias, como las activadas contra Aceites García de la Cruz, Jesús León (más de 800.000 euros se lograron anular), Grucal Properties o Aglomerados Córdoba, entre otros, Francisco Estepa, administrador concursal, ha acometido la que engloba el mayor porcentaje de deuda del Córdoba CF SAD: la de Bitton Sport o, como se denomina en la actualidad, según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, «Hartmann&Morato Sport SL», nueva denominación de la empresa controlada por Luis Oliver y también, en diversas fases de su existencia, por Joaquín Zulategui.

En la demanda de acción rescisoria presentada por el administrador concursal se solicita la nulidad del contrato de prestación de servicios firmado el 24 de enero del 2018 entre el Córdoba CF y Sitnosport (también del entorno de Oliver y Zulategui), contrato que subrogó posteriormente Bitton. Asimismo, Estepa solicita al juez Caballero, en comisión de servicio en el Juzgado de lo Mercantil número 1, la extinción del contrato -que contemplaba una cuantiosa indemnización- firmado en julio del 2018 de gestión deportiva de la entidad blanquiverde, por el que Bitton cobraba, por poner varios ejemplos en la reciente historia del club, cuatro veces y media más que Emilio Vega, seis veces más que Rafael Berges u ocho veces más que Pedro Cordero, estando este como jefe deportivo en Primera División, además. Aparte, la prima de permanencia en Segunda del conjunto blanquiverde (un millón de euros) reportaba cinco veces más dinero a Bitton que a Pedro Cordero (200.000 euros) por mantenerse en Primera.

Una salvación cinco veces más costosa que en Primera

Como un ejemplo más que gráfico, Estepa indica en la demanda a la que tuvo acceso este periódico que el Córdoba CF de la 2018-19 tenía un volumen de negocio de 9,7 millones de euros y que únicamente en el pago a la empresa de Oliver por gestión deportiva le suponía a la entidad blanquiverde una obligación de 600.000 euros. El Granada, en la misma temporada aunque en Primera División, tenía una cifra de negocio de 27,6 millones de euros (el triple que la del club blanquiverde) y sus pagos a personal de todo tipo, incluyendo director deportivo, secretario técnico, médico, delegado, etcétera, le supusieron poco más de 480.000 euros.

Finalmente, la administración concursal solicita al juez Caballero que revierta los pagos realizados por el Córdoba CF SAD a Sitnosport y Bitton por casi 1,2 millones de euros, concretamente, 1.138.718,15 euros, es decir, Estepa solicita al juzgado que Oliver y todo su entramado devuelva al club presidido por Carlos González esa cantidad ya cobrada.

En la demanda, la administración concursal remarca que «una vez convertida Aglomerados Córdoba» en la accionista mayoritaria del Córdoba CF SAD, «Bitton pasó a controlar y gestionar directamente diversas áreas vitales de la entidad, así como a tener acceso y disponer libremente de la tesorería del Córdoba CF SAD, siendo nota característica de tal proceder el hacerse siempre indirectamente, mediante personas o sociedades interpuestas, a efectos de ocultar tal gestión fáctica» del Córdoba CF. Es decir, al igual que en su día señaló el informe de la Guardia Civil del que informó este periódico, también para el administrador concursal la gestión real del Córdoba CF se llevaba a cabo por parte de Luis Oliver y todo el entramado de empresas con las que desembarcó en la entidad blanquiverde.

Un director financiero con un sueldo de 29.401 euros al mes

Te puede interesar:

Así, además de recordar los cobros directos realizados al club por Zulategui y su empresa, WACC, la administración concursal también reseña la importancia en todo el entramado de Adinta Sport y su administrador único, Teodoro Brea, «que percibía unos honorarios mensuales de 29.401,14 euros» del Córdoba CF y que «ostentó amplias facultades de gestión» del Córdoba CF SAD. Como prueba de ello, la administración concursal aporta el poder notarial de Brea para contratar y despedir «sin limitación ni cortapisa alguna» en el club y también se recuerda en la reclamación del concursal el dinero que Brea transfirió desde la SAD a cuentas de diversas empresas, a través de las claves telemáticas con una entidad bancaria con la que trabajaba el Córdoba CF SAD, una cantidad superior a los 400.000 euros. Unas transferencias de dinero que se produjeron la misma mañana en la que era despedido del club Luis Oliver. Finalmente, el concursal aporta un contrato por el que Teodoro Brea, ya en nombre y representación del Córdoba CF SAD, firmó con Grucal Properties a razón de 500.000 euros anuales.

El valor total de la acción rescisoria demandada por la administración concursal sobre contratos de la entidad blanquiverde con la amalgama de empresas del entorno de Oliver es de 3.191.966,64 que, en caso de ser aceptada por el juez Caballero reduciría la deuda concursal del Córdoba CF SAD en casi un tercio del total. De hecho, Oliver y todo su entramado de empresas puede calificarse como el gran acreedor de la entidad blanquiverde, a pesar del cobro de todas las cantidades expuestas por Estepa a lo largo de su demanda de rescisión.