Las píldoras de nostalgia han resultado milagrosas para mantener la entereza de ánimo del seguidor del Córdoba CF en los tiempos duros. No hay que irse muy lejos para encontrar el último ejemplo. Esta misma temporada, tras el desplome a la Segunda RFEF, los aficionados han recordado -algunos la vivieron y a todos se la han contado- aquella campaña en Tercera División de mediados de los 80, con épica sobre el barro y un ascenso mítico en Valdepeñas

Con el anuncio del calendario 21-22 y el estreno en Jerez de la Frontera, la hemeroteca recuerda que hubo una vez en la que el Córdoba también inició el campeonato en Chapín. Fue en la 94-95, en el grupo 4 de la Segunda B. ¿Y qué ocurrió? Pues que el conjunto blanquiverde acabó ganando aquella tarde y, meses después, se proclamó campeón de Liga. Cualquier cordobesista firmaría un retrato similar para este campeonato, pues significaría que el Córdoba daría el salto de categoría. En aquella ocasión, ser campeón no le sirvió: fue noqueado en el play off. Tardó cuatro años más en poder dar el salto a Segunda.

Aquel Córdoba era un escándalo en todos los sentidos. En el palco, el empresario Rafael Gómez en plena efervescencia; en el banquillo, un generador de controversia como Crispi; y en el campo, un álbum de cromos de lujo con futbolistas de divisiones superiores. Eran los años de las pegatinas de "Con el Córdoba a Primera" en los taxis y la presión por llevar al club a ser alguien en el panorama nacional. 

Un equipo de lujo

En aquella jornada inicial de la temporada 94-95, el Córdoba presentó en Chapín ante el Xerez -el original, que no es el que tendrá como rival el próximo septiembre- un once formado por Avelino Viña, Algar, Rícar, Pedro Luis, Luna Eslava, Juanito, Javi Prieto, Emilio Vega, Pepichi Torres, Manolo y Víctor Bermúdez. Se adelantaron los azulinos, entrenados por Manolo Cardo, a los cinco minutos con un tanto de Mújika. El Córdoba despertó antes del descanso con un gol de Manolo, de penalti, y terminó ajusticiando al rival en los minutos finales. Quini salió a falta de diez minutos y tardó uno en firmar el 1-2. Y el definitivo 1-3 lo selló Víctor Bermúdez.

Manolo cae ante un rival en el Xerez-Córdoba en Chapín de la temporada 94-95. Francisco González

El Córdoba tuvo una briosa puesta en escena: enlazó ocho jornadas sin perder y se colocó arriba. Desde principio de año estuvo de dulce, con El Arcángel como fortín y un fútbol más práctico que vistoso. Fue el menos goleado del grupo (28 encajados en 38 partidos) y entró en el play off como primero. Le tocaron el Castellón, el Mensajero y el Sestao en el grupo. Y se dio el batacazo: perdió los tres partidos fuera sin marcar un solo gol. Ascendió a Segunda el Sestao y también lo hicieron el Almería y el Écija, que habían quedado por detrás del Córdoba en la Liga.