El candidato del PP y ganador de las elecciones andaluzas, Juanma Moreno, ha asegurado este lunes que se pondrán a trabajar "desde ya" con su nuevo ejecutivo monocolor, con la idea de que en agosto esté "funcionando" y preparando el presupuesto de 2023, que llevarán a la Cámara autonómica en octubre.

Moreno ha explicado en Canal Sur Televisión que el año que viene es "clave" porque viene "con turbulencias económicas" por lo que en agosto el ejecutivo estará ya "adaptándose" y preparando las cuentas, para que se presenten en octubre y se aprueben en diciembre.

Ha asegurado que van a ir "por delante de los demás" y ha anunciado que lo primero que hará será aprobar un plan de ayudas para personas vulnerables y pymes, así como la suspensión del pago del canon del agua, para "amortiguar el golpe" de la inflación y los precios.

Ha garantizado que van a intentar gestionar la mayoría absoluta "con mucha humildad" y que intentará que no se les "suba a la cabeza" como le ha pasado "a alguno".

Moreno ha explicado que si no hubiera obtenido una mayoría absoluta habría aguantado "hasta el final" los plazos parlamentarios para presionar a todos los grupos a abstenerse, en lugar de pactar con Vox, para tener un gobierno en solitario.

Como curiosidad, ha dicho que está en "un dilema" con el compromiso que adquirió en campaña para hacerse un tatuaje si tenía mayoría absoluta. Ha dicho que "probablemente" se lo hará, pero "minúsculo".

De otro lado, Moreno, considera que la mayoría absoluta obtenida les permite abrir "una vía para reagrupar el centroderecha" por el "carril central", dejando de lado otras opciones "más incómodas" y con "las manos libres" frente a partidos como Vox.

Moreno ha explicado que en los últimos días de la campaña ya manejaba datos que le acercaban a una mayoría absoluta, pero no tan rotunda para sacar 58 escaños, y ha garantizado que gobernará sin "perder la cabeza" y manteniendo el diálogo "con todos".

Ha admitido en Cope y Onda Cero que las elecciones andaluzas tienen un trasfondo nacional importante, ya que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "hoy tiene un problema mucho más grande del que tenía antes de ayer" porque "se abren dudas y grietas" en el PSOE y el resultado andaluz "va a pesar" en ese partido.

El presidente andaluz se ha mostrado convencido de que Sánchez va a intentar aguantar "hasta el final", pero "si las cosas siguen en esta cascada" no le extrañaría que renunciara a repetir como candidato en las generales: "Estas elecciones han sido en clave andaluza, pero todo el mundo sabe que había también un deseo de sacarle tarjeta roja a Sánchez", ha opinado.

Además, cree que los barones van a "marcar distancias" con Sánchez de cara a las próximas autonómicas, porque "muchos no van a querer su presencia" en sus territorios.

Ha admitido que ve a Ciudadanos ya "en vía de extinción" tras quedarse fuera del Parlamento andaluz y ha dejado la puerta abierta a contar con alguno de sus consejeros para el próximo gobierno, en el que no todos sus miembros tendrán afiliación del PP, según ha dicho.

Moreno ha explicado que nadie del Gobierno le ha llamado aún para felicitarle, tampoco las candidatas de Vox, Macarena Olona, ni de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez. Sí le han felicitado por ejemplo Mariano Rajoy o Soraya Sáenz de Santamaría.

Ha valorado que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, le haya dado "libertad" para la campaña y se haya puesto a disposición para contribuir "desde su serenidad", algo que "antes no pasaba".

Ha explicado que la mayoría absoluta se sustenta en un importante trasvase de voto socialista, de la vuelta de quienes apoyaron a Vox en 2018 y de todo el apoyo que obtuvo en su momento Ciudadanos.

Moreno ha apostado por no "embriagarse" con la mayoría absoluta y por tratarla "con mimo", consciente de que mucho voto es "prestado", y ha resaltado un "paralelismo" con el último presidente socialista que obtuvo mayoría absoluta, Manuel Chaves, porque también "sabía interpretar Andalucía".