Ciudadanos ha iniciado el último tramo de la campaña andaluza con la inquietud de quien sabe dónde está la cerradura pero necesita una llave para poder abrirla. Con aquella genética vocacional de partido bisagra camuflada en el pasado, la misión andaluza está tan clara que los discursos de su presidenta nacional, Inés Arrimadas, y el candidato andaluz, Juan Marín, siguen orientando en todos los idiomas posibles la búsqueda de cuatro o cinco escaños, que serían oro molido si llegan a sumar con el PP.

Se comprobó este domingo en Málaga en un acto envuelto por la vegetación subtropical del Paseo del Parque y con más banderas de España de las que llegan a contarse ahora en los mítines adaptados al verdiblanco de Juanma Moreno. En la línea esperada, Juan Marín pidió el apoyo para seguir siendo en el Gobierno «el compañero fiel, no del PP sino de los andaluces». Y la consigna la apuntaló Inés Arrimadas en una intervención final en la que reivindicó a Cs como «el motor del cambio andaluz» y le exigió a Moreno que «no pida más lo de tener manos libres para gobernar y se ponga manos a la obra para currar». Además, Arrimadas disparó contra el voto útil del PP: «No hay que jugársela a votar por un partido azul, podemos encontrarnos los enchufados de los verdes en Andalucía».

A juicio de la líder nacional naranja, reeditar la coalición con Cs es la única manera de que «el PP no haga en Andalucía lo que ha hecho en Madrid, Comunidad Valenciana o Castilla y León».

Arrimadas proclamó que «el cambio se ha notado tanto y ha sido tan rápido en Andalucía porque el efecto multiplicador de las políticas liberales se ha replicado en todos los ayuntamientos en los que está Cs». «Otros llevan 40 años presentándose a las andaluzas y no han conseguido nada, me siento orgullosa de pertenecer al partido que le ha sacudido los tópicos a la Junta de Andalucía y ha quitado una losa que pesaba sobre nuestros hombros estos últimos 40 años», reivindicó.

Arrimadas le tiró también de la oreja a «aquellos partidos que no pueden ir a algunos rincones, a municipios en los que tienen algún caso de corrupción o prometieron un colegio o un centro de salud que no han hecho». «Otros partidos hasta tienen que esconder a la candidata, ya se vio en el debate que no es lo mismo tener de vicepresidente a Juan Marín que a cualquier otro, algunos incluso no doblan el lomo», subrayó con ataques que se dirigían a Vox aunque no lo mencionaban.

Arrimadas defendió el pacto con el PP tras el 19 J y enfatizó que «da igual como se sume». «El PP gobierna Andalucía con el peor resultado de su historia, con 26 escaños, y lo importante ahora es tener dos sumando y los votos de Cs pueden valer muchísimo», dijo la presidenta de Cs.

Arrimadas echó el resto para defender la aportación de su partido al cambio andaluz: «Hemos sido pluriempleados en la Junta de Andalucía, muchos se han enterado ahora de todas las consejerías que llevaba Cs; al ver al señor Moreno Bonilla con los gráficos sobre el empleo y los autónomos en el debate pensé que el mejor fan de Cs en Andalucía es Moreno Bonilla’, indicó.

Arrimadas sostuvo que «Andalucía no va a seguir igual si no votamos igual que en el 2018». «A Andalucía se le defiende palmo a palmo, día a día y voto a voto, el próximo domingo vamos a defender el cambio voto a voto, el único voto del que no se arrepentirá la gente es el de Cs, nadie que nos votara en 2018 se ha arrepentido porque es el voto decisivo; si se vota a Cs, los mismos consejeros están trabajando el día siguiente por Andalucía pero si no habrá lío y podemos encontrarnos sorpresa como las de Castilla y León».