La Liga va camino de estrangularse. Quien lleve haciendo el mismo ejercicio estadístico año tras año podrá constatar que por estas fechas, y con más virulencia dentro de pocas jornadas, la competición sufre una fractura casi definitiva sobre todo en la parte baja de la tabla. Están los diez primeros y los doce restantes, y dentro, seis o siete que pelearán a cara de perro por la salvación. Y ahí hierve todo a fuego lento hasta el final de los días, allá por el mes de junio. Aunque quedan algunas jornadas para abrirse en canal, la competición empieza a mostrar el baile tectónico de equipos en busca de su mejor acomodo. Y el Córdoba parece que va en la dirección adecuada. Si importante es que acumule dos victorias consecutivas y además sin encajar un gol frente a rivales directos --Alavés y Sevilla Atlético--, más aún que recorte distancia con equipos que parecían decirle adiós en la tabla hace escasas fechas. El conjunto de Juan Luna Eslava no solo se mantiene fuera de las plazas de descenso, sino que empieza a separarse de varios de sus adversarios y a recortar puntos con los de encima. Por delante, está a tiro de partido de superar al Albacete y Las Palmas. Ambos pincharon ayer y prosiguen en caída libre. Y es que salvo el Murcia de Campos, que acumula seis victorias en los últimos ocho encuentros, y el Elche, que juega hoy en Tenerife, que es tercero en la tabla, hay hasta nueve equipos que están en una horquilla de seis puntos con síntomas evidentes de ir cuesta abajo. Y en ese mismo tramo, el Córdoba progresa adecuadamente.