Las renuncias de tres independientes en un mes en el consejo de administración de Unicaja Banco avivan el debate sobre la pérdida de control de los directivos de la entidad con origen en Málaga, donde mantiene su sede, en favor de la de raíz asturiana Liberbank, la absorbida en la fusión que culminó el pasado julio.

Las dimisiones ponen el foco en la crisis interna del quinto banco español por volumen de activos y centran las miradas en el presidente de la Fundación Unicaja, Braulio Medel, tras las quejas sobre supuestas irregularidades en su gestión, a las que se suma la apertura de diligencias de investigación por parte de la Fiscalía.

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, reconoció recientemente que el Banco Central Europeo y el Banco de España están «muy preocupados por la deriva en la gobernanza» de Unicaja Banco, y añadió que analizan cuáles serían los instrumentos más oportunos para «encarrilarlo».

El alcalde de Málaga, el popular Francisco de la Torre, expresó su apoyo a Calviño «para que impulse las medidas necesarias para reconducir esa gobernanza en la Fundación», principal accionista del banco, a través del Protectorado de Fundaciones Bancarias.

Fuentes del Gobierno andaluz señalaron este sábado a Efe que «va a estar muy vigilante para que la sede de Unicaja siga estando en Málaga», y agregaron que es «la única entidad bancaria que consiguió mantener el arraigo andaluz tras el proceso de fusión en las cajas, y así debe seguir siendo».

Y dentro del grupo bancario andaluz, la Fundación Unicaja reiteró, también este sábado, que «carece de la más mínima base la especulación» de que la sede social de Unicaja Banco pueda cambiar de lugar, y recordó que la ubicación en Málaga y el mantenimiento del nombre están «firmemente recogidos en el proyecto de fusión» con Liberbank y en los estatutos de la entidad.