Rocío 2025

La Virgen del Rocío vuela sobre la gente entre vivas y palmas

El salto a la reja de los almonteños ha tenido lugar a las 2.43, 15 minutos antes que en 2024, un momento lleno de fervor que se repite por la aldea en una procesión multitudinaria

La Virgen del Rocío sale de su ermita para comenzar la procesión, esta pasada madrugada, en Almonte.

La Virgen del Rocío sale de su ermita para comenzar la procesión, esta pasada madrugada, en Almonte. / Emilio Morenatti / AP

Victoria Flores

Aldea del Rocío / Almonte

A las 2:42 de la mañana, 15 minutos antes que en 2024, ha llegado la hora. Los almonteños no han podido aguantar más y los primeros comienzan el salto a la reja. Tras ellos van todos, que quieren ser los primeros en ser sus pies y llevarla a la gente. En solo cinco minutos los hombres del pueblo sacan a la Blanca Paloma y la plaza principal de la Aldea ha estallado en palmas y vivas. Ahora sí, es Lunes de Pentecostés.

Uno de los momentos de más tensión a lo largo de la madrugada se ha vivido en la puerta de la Hermandad de Villamanrique. Una discusión entre villorreños y almonteños en febrero en la ermita durante la peregrinación de invierno de los primeros hace que la Virgen, los almonteños, pase de largo sin girarse siquiera. Entre el público hay aplausos.

Detalle de la salida de la Virgen del Rocío por las calles de la Aldea, a 9 de junio de 2025 en Huelva (Andalucía, España). El milagro volvió a suceder, el Lunes de Penteconstés, los almonteños saltaron la reja para sacar en procesión por las calles de la Aldea a la Virgen del Rocío. 09 JUNIO 2025 Joaquin Corchero / Europa Press 09/06/2025. Joaquin Corchero;category_code_new

La Virgen del Rocío en procesión, esta pasada madrugada, por Almonte. / Joaquín Corchero / Europa Press

En Triana no cabe nadie

La Virgen vuela entre la bulla que empuja a su paso. Los más jóvenes de Almonte, que no llegan a la mayoría de edad, se abren hueco con sus camisas blancas abiertas y las gotas de sudor cayendo por todas partes. En Carrión, que cumple 100 años como filial, le ha esperado una lluvia de pétalos. El paso es incapaz de avanzar y cae hasta tres veces ante su puerta, pero los pétalos no han cesan y con cada levantá.

En Triana no cabe nadie. Las campanas repican mientras los almonteños intentan abrirle aire a su Virgen. “Arrastrad los pies que así no os caéis, no los levantéis”. Y el director espiritual de Triana comienza los vivas. “Viva la Virgen del Rocío” y Rocío llora. “Viva la patrona de Almonte” y Pablo toca el varal del paso, que aprieta contra el porche de la hermandad sevillana. “Viva la Hermandad del Rocío de Triana” y Rafa llama a su hija para que no se pierda nada. “Y que viva la madre de Dios” y los almonteños se la llevan, dejándolos a todos atrás embobados mirándola.

La mirada de quienes se van con la bulla no está pendiente de la gente sino que vuelve atrás para ver a la virgen una vez más. No da tiempo a que la Virgen termine de pasar y los simpecados vuelven de nuevo a la carreta. La bulla se lleva a la gente y atrás quedan los zapatos, los chalecos y los relojes que los rocieros pierden porque prefieren verla a ella antes que otra cosa.

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