Informe anual de seguimiento

La sequía y el deterioro de la marisma cercan la biodiversidad de Doñana

Desde la estación biológica se destaca que los ecosistemas acuáticos «son muy resilientes»

Personal técnico midiendo parámetros en la laguna de Santa Olalla.

Personal técnico midiendo parámetros en la laguna de Santa Olalla. / CÓRODBA

Ana Carretero

Sevilla

Eloy Revilla, el director de la Estación Biológica de Doñana (EBD), se muestra optimista, pese a los datos que este viernes presentó junto con los responsables de la Infraestructura Científica y Técnica Singular - Reserva Biológica de Doñana (ICTS-Doñana), adscrita a este instituto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Según el investigador, «los ecosistemas acuáticos son muy resilientes» por lo que, adoptando las medidas adecuadas, todavía puede revertirse la situación crítica del espacio natural protegido onubense.

Los resultados del informe anual de seguimiento de la EBD suponen un profuso análisis del estado de la biodiversidad de Doñana respecto a los últimos cincuenta años. Uno de los datos más llamativos en el censo de aves invernantes: las aves censadas durante enero de 2024 en el Espacio Natural de Doñana fue «de tan solo 43.989», la segunda cifra más baja de toda la serie histórica.

Para poner en contexto lo preocupante del dato, solo en cuatro ocasiones de los últimos 50 años se han registrado cifras por debajo de 100.000 individuos.

Por otro lado, la marisma de Doñana se ha mantenido inundada apenas 35 días, «una leve subida desde el año anterior» y la laguna de Santa Olalla, la más grande del parque y antes considerada permanente, se ha vuelto a secar por tercera vez consecutiva a principios de octubre.

En cuanto a las aguas subterráneas, los datos muestran «una preocupante tendencia descendiente en el nivel freático» continuo desde 2020 hasta la actualidad.

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