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El exdirector de la Faffe reconoce los pagos en prostíbulos

En la primera jornada de juicio, Fernando Villén también alega haber devuelto el dinero

Fernando Villén (derecha) a su llegada a los juzgados de Sevilla.

Fernando Villén (derecha) a su llegada a los juzgados de Sevilla. / Eduardo Briones / Europa Press

Efe

El exdirector de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) Fernando Villén reconoció este lunes que realizó pagos en clubes de alterne con tarjetas bancarias de esta institución pero que todo el dinero «de uso indebido» que sacó «los devolvió en todos los casos», algo que no comparte la Fiscalía ni la acusación.

Villén declaró en el juicio que comenzó este lunes en la Audiencia Provincial de Sevilla con jurado popular, en el que está imputado, junto a la exdirectora económica y financiera, Ana Valls, quien tiene previsto declarar hoy. Presidido por la jueza Mercedes Alaya, se juzga a Villén y Valls por un delito continuado de malversación de caudales públicos en concurso con un delito continuado de falsedad en documento oficial cometido por funcionario público, aunque la acusación representada por la Junta de Andalucía no pide para la segunda el delito de malversación. El juez instructor del caso detectó «ocho operativas distintas de gastos» a través de las tarjetas de Faffe.

El fiscal Fernando Soto intentó demostrar durante el interrogatorio a Villén que los pagos realizados por el exdirector de la Faffe no se reintegraron, y que este es un caso «sencillamente de corrupción», ya que se gastó 32.566 euros en al menos diez visitas a clubes de alterne principalmente en Sevilla y en Cádiz. Soto reiteró que Villén usó el dinero público en «prostitutas, orgías y festivales» en locales de alterne y «de común acuerdo» con Valls promovió un sistema «para ocultar» estos gastos.

El exdirector de la Faffe estuvo bastante entero durante todo el interrogatorio pero se derrumbó al final durante las preguntas de su abogado, Adolfo Cuéllar, cuando aseguró de que era consciente del «grado de arrepentimiento» que tenía, ya que este caso le ha proporcionado un «gran deterioro» tanto en sus relaciones personales como en las sociales, e incluso hasta una depresión.