La llegada irregular de inmigrantes a la costa andaluza se reduce a la mitad: sólo representa el 5,4% de España

Andalucía soporta cada vez una menor presión de la inmigración irregular en sus costas. En pleno debate sobre el número de plazas para menores de las que debe disponer la comunidad autónoma y cuál debe ser su papel en el reparto de niños, niñas y adolescentes llegados a Canarias, los datos del Ministerio del Interior reflejan un descenso constante de las embarcaciones que llegan a Almería, Granada, Cádiz o Málaga. En estos momentos, ya sólo representan el 5% del total de las que llegan a España dado que las redes que operan en las distintas rutas se están centrando en Canarias y adentrándose en el levante.

Lejos de la presión migratoria que sufrió Andalucía en el año 2018, la tendencia a la baja de los últimos años se ha consolidado en 2024 y en los primeros años de 2025. Así, según los datos del Ministerio del Interior, en los primeros tres meses de 2025 han llegado a las costas de la comunidad autónoma 608 inmigrantes en 51 embarcaciones, una cifra que supone la mitad que en el mismo periodo del pasado ejercicio cuando llegaron 70 embarcaciones con 1.164 personas a bordo.

En 2024 la caída en la llegada de personas inmigrantes de forma irregular a las costas andaluzas fue similar. La crisis migratoria se centró en Canarias y el número de personas llegadas a las costas españolas subió hasta llegar a las 64.000. Sin embargo, en Andalucía se produjo el fenómeno contrario: se redujo el número de llegadas. El ejercicio se cerró, según los datos facilitados por el Ministerio del Interior, con 5.685 personas llegadas a Almería, Granada o Cádiz, un 41% menos que las 9.698 del ejercicio anterior.

Estos datos reflejan que en 2024, las llegadas a las costas andaluzas representaron un 8,9% del total nacional, un porcentaje que ahora en estos primeros meses de 2025 se ha reducido aún más hasta llegar al 5,4%.

Centros saturados

No obstante, la tendencia refleja también un desigualdad territorial importante en el caso andaluz: las llegadas de personas inmigrantes de forma irregular se están concentrando en la costa de Almería, la ruta en la que además se han registrado más desapariciones y fallecimientos de personas inmigrantes. En el otro lado de la balanza, cada vez son menos las embarcaciones que llegan a las costas de Cádiz a través de la ruta del Estrecho, que fue el principal foco de la crisis migratoria andaluza de 2018.

Pese a esta caída, los recursos para la acogida de inmigrantes adultos (que dependen del Estado) o menores (que dependen de la Junta) que se encuentran en la comunidad autónoma se encuentran prácticamente al límite debido a los continuos procesos de traslados desde Canarias a la península que han llegado posteriormente a Andalucía. En el caso de los adultos, estos traslados dependen exclusivamente del Ministerio que distribuye en función de sus plazas disponibles o de los criterios que establezca el Gobierno central. En cuanto a los menores, se trata de una decisión que corresponde a la Junta que sólo ha pactado los 30 menores que provienen de Ceuta. El resto, según repite la Consejería de Inclusión Social han llegado a Andalucía como adultos aunque una vez aquí se ha constatado que no tenían 18 años.