Sí, es él. El que estuvo en el glorioso ascenso del Córdoba CF a Primera División en Las Palmas, en el estreno en la élite en el Santiago Bernabéu ante un Real Madrid campeón de Europa o en algunos de esos episodios futbolísticos que quedaron grabados durante un quinquenio (12-17) en el que el Córdoba estaba -para bien o para mal- en el escaparate del fútbol profesional. José María López Silva (Huelva, 1983) regresará este domingo a El Arcángel, un estadio en el que fue aclamado durante un buen puñado de años y en el que vivió los momentos cumbre de una carrera futbolística que hoy le tiene en el Tamaraceite, humilde club de un barrio de Las Palmas. 

No habrá aficionado blanquiverde que no sienta un ramalazo de rabia y nostalgia al ver al habilidoso jugador, ya sin punta de velocidad pero con más visión y el descaro irreverente del que ya no tiene nada que demostrar. El Córdoba CF viene siendo una pasarela permanente de jugadores que apenas dejan huella, pero a López Silva no le olvidan. Su imagen osada en el campo y tímida fuera de él fue uno de los sustentos de un Córdoba que era mejor de lo que se creía. 

Cinco años después

Hace casi justamente cinco años, el 27 de abril de 2016, López Silva defendió por última vez la camiseta del Córdoba CF en El Arcángel. Era la jornada 31 del campeonato de Segunda División y llegaba el Alavés. El equipo vitoriano, con Pepe Bordalás en el banquillo, se llevó el partido (1-2) con tantos de Toquero y Bernardello para dejar al Córdoba CF -marcó Xisco- enrocado en sus dudas. Había sido líder después de la mejor primera vuelta de su historia en Segunda con Oltra, pero tras el mercado invernal -el refuerzo fue Eddy Silvestre- empezaba a perder fuelle. 

López Silva salió ese día al campo a falta de siete minutos para suplir al defensa Stankevicius. El Córdoba terminó atacando con Xisco, Fidel, Raúl de Tomás... No hubo manera. Perdió. López Silva ya no jugó más con la blanquiverde. Aquella fue su última cita oficial en una campaña en la que el Córdoba acabó disputando las semifinales del play off de ascenso a Primera para caer en la prórroga ante el Girona en Montilivi, tras unos arbitrajes discutibles (2-1 en El Arcángel y 3-1 en la vuelta) y sin poder contar con su estrella goleadora, Florin Andone, que se fue a la Eurocopa con la selección de Rumanía. Qué tiempos aquellos.

López Silva, marcado por Ricardo Visus en el Tamaraceite-Córdoba de la primera jornada de la segunda fase del grupo 4 en Segunda B. LOF

Adiós a Primera en el Camp Nou

De sus más de cuatrocientos partidos como profesional, López Silva cuenta con ocho en Primera División: todos con el Córdoba CF. Se estrenó con 31 años en el Bernabéu como titular en un día histórico, con más de tres mil cordobesistas en las gradas. Cayeron por 2-0 con tantos de Benzema y Cristiano Ronaldo. Su despedida fue en el Camp Nou, con derrota por 5-0 ante el Barça de Luis Enrique y Messi, que firmó un doblete que se completó con dianas de Pedro, Luis Suárez y Piqué. Silva salió los últimos 15 minutos. Ahí cerró su ciclo en la máxima categoría

Después despachó un último curso en Segunda con el Córdoba y pasó a la Segunda B con el Alcoyano -dos años- y el Tamaraceite, donde paladea las alegrías de los pobres. "Lo que para nosotros es un éxito, para el Córdoba es un fracaso", dijo el entrenador canario, Trujillo, en las vísperas de la visita blanquiverde al estadio Juan Guedes. Allí ganó el Córdoba por 0-1 gracias a un penalti que paró Becerra en el descuento.

"Todo lo que no sea estar en Primera es un fracaso para el Córdoba". Ese era el discurso imperante en los tiempos en los que López Silva era jugador blanquiverde. Cinco años después regresa en medio de unas circunstancias turbulentas en El Arcángel, unos tiempos extraños en los que todos se agarran a una versión grosera de aquel lema de la etapa de Carlos González. Ahora el fracaso ya está asumido. No hay ascenso a Segunda y lo que se busca es un sitio en la Primera RFEF, que sería la tercera competición nacional. En el Córdoba debutará un entrenador -Crespo, el tercero tras Sabas y Pablo Alfaro- y la necesidad es absoluta. La amenaza de caer a Segunda RFEF -¡la cuarta liga nacional!- está ahí. Y en la trinchera enemiga está López Silva, que seguramente se preguntará qué le ha podido ocurrir a su antiguo club para sufrir semejante desplome.