Lleno absoluto en el Palacio de Congresos de Torremolinos, donde este fin de semana el PSOE de Andalucía celebra su 14º cónclave regional y exhibe músculo con 500 delegados (40 de ellos de Córdoba) y unos 2.000 invitados. El objetivo: la reconquista de la Junta de Andalucía y la movilización del electorado que había sido fiel a las siglas socialistas hasta que prefirió quedarse en casa en las últimas elecciones autonómicas, en 2018, apeando del poder al partido que lo ostentaba desde hacía casi 37 años. El secretario andaluz y candidato a la Junta, Juan Espadas, ha apelado al orgullo y a la unidad de los socialistas y ha reivindicado la historia del partido en la comunidad en el mismo lugar, Torremolinos, donde hace 44 años celebraron su congreso fundacional tras el franquismo. “Volvemos a Torremolinos, con la misma ilusión que hace 44 años seguimos manteniendo la misma fuerza y las mismas ganas de progreso y de justicia para Andalucía”, ha dicho el secretario regional, que ha señalado “como hilo conductor” de esas cuatro décadas a Manuel Pezzi, que será presidente del nuevo PSOE andaluz, y ha anunciado que Rafael Escuredo y Amparo Rubiales trabajarán en su ejecutiva.
Los socialistas han salido a darlo todo , a sacudirse los fantasmas —al ritmo del grupo cordobés LongPlay, que hatocado en directo— y han retado al Partido Popular a convocar ya las elecciones autonómicas. “Nos da igual. Estamos preparados, que convoque cuando quiera”, ha espetado la ministra María Jesús Montero al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. “Que convoque cuando le de la gana porque estamos preparados, Juan será el próximo presidente de la Junta”, ha reiterado Adriana Lastra, vicesecretaria del partido.
Reivindican la historia, pero la del 77
El PSOE se ha reivindicado como una formación municipalista, ecologista, feminista y de progreso. Se ha hablado de pasado y de orgullo, aunque en el flashback ha habido ausencias destacadas como la de Chaves o Griñán, condenados por prevaricación y malversación en el caso ERE, y de la propia Susana Díaz, a la que se ha obviado y no se ha mencionado en ninguna intervención, pero que se espera acuda mañana al cierre del congreso.
El propio Juan Espadas ha hecho un homenaje expreso a los fundadores del partido en el inicio de la democracia, en aquel cónclave de diciembre del 77. Algunos de estos históricos como Cándido Méndez, José Luis Rodríguez de la Borbolla o Amparo Rubiales, han compartido hoy sitio con primeros espadas en la actualidad como la ministra María Jesús Montero, Adriana Lastra, Salvador Cerdán o Salvador Illa. Mañana será el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el que clausure la cita de la que debe salir reforzando el candidato a la Junta de Andalucía, Juan Espadas, al que asedian todas las encuestas.
Además, en la jornada inaugural han intervenido las secretarias de CCOO y UGT en Andalucía Nuria López y Carmen Castilla, que han pedido a los socialistas que deroguen la reforma laboral, «una máquina de precarizar, empobrecer y destruir la negociación colectiva, y hacer votantes de la ultraderecha porque de la miseria siempre se aprovechan los mismos». También, la primera le ha pedido a Espadas que no apoye los presupuestos de la Junta de Andalucía: “No cabe enmienda parcial sino a la totalidad”.
En clave provincial
Al congreso de Torremolinos han acudido 40 delegados por Córdoba y muchos otros socialistas más como asistentes, entre ellos la exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo, que ha intervenido por la tarde en una mesa sobre memoria histórica. Calvo ha animado a los socialistas cordobeses a trabajar por la unidad del partido y por aupar a Juan Espadas a la presidencia del Gobierno andaluz.
Por su parte, la portavoz en el Ayuntamiento de Córdoba, Isabel Ambrosio, ha sido nombrada vicepresidenta de la mesa del 14º congreso, que preside el secretario provincial del PSOE de Málaga, José Luis Ruiz Espejo, mientras que el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, es miembro de la comisión electoral. Ambrosio se perfila como uno de los nombres que podrían formar parte de la nueva ejecutiva del PSOE y medios como la Ser lo han dado ya por hecho.
Los socialistas cordobeses han logrado llegar finalmente a este congreso unidos y con una única candidatura a la secretaría provincial, encabezada por Rafi Crespín, después de que anoche renunciara a presentarse a las primarias la concejala del Ayuntamiento de Córdoba Carmen Campos.
El paso atrás dado por el actual secretario provincial en sus aspiraciones a la reelección, Antonio Ruiz, ha allanado el camino hacia el congreso provincial, que tendrá lugar el 18 de diciembre en Baena, y en el que se materializará el relevo al frente de la dirección socialista en la provincia.
Férriz: “Ni centristas, ni moderados, ni andalucistas”
Ángeles Férriz, la próxima vicepresidenta de la formación y portavoz socialista en el Parlamento andaluz, ha garantizado que al igual que el PSOE hizo historia en 1977 con Rafael Escuredo, van a hacerla de nuevo con Juan Espadas. “Nos vamos a levantar, alzar la voz y defender Andalucía de quienes quieren cargarse la sanidad pública, de quien despide a 8.000 sanitarios con la misma dureza y frialdad que el mármol del monumento donde se ponen a darles palmas”, ha dicho en su intervención. Férriz ha reivindicado “la fuerza” del PSOE frente a las encuestas “de alta cocina”, la fuerza de 143 años de historia, de 460 alcaldes, 4.209 concejales, 33 parlamentos, 25 diputados, 26 senadores, 2 europarlamentarias y más de 800 casas de pueblo y de 47.000 militantes en Andalucía.
“No hay encuesta que pueda con nosotros”, ha asegurado para criticar con dureza al gobierno andaluz. “Ni centristas, ni moderados, ni andalucistas, aunque la mona se vista de seda, son de derechas, muy de derechas”. Por último, ha sostenido que tras este congreso los socialistas saldrán con fuerza suficiente y con “un proyecto renovado, con orgullo, esperanza, ilusión y también con humildad, vamos a escuchar a quienes no supimos escuchar”, ha dicho a falta de un informe de gestión que profundizara en la causas del descalabro electoral en Andalucía, ya que en este cónclave nadie rendirá cuentas al estar ya fuera la ejecutiva saliente.
