Si hay algo que estimula a los aficionados del Córdoba CF es la sensación de estar ante una de esas encrucijadas históricas que dejan huella para siempre. Cuando parece que todo se va a pique, nadie se quiere perder la oportunidad de estar presente en el momento en el que el club vuelva a volar. Solo así se entiende que más de siete mil seguidores se hayan abonado a un equipo que pasó en seis años de militar en Primera División a desplomarse a la Segunda RFEF, la cuarta categoría del país. "Algún día lo contarás con orgullo. Yo siempre estuve con mi Córdoba CF", dice el spot publicitario que difundió el club coincidiendo con el cierre de la primera fase de una campaña que ha apelado a la esencia del sentimiento del cordobesista, capaz de convertir la desgracia en fiesta. El club blanquiverde hizo público el dato al final de la jornada del sábado y los números son elocuentes: 7.229 abonados. De este número, 5.733 corresponden a renovaciones y 1.496 son nuevas altas, un dato que refleja el nivel de seducción que el proyecto ha ejercido entre los seguidores.

En la guerra del Córdoba CF hay muchas batallas que ganar. La de las gradas es fundamental. Después de una cadena de descensos sin parangón, un núcleo de fieles se ha mantenido firme. Más allá de cuestiones económicas -la entidad hizo una rebaja en el precio de los carnés en torno al cincuenta por ciento-, el Córdoba necesitaba proyectar una imagen de unidad y respaldo social. Las dudas que pudiera haber tras el fiasco deportivo del curso 20-21 y el periodo de parálisis posterior -los propietarios de Infinity se tomaron su tiempo para poner de nuevo en marcha la estructura, ante el nuevo escenario- se disiparon en cuanto se vieron las primeras colas en las taquillas. Entre el 12 de julio y el 14 de agosto, más de siete mil abonados han convertido al Córdoba CF en el club líder en la Segunda RFEF.

En el mapa de las competiciones de la Federación Española, sólo dos clubs de la Primera RFEF, el Castellón y el Deportivo de La Coruña, tienen mayor número de abonados a día de hoy que los blanquiverdes. El equipo levantino, recién descendido de Segunda División, supera ligeramente los doce mil y el coruñés ha rebasado la barrera de los diez mil, según publica el portal @SegundaBpro. El Córdoba CF es el que más abonados tiene dentro de la Segundad RFEF, por delante del Real Murcia (6.000), Xerez Deportivo FC (2.477), Numancia (2.000) y Toledo (1.300). En la Tercera RFEF, quinta división, destaca el seguimiento al Recreativo de Huelva. El Decano del fútbol español lleva ya 4.000 abonados para la campaña 21-22.

Fin de la primera fase

El club habilitó desde el 12 de julio y hasta el 14 de agosto la fase de renovación de manera presencial en El Arcángel, a través de la plataforma digital o el teléfono de oficinas. Por todas esas vías ha ido sumando adeptos hasta rebasar la franja de los 7.000. El consejero delegado del Córdoba CF, Javier González Calvo, había confesado en la presentación de la campaña de abonos que el desafío estaba escalonado: el primero era superar los algo más de seis mil reales del curso anterior -con todos los rigores de la pandemia del covid, que impidieron a la mayoría ver siquiera un partido en El Arcángel-; el segundo, llegar a los ocho mil. El reto pasó de lo posible a lo probable. Las semanas previas a la competición van ser claves.

La segunda fase, que se desarrollará en los días 16 y 17 de agosto, es la destinada a los cambios de asiento y tendrá que hacerse de manera presencial en las oficinas del club. Posteriormente, a partir del 18 de agosto y hasta el 18 de septiembre, el Córdoba CF abrirá el plazo para la venta libre de los asientos que hayan quedado libres hasta esa fecha.

Entre los aficionados fue bien acogida la rebaja en los precios, con descuentos familiares y alguna prebenda interesante para el futuro. El Córdoba CF, además, se compromete a aplicar un descuento del 15% en las renovaciones de la temporada 2022-23 a todos los abonados que hayan renovado este año o se hayan inscrito por primera vez.

La vuelta del público

La necesidad de los aficionados de reencontrarse con sus rutinas habituales es un hecho. Hay ganas de fútbol, que se han evidenciado en la expedición de carnés para regresar a El Arcángel. En el curso pasado, el estadio ribereño fue escenario de un descenso en soledad, con citas a puerta vacía o con aforos mínimos. Durante el mes de agosto, el acuerdo entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades permite que en las gradas se congregue un 40 por ciento del aforo. En el caso del Córdoba, eso significa que unos 8.700 abonados pueden acudir a los encuentros. La medida se revisará en septiembre, aunque todo apunta a que tendrá continuidad.