El patronato de la Fundación Bancaria Unicaja, que celebró ayer una sesión extraordinaria en Antequera, acordó encargar la elaboración de un informe «conforme a lo solicitado por el Protectorado de Fundaciones Bancarias, y dentro de los criterios y términos fijados en el escrito recibido del mismo», según explicaron a este periódico fuentes de la institución.
El patronato duró hasta las cuatro de la tarde y se desarrolló en un ambiente de «máxima tensión», según explicaron fuentes conocedoras de su desarrollo. Los patronos críticos con la gestión de Medel quisieron que se aprobara una moción es la que se le reclamaba que delegara sus funciones ejecutivas durante el tiempo que dure el desarrollo del informe. Sin embargo, el presidente de la fundación presentó otra propuesta que finalmente, con el apoyo de los patronos leales a Medel, salió adelante en una ajustada votación de 7 a 6. En esta votación fue decisivo el voto a favor el propio Medel.
En la misma se establece que el presidente podrá seguir con sus funciones actuales, aunque con el compromiso de inhibirse en todo lo relativo a la elaboración del informe para garantizar la independencia del mismo. Por decisión de Medel, será la Comisión de Auditorías del patronato, que preside Filippo Faraguna Brunner, la que tendrá ahora que cribar el mercado de despachos para buscar opciones adecuadas. Se convocará entonces otro patronato para elegir, por acuerdo de todos los patronos, el despacho que se encargue de realizar un informe que, cabe recordar, el Ministerio ha pedido que esté listo en el plazo de dos meses.
La reunión del patronato había sido convocada a instancias de su presidente, Braulio Medel, y contaba, de entrada, con dos puntos en su orden del día: el primero, «la comunicación del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital»; y el segundo, «el acuerdo de informe sobre gobernanza de la entidad y su posterior traslado al Protectorado».
Medel acudió al patronato, cuya hora de inicio estaba fijada para las doce y cuarto de la mañana, a pesar de que tres de los patronos críticos con su gestión le habían requerido que se abstuviera de participar, al tratarse de una reunión en la que iban a abordarse aspectos que le afectan directamente, con lo que podía incurrir en un posible conflicto de interés.
