Con todos se sentará el Córdoba CF a negociar. Sea por el aspecto económico, sea porque no interesen a los nuevos jefes deportivos. La mayoría de los 12 jugadores blanquiverdes con contrato en vigor han tenido una temporada que justifica las dudas que pudiera haber en la planta noble de El Arcángel sobre su continuidad. Con pocas y honrosas excepciones, la 20-21 pasará factura a todos. A los que se marcharon ni se les planteará una posibilidad lejana de continuar y los que «se quedan» tienen negociación por delante, más allá de que alguno puede tener mercado en Primera RFEF. Así fue la temporada de los que aún tienen contrato en vigor.

Edu Frías. No convenció, en absoluto, y eso que Juan Sabas le dio la titularidad en el inicio de temporada. Jugó los mismos partidos que Isaac Becerra, ambos con las mismas cifras, 11 goles encajados en 12 partidos jugados, pero ninguno de los dos porteros ofreció argumentos para hacerse fijo bajo la portería. El error en el último encuentro de Liga no fue sino la constatación de lo que fue la temporada. A su favor cuenta con la edad, aún es sub-23, aunque a pesar de que pueda continuar en el club, este buscará un portero con experiencia y de nivel.

Defensa

Manu Farrando. Su gran hándicap durante la temporada fue el excesivo número de amonestaciones, aunque en su defensa habría que valorar que su puesto natural es el de central, actuando de lateral solo en ocasiones excepcionales. No fue así en el Córdoba CF, en donde la falta de confianza en Álex Robles le obligó a jugar pegado a la banda. Tiene a su favor la posible salida de Djetei, por lo que es uno de los dos centrales que siguen en plantilla, junto a Bernardo. También es joven, 26 años, y pese al bajo nivel global del equipo, sus actuaciones en el eje de la zaga no desentonaron.

Bernardo Cruz. No fue la mejor temporada de su carrera, precisamente. El cordobés no estuvo al nivel previsto en su regreso al Córdoba CF y, posiblemente, será uno de los jugadores con los que el club pretende sentarse, principalmente, por el aspecto económico. El Bernardo de la 20-21 no es el Bernardo Cruz real y el aporte identitario en el vestuario es necesario. Son dos bazas que juegan a su favor, aunque la temporada en general y la parte final, en particular, donde llegó a perder el puesto de titular, es algo a tener en cuenta

Mohammed Djetei. La temporada del camerunés hay que dividirla en dos partes. La primera, hasta su lesión a final de año, en la que apuntó las mismas virtudes -también defectos- que la temporada pasada. Pero a partir de su regreso no fue el mismo y se «contagió» del resto del equipo. Lo lógico es que llegue un equipo de superior categoría y el club se vea obligado a darle salida, como mínimo, en forma de cesión. Es otra de las incógnitas que deberá resolver la nueva dirección deportiva blanquiverde.

Berto Espeso. Un caso con ciertos puntos de coincidencia con el de Farrando. En contra del asturiano juega el detalle de que deja de ser sub-23 en un puesto, el de lateral alternativo, que suele ocuparse con una de esas fichas. Empezó bien, perdió la titularidad y ya no la recuperó. Brilla más como carrilero que como lateral, ya que ofensivamente tiene presencia y se le presentan dificultades a la hora de tener que defender con disciplina.

Centro del campo

Alberto del Moral. Sería un milagro que vistiese la blanquiverde la próxima temporada. Con 20 años y la temporada que ha realizado, tiene cartel incluso en clubs de categorías superiores a la Primera RFEF. El trabajo del Córdoba CF será que solo salga en formato de cesión, aumente su cartel y, con suerte, que el club blanquiverde ascienda. A partir de ahí tendría otra disyuntiva: si el toledano ha seguido creciendo habrá que traspasarlo, pese al ascenso. En caso contrario, tendría el conjunto blanquiverde mediocentro defensivo titular para la 22-23. Ojalá en Primera RFEF.

Djak Traoré. Quizá su mayor problema sea el de la indefinición: ni mediocentro defensivo puro ni interior 100% fiable con el balón. Jugador físico que estuvo lastrado por un inicio de temporada con una lesión que traía desde su etapa en el Badajoz. Puede ser útil como jugador de plantilla, pero todo un reto para el entrenador que tenga el equipo.

Mario Ortiz. Otro que, tanto por experiencia, trayectoria y temporada, tendrá cartel en Primera RFEF. No ha realizado una temporada brillante, pero sí por encima de muchos de sus compañeros. Una verdadera incógnita para la próxima campaña, pese a tener contrato en vigor.

Javi Flores. Un caso parecido al de Bernardo Cruz, tanto en el aspecto de identidad en el vestuario como en el aspecto económico. Su temporada fue bastante irregular, influida por alguna lesión, elecciones de los entrenadores y porque tampoco él llegó al nivel en demasiadas ocasiones.

Nahuel y Samu. Casos parecidos entre ellos. Hombres de banda con cartel para jugar en categoría superior, pero interesantes para tenerlos en el vestuario en la nueva categoría. Además, permiten al club buscar dos hombres de banda con características diferentes para completar un cuarteto más que aceptable. Pero todo dependerá del mercado veraniego, tanto para ellos como para el Córdoba.

Delantera

Willy Ledesma. Renovó automáticamente y firmó su mejor temporada en lo que a capacidad realizadora se refiere. El extremeño había anotado nueve goles en dos ocasiones, pero en temporadas en las que jugó 34 y 29 partidos. En esta, solo en 23, marcó ocho tantos en Liga. Puede aportar el punto de veteranía en la delantera, lo cual significaría todo un reto para la dirección deportiva completar los hombres de ataque del Córdoba CF ante su nueva etapa en Segunda RFEF.