Andalucía retoma esta semana su agenda en el Parlamento andaluz, que se constituirá de nuevo el próximo 14 de julio tras la mayoría absoluta del PP, con un acto homenaje este 5 de julio a Blas Infante, reconocido en el Estatuto de Autonomía como padre de la patria andaluza. Al tradicional acto, homenaje que conmemora su 137 nacimiento, acudieron todos los grupos políticos y el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno. El homenaje fue también la despedida de la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, de Cs, partido que ha perdido a todos sus representantes en la Cámara andaluza.

Vox fue el único que, como viene siendo habitual, eludió asistir al acto político y además se despachó con un tuit del grupo parlamentario donde llamó a esta figura política “lunático islamófilo”. De hecho recriminó a Moreno que reivindicara a Infante “junto a PSOE y comunistas” y Vox aseguró que tienen claro que “ese radical que buscaba dividir a los españoles no merece ningún tipo de homenaje”. “Andalucía no le debe nada”, aseguraron en la cuenta oficial de Vox Parlamento de Andalucía en un mensaje que posteriormente borraron.

Según El Periódico de España, el mensaje de Vox sentó fatal a un PP que se desmarca absolutamente de ese tipo de insultos. Estuvo en redes minutos antes de que los populares se sentaran con el PSOE a negociar la composición de la Mesa del Parlamento, el órgano de gobierno de la Cámara y lo primero que tendrá que nombrarse cuando se constituya la próxima semana. Por primera vez en la historia el PP ostentará la presidencia del Parlamento, un sillón que tiene “muchos novios”, bromean en el entorno del presidente andaluz. En estos primeros días de julio está en juego las alianzas de futuro que se verán en Andalucía, si el PP, que con su mayoría absoluta no necesita a nadie para casi nada, puede apoyarse en el PSOE para las ocasiones en los que necesite mayoría cualificada o le basta con usar a Vox como muleta.

La Mesa cuenta con siete sillones, la presidencia, tres vicepresidencias y tres secretarías. Aplicando exactamente la proporcionalidad de los escaños, serían cinco para la mayoría absoluta del PP (58 diputados) y dos para el principal partido de la oposición, PSOE (30 escaños). El problema reside en que el Reglamento del Parlamento señala que todos los partidos con grupo parlamentario tendrán que tener un asiento. El PP estaría dispuesto a ceder uno de sus cinco sillones, daría sitio a Vox, se quedaría con cuatro, lo que le seguiría permitiendo tener la mayoría absoluta. A cambio, los populares plantearán al PSOE que ceda uno de sus dos sillones a Por Andalucía, que con 5 diputados también constituyen grupo propio. Los socialistas no están por la labor de ceder ningún asiento. En ese caso otra opción sería acudir a ese reparto de 5 PP, 2 PSOE y crear dos vocalías, sillones con voz pero sin voto, pero que permitirían a Vox y Por Andalucía estar en el órgano de gobierno de la Cámara.

Alianzas con Vox o el PSOE

Al PP le preocupa que la lectura sea que cede un asiento a la extrema derecha después de que Moreno haya marcado un camino político de centro moderado y alejados de planteamientos radicales, algo a los que sigue aferrado el discurso de Macarena Olona, que no da mucho margen al diálogo sereno que reclama el PP. Quieren un acuerdo con el PSOE en este sentido y que todos colaboren para cumplir con la garantía de representatividad de todos los grupos que exige el Parlamento. Los socialistas no ven claro sellar acuerdos con la derecha tras su batacazo electoral.

La primera negociación de esta legislatura de mayoría absoluta no será fácil y a la Mesa del Parlamento se suma la renovación de otros órganos de extracción parlamentaria como es el Consejo de Administración del RTVA, el Consejo Consultivo, el Defensor del Pueblo o la Cámara de Cuentas. Para estos habría un año por delante, no caducan de forma paralela a la legislatura, pero “lo lógico” admiten en las filas populares es que todo esté sobre la mesa. En todos estos órganos tiene asiento Cs cuando la realidad es que es un grupo que ahora mismo está fuera del Parlamento. Se necesita para la renovación de estos sillones una mayoría cualificada de tres quintos de la Cámara. Si no hay suma PP y PSOE, a los populares les basta con los apoyos de Vox.

Esos son los equilibrios que tendrá que hacer Moreno, que de nuevo en su discurso en homenaje a Blas Infante reivindicó una legislatura en la que estén “acertados en las decisiones, moderados en las formas y abiertos a integrar distintos puntos de vista”. “Andalucía tiene que jugar un papel destatado en la agenda política de España”, revindicó el presidente de la Junta, que volvió a apostar por “un andalucismo vivo, actualizado y útil” en su discurso político.

El consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, aseguró que no comparte los calificativos de Vox “estamos en las antípodas” y “el padre de la patria andaluza merece todo nuestro respeto y los andaluces también”. “Somos partidos diferentes”, señaló Bendodo. El PP quiere negociar con todos, estaría cómodo con el PSOE como socio preferente en la renovación de la Mesa del Parlamento el resto de órganos de extracción parlamentaria, pero les recuerda que con los votos de Vox les sobra. Es su medida de presión. El PSOE tendrá que decidir en Andalucía que tipo de diálogo quiere mantener con el PP y su líder Juan Espadas se limitó a asegurar que esperan a tener una oferta sobre la mesa antes de tomar decisiones, aunque no creen que los populares con mayoría absoluta quieran de verdad negociar nada.