El Córdoba B regresó ayer lunes al trabajo, una vez que todos los componentes de la plantilla de David Ortega dieron negativo en los test covid pasados a primera hora de la mañana. El segundo equipo blanquiverde supo oficialmente horas después que no disputará las eliminatorias de ascenso a Segunda RFEF y sí el Pozoblanco, como se intuía ya antes de consumarse el trágico descenso del Córdoba CF a la cuarta categoría del fútbol español.

Así, el encuentro del próximo domingo contra Los Barrios pasará a ser un mero trámite, aunque también la última reivindicación de un equipo, dirigido por Germán Crespo, que firmó una segunda vuelta sobresaliente.

El último encuentro del filial sigue programado en El Arcángel, aunque habrá que esperar a la decisión final del club tras la debacle y el trámite que supone dicho partido. Los campos se encuentran ya con los trabajos típicos de migración de variedad. El pequeño de la Ciudad Deportiva ya está pasado por herbicida, mientras que El Arcángel, en princpio, iba a ser migrado a partir del próximo lunes, día 17, quedándose como único campo útil el grande de la Ciudad Deportiva. De ahí que el club, ya antes del último encuentro de la temporada, tuviera programado que la primera plantilla entrenara, al menos, durante esta semana antes de tomar las vacaciones. En cualquier caso, un final muy triste de temporada, no solo para el Córdoba CF y su descenso, sino porque el filial no tenga su merecido premio a la buena campaña.