El Gobierno y la Junta de Andalucía se han comprometido con la búsqueda de una solución a la crisis que atraviesa la empresa Abengoa, que pasa por «salvar lo que se pueda salvar» del conglomerado de más de 300 filiales del grupo. Así lo ha asegurado la ministra de Industria, Reyes Maroto, al término de la reunión celebrada en Sevilla, que se ha prolongado durante casi dos horas, y en la que se ha acordado crear un grupo de trabajo para analizar un nuevo plan de viabilidad que tendrá como base el presentado por la compañía, al que habrá que hacer «algunos retoques». Se encuentra así un camino para Abengoa, al límite después de que la semana pasada la SEPI rechazase de forma definitiva conceder un rescate de 249 millones para Abenewco 1, filial donde la empresa mantiene sus activos más valiosos y principales líneas de negocio, al considerar que no estaba demostrada su viabilidad.

Además de Maroto, a la reunión han asistido el consejero andaluz de Transformación Económica, Rogelio Velasco; el presidente de Abenewco 1, Juan Pablo López Bravo; el administrador concursal, Guillermo Ramos; el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, y un representante de los trabajadores, entre otros.

Filiales ya inactivas

«Hay que ser pragmáticos y hay poco tiempo», ha recalcado la ministra, quien ha recordado que la mayoría de las filiales de la empresa están «sin actividad», por lo que es «muy importante acotar» el escenario para «salvar la parte de la empresa que está facturando y a sus trabajadores». Se refiere a las 27 filiales que están en preconcurso y que son el «corazón» de la empresa. Ha agregado que en los próximos días van a tener «mucho más claro» de qué se está hablando «y que es lo que podemos salvar». Según Maroto, hay que convencer a los acreedores y a las entidades financieras para «encontrar en ese plan de viabilidad una solución definitiva».

«No hay tiempo que perder, la situación de la empresa es delicada», ha recordado Maroto, a la vez que subrayó que en algunos casos se va a necesitar la autorización de la Comisión Europea porque la empresa matriz está en liquidación.

«Vamos a intentar llegar al máximo, pero es un grupo que tiene más de trescientas filiales y una bicefalia, con dos presidentes, por lo que lo importante es salvar la parte de la empresa que está facturando y tiene negocio, y a sus trabajadores», ha retirado.

Trabajadores de Abengoa, concentrados mientras se celebraba la reunión. EFE

Una vez que el grupo de trabajo haga su tarea, se volverán a celebrar reuniones políticas para conocer el plan definitivo «y los instrumentos que podamos poner sobre la mesa», ha explicado Maroto antes de insistir en el compromiso de las tres administraciones para que Abengoa «siga siendo una empresa que venda tecnología por todo el mundo».

«Lo importante es dar certidumbre y hoy tiene a las administraciones comprometidas en la búsqueda de una solución», aseguró, tras lo que se ha mostrado convencida de que «hoy los trabajadores saldrán satisfechos» con este compromiso.

El consejero de Transformación Económica, Rogelio Velasco, quien hasta ahora había sostenido que la Junta no tenía instrumentos para poder financiar a esta empresa, ha insistido ayer en que «no es nada fácil conceder ayudas desde la administración a empresas en crisis», aunque ha avanzado que el Gobierno andaluz está «explorando» la posibilidad de hacer llegar recursos, para lo que es necesario contar con la «autorización de la Comisión Europea».

«La Junta y el Gobierno tenemos el compromiso de contribuir en la medida de nuestras posibilidades a que (Abengoa) salga del bache y vuelva a tener un crecimiento sólido que salve los puestos de trabajo porque es una empresa estratégica», ha remachado.

El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, impulsor de la reunión, ha expresado su satisfacción por el «arranque» de la negociación, y ha resaltado la actitud «constructiva» de todas las partes, por lo que confió en que se pueda cumplir el objetivo de «reflotar» la empresa.

Los trabajadores

Al término de la reunión, Maroto, Velasco y Muñoz se han acercado a los trabajadores, que permanecían concentrados en el exterior del Palacio de Congresos, y les han transmitido tranquilidad tras expresar su voluntad de buscar una solución, lo que ha sido acogido con aplausos por los afectados, que han expresado «satisfacción y «cautela».