El destino quiso que la inauguración de la nueva sede de la Peña Cordobesista Quian -en la calle Minerva, local 2- se produjera en uno de los momentos más dulces que ha vivido el Córdoba CF en los últimos años. El equipo es líder y máximo goleador de la categoría. De acuerdo, van solo dos jornadas y la división en cuestión es la Segunda RFEF -la cuarta en el escalafón-, pero los cordobesistas saben disfrutar de los momentos especiales. Y la apertura del nuevo local, atestado de fotos y recuerdos con historia detrás, fue uno de ellos. Al menos para un puñado de aficionados con mucho fútbol en sus retinas y más ilusión en el porvenir. Hay motivos para ello.

Alfonso Ruiz, presidente de la Peña Quian, cuenta con un grupo de fieles colaboradores entre los que están Enrique Rodríguez (vicepresidente), Francisco González (tesorero) y Juan Manuel Granados (secretario). Todos tuvieron la ocasión de cambiar impresiones con el consejero Jesús Coca, el director deportivo Juanito, el entrenador Germán Crespo y el jugador Luismi Redondo. Hubo abrazos, sonrisas y parabienes. Todos, en realidad, tienen el mismo objetivo: ir en junio a Las Tendillas. El camino se ha abierto de un modo perfecto para recorrerlo juntos. Por ese plan brindaron todos junto a la presidenta de la Federación de Peñas del Córdoba CF, Inma Atienza, que acudió cargada de moral y proyectos.

La Peña Quian tiene ya su solera. Sus fundadores arrancaron con la aventura hace veinte años coincidiendo con un episodio histórico: la salida del Córdoba CF de la Segunda B -con escala en Tercera- y el retorno a Segunda en 1999. Enclavada en un barrio de honda tradición futbolera, la peña quiere contribuir a revitalizar un sentimiento compartido con otros colectivos de la zona, como la Peña Cordobesista de Cañero o la Peña Los Cuñaos + 1. La idea es organizar actividades conjuntas, según señala el presidente, Alfonso Ruiz, que ejerció como maestro de ceremonias en un acto sencillo y sin lujos.

Los peñistas y sus familiares se apiñaron en el pequeño local para escuchar a los protagonistas explicar unos objetivos que sonaron sinceros y creíbles. Coca sigue convencido de que el Córdoba CF es una herramienta perfecta para cohesionar emocionalmente a la ciudad. Juanito y Crespo están ahora en la cresta de la ola. El director deportivo ha construido una plantilla que, con la pizarra del técnico, ha acaparado el protagonismo en el estreno de la Segunda RFEF. Es el mejor equipo de los 90 que forman los cinco grupos. Le bastará con ser el primero del suyo, el 4, para picar el billete del ascenso. Le faltan muchos meses y 32 partidos, pero de momento todo va bien. Y los cordobesistas lo disfrutan con ese el exceso propio de quienes han sufrido mucho.

Porque ser cordobesista es, básicamente, aprender a digerir las desgracias y saber disfrutar cuando se puede. En el barrio de Fidiana, el cordobesismo se seguirá contagiando desde una peña que nació tras un ascenso y que quiere vivir otro esta temporada. Una devoción imparable.