El nuevo presidente del Parlamento de Andalucía, Jesús Aguirre, ha expresado su deseo que la XII legislatura que ha arrancado este jueves sea la del diálogo y el acuerdo entre las fuerzas políticas en beneficio de los andaluces porque "nuestra responsabilidad es ofrecer soluciones y no ser un problema".

Así se ha pronunciado Aguirre en su primer discurso como presidente del Parlamento durante la sesión constitutiva y tras haberse producido la elección de la Mesa de la Cámara y el acto de promesa o juramento del cargo por parte de los 109 diputados.

Ha manifestado que todos los diputados asumen el gran honor de representar a los andaluces, pero al mismo tiempo una "gran responsabilidad" y es importante reflexionar sobre qué esperan los ciudadanos de nuestro ejercicio.

Para Aguirre, el Parlamento debe caracterizarse por el diálogo y la escucha activa entre todos los diputados, desde el respeto y legitimidad que tenemos porque todos hemos sido elegidos por los ciudadanos.

Ha abogado por la capacidad de llegar a acuerdos desde la defensa de opciones políticas diversas por el bien de los ciudadanos. Ante una situación económica y social complicada, según ha apuntado, "debemos ser capaces de ofrecer soluciones a los problemas": "Debemos ser siempre parte de la solución y no el problema".

Tras indicar que nuestra democracia se fundamenta en la diversidad de proyectos políticos en ocasiones complementarios y otras alternativos, y todos necesarios, Aguirre ha considerado que todos los diputados deben tener un "denominador común", desde la diversidad, "debemos actuar exclusivamente en defensa y en beneficio de los andaluces". "A ellos nos debemos, son nuestros jefes y razón de ser", según ha recalcado Jesús Aguirre.

Ha expresado que confía "en el buen hacer de sus señorías para que esta legislatura sea tranquila y fructífera, y estoy convencido de que todos estaremos a la altura de este honor y responsabilidad".

Aguirre ha cerrado su discurso recordando al exministro andaluz Manuel Clavero Arévalo, quien fue y será para siempre "un símbolo de la dignidad del pueblo andaluz".